Eligiendo mi guardarropa

115 13 4
                                    

La brisa fría de otoño golpea mi cara y mi largo cabello se eleva un poco, despejándose de mis hombros cubiertos con mi abrigo gris. Él se colocas sus gafas oscuras, lo veo mirarme con atención, como en casi todo el rato que estuvimos comiendo. Yo coloco mis guantes de lana después de frotarlas entre sí, para darle calor

Esperábamos el auto para regresar a la compañía, estaba más tranquila, afortunadamente él no me recordaba, lo prefería así...

— ¿Le gusto la comida señorita Steele? — Me pregunto muy amablemente

—Sí, gracias señor Kellermanes— le digo con una tímida sonrisa en los labios

El lujosísimo auto se estaciona frente a nosotros y el abre la puerta para permitirme entrar, cierra y da la vuelta para subirse.

Cuando vamos en camino me comenta — Voy hacerle un adelanto de su sueldo, para que esta tarde escoja unos trajes, zapatos y bolsos para que los use para venir a trabajar—

Miré mi ropa y me dio vergüenza que se haya fijado en el estado que estaba mi traje. Asentí con la cabeza sin mirarlo. Estaba avergonzada.

Llegamos a la oficina y de inmediato pase al departamento de recursos humanos, enseguida cargaron mis datos en el sistema como empleada de las empresas Kellermanes, estaba feliz y entonces él levanto el teléfono para hablar con su asistente Victoria...

Y pidió a Victoria, que cuando terminaran los trámites legales conmigo, regresara a su oficina.

Así lo hice, me esperaba, pase y me senté en la silla frente a él. Anotaba algo en su ordenador personal y luego levantó la mirada hacia mí, al tiempo que levantaba la bocina del teléfono sobre su escritorio...

—Victoria por favor, autoriza el adelanto del pago de la señorita Sofia Steele, ahora mismo. Gracias! —

—Listo— dijo él esbozándome una sexy sonrisa de lado. — por favor compre vestidos largos de noche, Pronto me acompañará a una cena benéfica— le sonrío y asiento con la cabeza

Me levanto colocando mi bolso sobre mi hombro y le extiendo mi mano. Y él se levanta de su asiento para estrecharla. Me estremezco al sentir la piel de su mano que estaba tibia, me imagino por la temperatura de la calefacción interna de su oficina y siento otra vez esa sensación tan extraña en mi estómago, su mirada intensa me hace ruborizar, y me confunde al punto de pensar que si sabe quién soy... estoy abrumada de todo lo ha sucedido hoy, así que trato de no darle vueltas a eso. Esta es una excelente oportunidad para mí.

Me despido y él me puntualiza aun tomado de mi mano —la espero mañana señorita Steele—

—Si señor— y hago el ademan de soltarlo pero él no lo hace, lo miro sorprendida y confundida, pero sin esperarlo la suelta y vuelve a ser frio y distante, sentándose y quitándome los ojos de encima. Le doy la espalda y volteo justo antes de salir, él sigue sentado tras su escritorio sin mirarme, cuando de pronto lo hace y sus ojos vuelven a chocar con los míos y entonces le sonrió y le digo —Gracias por la oportunidad de trabajar para su empresa— él me sonríe y asiente con la cabeza y desaparezco por el umbral de la puerta...

No podía creerlo, salí feliz de la compañía, tenía empleo, era inesperado y maravilloso, llame a mi amiga Laura para me acompañara a comprar la ropa... había una alegría inexplicable en el ambiente, o era yo con mi felicidad, que contagiaba a todos a mi alrededor.

Llegue a la quinta avenida de Nueva York y esperaba a Laura sentada en un café.

Nunca le conté a nadie, ni siquiera a Laura que era mi mejor amiga... que había perdido mi virginidad con aquel desconocido millonario y tampoco conté que realmente sucedió aquella noche....

Sopla la brisa fría de otoño, mientras saboreo mi café mocachino, y ella no tarda en llegar...

Y me le voy arriba apenas llega junto a mí, en un abrazo — ¡Amichi, tengo empleo! ¡Tengo empleo!— le grito emocionada y ella se contagia con mi alegría

Me abraza —No sabes cómo me alegra, pero cuéntame ¿dónde? —

— ¡En la empresas Kellermanes!—

— ¿No? — Y pone sus manos sobre su boca — ¿Vas a trabajar con el asiático multimillonario Jon Kellermanes— No me extraño que ella lo conociera

— ¡Siii! — Grito de felicidad — ¡no es maravilloso! — ella muy sorprendida me escuchaba

—Y me dio un adelanto para comprarme ropa para empezar a trabajar—

— ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! — y con sus ojos muy abiertos de la impresión me pregunta —estas diciendo que te pago antes de empezar a trabajar? —

—Si— y tomamos asiento una en frente a la otra en la pequeña mesita

— ¿Acaso tú lo conocías de antes? —

— ¿Nooo?... — me dice incrédula y luego me afirma — ¡ese hombre está interesado en ti! —

Meneo la cabeza — ¡Nooo! — Le niego la posibilidad — ¡Claro que no! es solo que vio mi ropa muy viejita y me ofreció...— y me interrumpe

—No amichi. Yo conozco a los hombres y todos son iguales, así sea asiático— y toma la cucharilla que reposa sobre la servilleta en la mesa y me apunta con ella, mientras me mira fijamente —Créeme ese hombre está interesado en ti— y hace otra pregunta...

—Cuál es tu sueldo—

—Tres mil quinientos dólares—

— ¿¡Queee!? — Grito y coloque mis manos en los oídos y ella voltea a ver si llamó la atención de alguien alrededor de nuestra mesa y bajando la voz me dice —Estas ganando doblemente mi sueldo—

—Él esta... ¡Qué digo interesado!... ¡está loco por ti!...—

Y preocupada le pregunto — ¿Crees que deba renunciar? —

— ¡No! ¿Estás loca? esta es tu oportunidad de ser feliz—

— Dime... ¿te mira como si quisiera comerte?— risas

— No, más bien es frio y distante conmigo, me llama señorita Steele—

— Así son todos los asiáticos pero tú no te preocupes que eso es pura fachada, son muy ardientes en la cama — y se ríe a carcajadas

— ¡Por favor Laura!... — sonrío —tú no cambias— y no pude evitar reírme también

—Me alegro tanto por ti amichi. — Y vuelve abrazarme —hoy celebraremos con unos vinos en mi casa quieres? —

—No puedo desvelarme, y además tengo cosas que hacer pero el sábado sí. ¿Te parece? — le digo disculpándome

Asintió con la cabeza y entramos a la lujosísima tienda.

Nos divertimos como nunca compramos, ropa, zapatos, perfumes, bolsos de las marcas Dior, Givenchy y Chanel.

Solo faltaban los vestidos de noche, y con la ayuda y el buen gusto para vestir de Laura elegí todo mi guardarropa...

Salimos de allí riendo a carcajadas, había sido un día lleno de magia...

Salimos de allí riendo a carcajadas, había sido un día lleno de magia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gracias por tus estrellas y tu apoyo... mil gracias!

LA MAGIA DE SOFIA  #GBA 18K #NEW CREATIVE STARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora