Capítulo 6: Problemas

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Narra Neville:

Solo quedaba un mes para las vacaciones de navidad y aquella tarde me dirigía a la biblioteca para buscar un libro de pociones, Snape me había mandado una interminable redacción acerca de los múltiples usos del bezoar. Al final del pasillo vi a April, que se despedía de sus compañeras. Al percatarse de mi presencia corrió para acercarse a mí.

-¿Qué tal? ¿Ibas a la biblioteca?- preguntó tras besar mi mejilla con suavidad.

-Sí, necesito buscar un libro de pociones.

-Te acompaño entonces, yo también tengo que buscar algunos libros- caminamos unos instantes en silencio hasta que ella volvió a hablar-. Me gustaría mucho presentarte a mis amigas de Ravenclaw...

-Vale- respondí un tanto nervioso-, cuando quieras.

-¿En serio?

-Sí, claro.

-Pensé que tal vez no querrías.

-¿Por qué no iba a querer? Seguro que son geniales- contesté con sinceridad.

-Gracias Neville- dijo ella abrazándome.

Tras separarse ligeramente de mí, se puso de puntillas para unir sus labios con los míos, haciendo que, como siempre, mi corazón se acelerase. Sin embargo, un leve carraspeo nos hizo separarnos con rapidez, tanta que la bolsa que April llevaba se cayó al suelo. Umbridge, embutida en su habitual traje rosa, nos miraba con reprobación, y su ceño se frunció aún más al ver el contenido de la bolsa de la chica. Tres cajas de artículos de broma de Sortilegios Weasley se habían desparramado por el suelo.

-Me quedo todo esto- dijo recogiendo la bolsa de la joven-, ya me han causado bastantes problemas.

Nadie parecía querer a Umbridge allí y los alumnos no paraban de hacer gamberradas por todo el colegio. April se quedó de piedra pero no dijo nada, ella rara vez le llevaba la contraria a los profesores, aunque se tratara de Umbridge.

Recorrimos el resto del camino hasta la biblioteca en silencio.

-Acababan de llegarme- musitó con el ceño fruncido dirigiéndose a la sección de la biblioteca por donde debía buscar.

Yo fui por otro lado y no tardamos en reunirnos de nuevo frente a la bibliotecaria para llevarnos nuestros respectivos libros, el enfado de April ya había quedado atrás.

-Neville, debo irme- dijo mientras salíamos de la biblioteca-, tengo que devolverle...

El rostro de la joven palideció y dejó la frase a medias.

-April, ¿qué pasa?- pregunté preocupado.

-En la bolsa no solo llevaba los artículos de broma. Pretendía ir al despacho de Snape a devolverle el espejo.

-¿Qué espejo?- no comprendía que la desasosegaba tanto.

La chica miró a ambos lados del pasillo, para asegurarse de que nadie nos escuchara.

-A finales de cuarto, Snape me entregó un fragmento de espejo. Mi madre se comunicaba conmigo a través de aquel espejo, lo usaba para decirme los detalles de su plan. Dumbledore sabía para que lo empleaba, pero nunca me dijo nada porque me necesitaba allí, en aquel cementerio, para ayudar a Harry- explicó entre murmullos-. Pero si Umbridge lo descubre entre mis cosas, sabrá para que sirve. Podría expulsarme, Neville.

-Tendremos que recuperarlo entonces...

-Sí, y cuanto antes.

Nos dirigimos hacia su despacho trazando con rapidez un plan. Al llegar, la puerta estaba cerrada, ni siquiera tras emplear algunos hechizos básicos  conseguimos entrar, pero ya habíamos contado con ello. 

-Vale, parece ser que vas a conocer a mis amigas antes de lo que esperábamos- dijo guardando su varita en el bolsillo de su túnica-. Ve a pedirle la capa de invisibilidad a Harry, yo voy a buscar a las chicas, nos vemos en la puerta del Gran Comedor.

Caminé con rapidez hasta la torre de Gryffindor, donde encontré al Trío de Oro estudiando en la Sala Común. 

-Harry, necesito que me prestes la capa de invisibilidad- dije en voz baja tras saludarlos.

-Claro, pero, ¿para qué?

-Prometo explicártelo todo más tarde.


El ejército de Dumbledore➳ Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora