NOTA DE AUTORA:
Este capitulo es cortito pero hecho con muchísimo amor, espero lo sientan en cada palabra y en cada frase...
"Ámame sin preguntas, que yo te amaré sin respuestas"
Mis parpados pesados hacen un esfuerzo tremendo para abrirse, la claridad del día me encandila, tras varios pestañeos despierto por completo y me asusto al mirar al frente a través del parabrisas, el mar azul, miro a mi alrededor y lo observo ¡oh por Dios dormí con el millonario! Coloco las manos sobre mis ojos, no podía creerlo y lo miro ruborizada nuevamente al separar los dedos sobre mi cara para observarlo, está profundamente dormido y bajo mis manos hasta mi boca y lo detallo... hasta dormido es un sueño, su perfecta nariz me fascina, sus labios rosados, sus pestañas y cejas, su mentón, todo en él es bello y bajo mi mirada hasta los músculos de su torso y abdomen eran hermosos su piel tersa y bronceada, vi su fino pantalón de gabardina desabotonado y abierta su cremallera, su vello púbico saliendo un poco de su bóxer gris de Giorgio Armani, en la elástica lo podía leer en letras negras ¡oh por Dios, soy una pervertida! Aparto mis ojos de sobre él y miro debajo de la chaqueta de su smoking que traía encima yo, como única prenda sobre mi cuerpo, cierro los ojos avergonzada, recordando todo lo que hice anoche con él y aprieto los ojos esperando que al abrirlos todo esto haya desaparecido y este en mi habitación sobre las sabanas de mi cama, al abrirlos me aterro de mi realidad... Amanecí con un completo desconocido... ¿Oh Dios, que hice?
Como pude y sin hacer ruido recojo mi vestido y mi panti que están tirados junto con su camisa blanca y su corbatín en el asiento de atrás donde miro la botella de champagne vacía y voy recordando paso a paso todo, absolutamente todo lo que sucedió, desde sus besos sobre todo mi cuerpo y de cómo me hizo el amor allí sobre el asiento de atrás y de cómo pasamos a los asientos de adelante donde amanecimos...
Termino de vestirme, aun duerme. Mis zapatos están entre sus pies, con cuidado me inclino sobre sus muslos pero sin tocarlo para alcanzarlos y recuerdo ese instante cuando subí a los asientos y de cómo antes me quite los tacones, que él, recogió después, colocándolos en el piso del lado del conductor, salí del hermoso auto con los tacones en la mano, mi bolso y su fina chaqueta que tomé prestada para cubrirme, no me fije que al abandonar el asiento dejaba olvidada la hermosa mascara de brillantes, no pude cerrar la puerta, para evitar que el ruido lo despertara, y desaparecí para no verlo nunca más...
Abrí los ojos al escuchar que tocan la ventanilla de mi auto, era uno de los Valet Parking del night-club, me giro buscándola en el asiento de al lado cuando veo sobre el asiento su máscara, el chico vuelve a tocar el vidrio de mi ventanilla y pulso el botón para bajar el vidrio al tiempo que tomo mi camisa para ponérmela... el chico se sorprende al verme casi desnudo y solo. Y pregunta...
— ¿Se encuentra bien señor? —
Avergonzado bajo la mirada —Si estoy bien, me quede dormido aquí, es todo—
—Disculpe señor pero no puede aparcar aquí. El night-club va a cerrar las puertas— saco la billetera de mi pantalón en busca de dinero en efectivo y lo coloco sobre su mano mientras le digo...
—Sí, ya me voy— y subiendo nuevamente el vidrio, me apresuro a terminar de abotonar la camisa, entonces la recuerdo a ella y me enojo, me enfurezco por su atrevimiento de dejarme así, sin despedirse...
—Como se atreve esta mujer a hacerme esto a mí, nadie me deja plantado y se va sin dejar rastro— y siento una sensación de vacío, la misma que sentí dos años atrás y que aún me agobia, es como una sensación de abandono, y mis ojos se cristalizan. Yo acostumbrado a ser quien se marcha, dejándolas después de hacerles el amor, ella me daba a probar de mi propio chocolate, y no me gustó nada...
Y en mi corazón un solo deseo... Como quería verla una vez más, solo una vez más...
Termino de vestirme y me doy cuenta que mi chaqueta del traje no esta...
— ¿Además me robaste? — Y coloco los zapatos en mis pies con brusquedad estoy indignado y muy enfadado y alcanzando mi corbatín y la faja de mi traje en el asiento de atrás, me fijo en unas manchitas que parecían rastros de sangre en la tela aterciopelada del cojín del asiento y entonces me giro a mirar al frente, el infinito horizonte del mar y juntando mi entrecejo recuerdo el esfuerzo mío para entrar en ella y luego el grito de dolor de ella al penetrarla y sus uñas hundiéndose en mi espalda, y me sorprendo
— ¿virgen? — Mis ojos se abren en una expresión de asombro
— ¡era virgen! — tomo angustiado la máscara entre mis manos e inspiro — ¿porque no me dijiste que eras virgen? — Y trato de recordar su nombre y su dulce rostro me envuelve los pensamientos, y recuerdo la tersura de sus labios, su olor, mis besos sobre su piel y me estremezco y recordé esa sensación de mis manos extrañando la agradable suavidad de su cuerpo, que era como seda bajo mis manos y de pronto recuerdo su nombre Sofía. Y me embriago con la magia de Sofía... Mi ángel se llama Sofía...
Enciendo el motor y manejo hasta mi casa un lujosísimo apartamento en Manhattan, Nueva York... ella me lleva desde el desagrado, la rabia y la impotencia... al amor, a la necesidad y las ganas de mirarla, de contemplarla... trato de no pensar. Tomo una ducha, para liberarme y el agua fría del grifo cae sobre mi cabeza, cierro los ojos y sin quererlo mi memoria se llena de imágenes de ella, del hermoso color de sus ojos y salgo del cuarto de baño con un solo pensamiento: buscarla...
Gracias por el apoyo, déjame tus comentarios, son importantes para mí, me gustaría saber que te pareció la historia, gracias por apoyarla con tus estrellas mil gracias!
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LA MAGIA DE SOFIA #GBA 18K #NEW CREATIVE STAR
ChickLit¿Te gustan las historias de amor?... Jon kellermanes es un apuesto millonario, sexy, inteligente y seguro de sí mismo pero muy arrogante, puede disponer de cualquier mujer que que se le antoje, sin involucrarse sentimentalmente con ninguna, hasta...