Día 6: Regreso

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El despertar fue dulce...a pesar de una noche más que agitada: Emma había tenido muchas dificultades para quedarse dormida, su cerebro no hacía más que rememorar sin cesar ese mágico día en compañía de Regina. Su escapada a Hawái, su paseo, su primer beso, su cena y su regreso con promesas de un mañana igual de luminoso.

Solo se durmió porque la fatiga se hizo demasiado pesada y, de repente, el despertar fue tan difícil como radiante. Lanzó una ojeada a su reloj: eran casi las 08:10. Saltó de la cama, tenía tiempo de darse una ducha y elegir la ropa adecuada: quería bañarse y tenía la intención de compartir ese baño de mediodía con su bella morena.

Evidentemente, no pensaba en absoluto que tuviera la partida ganada: Regina tenía aún ese principio de mantener sus barreras erigidas, pero lo presentía, cuando se habían besado, había sentido algo fuerte entre ellas...

Quería hacer de ese día en tierra algo inolvidable a la par que romántico, aunque ella no fuera la definición del romanticismo.

Y cuando estaba saliendo apenas de la ducha, tocaron a la puerta. ¿Sería Regina que venía a darle una sorpresa? Casi se sintió desilusionada al ver a Ruby.

«Oh, Ruby, hola...»

«¿Acabas de levantarte?»

«Sí y no»

«Di, si no tienes nada que hacer, Lan y yo bajamos a la isla. Ayer no te vimos...Pero hemos pensado que estaría bien que las tres la visitáramos»

«Oh, muy amable, pero...»

«Oh, por favor, venga, ¡sal un poco! Estoy segura de que ayer te quedaste todo el día en el barco»

«Pues para que lo sepas ayer salí, incluso volví tarde. Y no, hoy no me voy a quedar encerrada, tengo previsto salir»

«¿Ah sí? ¿Sola?»

«No»

«¿Con esa guapa mestiza?»

«No...»

«¿Entonces? ¿Una nueva conquista?»

«Se puede decir así...»

Ruby la empujó y cerró la puerta tras ella

«Ok, ahora me estás intrigando. Cuenta: ¿con quién estuviste ayer?»

«Ruby, lo que te voy a decir, quiero que te lo guardes para ti, ¿prometido?»

«...»

«Ruby, es importante»

«¿Ni a Lan?»

«No...A no ser que confíes tanto en ella, pero está en juego la reputación de algu...»

«¡OH DIOS MÍO...! ¡Lo lograste!»

«¿El qué?»

«¡Has conquistado a la impenetrable fortaleza de la comandante! ¡Sales con ella!»

«Sí, bueno, no...De momento, no sé lo que somos. Ayer fuimos a visitar la isla, pasamos el día juntas, fue genial: paseamos, me hizo descubrir cosas y...nos besamos»

«¡QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! ¡Cuenta! ¿Cómo fue?»

«Romántico, como casi nunca he sido: estábamos en una cala, a la caída del sol...El cuadro más ideal que pueda haber para un primer beso»

«¿Y después?»

«Paseamos dadas de la mano y comimos en un restaurante en la playa. Una cita ideal, te lo juro»

Love BoatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora