Capitulo Diecinueve

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Todos los derechos a J.K. Rowling, yo solo me divierto en su mundo.

Capitulo sin editar.

Hermione no sabia que hacer con la extraña peticion del mortifago le parecia mas que raro pedir ser un pricionero politico, hubiera esperado que tratara de escapar o los maldijera mas nunca esa extraña peticion, tan bien le sorprendia la razon de que Amarantha lanzara un Finite Incantatem tan poderoso, nunca habia visto algo asi.

—Ah. que hacemos con el. —pregunto Harry dudoso, posando su mirada en cada uno de los presentes.

—Debemos interrogarlo para luego llevarlo a Azkaban. —dijo Kingsley tomando control de la situacion.

—No. —dijo Amarantha arrodillandose a lado del mortifago.

—Dame una razon por la cual no deberiamos hacerlo. — pregunto Kingsley aun cauteloso de la mujer.

—Porque el estaba bajo la maldicion Imperius. —contesto simplemente la mujer.

—Por eso lanzaste ese Finite Incantatem. —pregunto Hermione.

—En efecto. —respondio Amarantha. —Esta perdiendo muchas sangre deberiamos llevarlo adentro. —agrego en direccion de Molly Weasley.

—Por supuesto. — respondio una Molly ligeramente insegura.

—No vamos a llevar a un mortifago dentro de nuestra casa para atenderlo, tenemos que interrogarlo y luego dejarlo pudriendose en azkaban. —setencio Arthur molesto.

—Dudo que lo podamos interrogar si muere desangrado. —dijo Amarantha lanzando una mirada despectiva en direccion al pelirrojo.

—No vamos a atender las heridas de un mortifago. —volvio a decir Arthur recalcando cada palabra.

—Arthur, Lady Amarantha tiene razon no podemos dejarlo desangrarse hasta morir si es que queremos interrogarlo. —interrumpio Kingsley al pelirrojo.

—Despues de que lo interrogemos se va directo a Azkaban. —dijo Arthur furioso.

—Depende de lo que nos diga. —respondio Kingsley.

—Que nos podria decir que cambie el echo que por su culpa cientos de personas han muerto o tenido sus vidas destrozadas. —dijo Neville furioso, su varita fuertemente sujeta en su mano derecha.

—El que estaba bajo la maldicion Imperius podria cambiar las cosas. —dijo Sirius viendo lo que Kingsley habia querido decir.

—Exacto Sirius. —coincio Kingsley — Necesitamos conseguir Veritaserum crees que tengas en tu casa. — pregunto Kingsley al animago.

—Si tengo en Grimmauld Place, voy a conseguirlo para interrogarlo lo mas pronto posible. —respondio Sirius.

—Lo que quieren hacer es un buen plan siempre en cuando no lo dejen morir desangrado, asi que agradeceria que ahora mismo me ayudaran a llevarlo adentro a curar sus heridas para evitar que se desangre hasta la muerte. —espeto Amarantha interrumpiendo a los dos hombres.

—Claro Amarantha. —respondio Sirius con una sonrisa.

Con un gracil movimiento Amarantha se levanto lanzando una mirada llena de reproche a Kingsley y a Sirius que eran los que estaban mas cerca de ella al ver que ninguno de los dos hombres planeaba ayudarla suspiro y con un ligero giro de su muñeca tuvo el cuerpo del mortifafo flotando delicadamente a su lado.

—Molly querida, donde podria ponerlo. —pregunto Amarantha a la rechoncha pelirroja.

—Por aqui. —señalo la pelirroja nerviosa guiandola dentro de la madriguera.

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