Cabeza de coco ✔YoonKook/SuKook✔

Cita y brochetas de cordero 2/2

—Woow...sabía que se verían bien juntos.

—De que hablas Tae.

Levanto la vista y miro los dos pares de ojos que le observaban, se encogió de hombros y les tendió el celular. Hoseok fue quien lo tomo y observo la pantalla y cerró los ojos mientras balbuceaba palabras sin mucho sentido.

— ¿Qué haces hyung?

—Pido mi deseo, no todos los días puedes ver a Yoongi y Jungkook no querer matarse.

Respondió con simpleza al peli naranja, quien segundos después le imito.

[...]

— ¿Nos vamos?

El menor levanto la vista del celular y asintió ante la pregunta del mayor. La foto había sido enviada y por la pronta respuesta del castaño supo que Taehyung ya la había recibido.

El cielo se encontraba ligeramente nublado, pero según el pronóstico era muy poco probable que lloviera, claro que Yoongi no confiaba mucho en el reporte del clima, el pálido había dejado de creer en eso desde aquella vez que dijeron que no llovería y el día seria soleado, pero al final termino cayendo el segundo diluvio sobre Seúl y un Min Yoongi sin paraguas. Por ese motivo el pelinegro había metido el paraguas en la mochila antes de salir de casa.

Caminaron en silencio hasta el puesto de brochetas de cordero, Yoongi con la vista clavada en el suelo y Jungkook pateando una piedra que se había encontrado en el puesto de helados que pasaron antes.

El silencio flotaba entre ambos poniéndolos más nerviosos, el mayor suspiro y miro de reojo al más alto.

— ¿Te gustan las brochetas de cordero?

—Me encantan.

Sonrió y por primera vez Yoongi admiro la sonrisa del menor, apreciando las pequeñas arrugas que se formaban en las esquinas de los ojos de Kook y la manera en que sus paletas frontales se asomaban.

Jungkook era hermoso y Yoongi jamás lo había notado.

Después de la primera brocheta ambos se habían sentido más cómodos y por eso mismo ahora hablaban como si fueran amigos de toda la vida y no enemigos.

[...]

Taehyung había recibido su segunda foto de la cita y el primer video, uno donde ambos habían fingido que se lo estaban pasando de lo peor cuando claramente no era así.

— ¿Cómo se la están pasando?

Le dio una mordida más a la dona con glaseado de chocolate y chispas de colores antes de ver al pelinegro por arriba de su hombro.

—De maravilla pero fingen que se la pasan mal.

—De seguro fue idea de Jungkook es taaaaannnn testarudo.

Rodo los ojos y mordió la dona del castaño cuando este de descuido.

—No, definitivamente fue Yoongi, él es el rey de los testarudos.

Hoseok asintió completamente convencido de sus palabras y tomo el jugo que Taehyung estaba a punto de llevar a su boca. Metió la pajilla entre sus labios y sonrió al sentir el sabor a mango del mismo.

—Ambos son tan testarudos, ahora dejen mi dona y jugo en paz.

Le quito la caja al mayor y le dio un manotazo al peli naranja cuando trato de quitarle un pedazo más de su dona.

[...]

Yoongi se echó a reír cuando Jungkook comenzó con su rap raro. Llevaban casi media hora en el puesto de brochetas y aunque el hambre se había acabado para los dos, la comodidad apenas comenzaba.

Yoongi había descubierto varias cosas del menor, como lo contagiosa que era su risa y aquel gesto de echar la cabeza hacia atrás cuando se carcajeaba y ni hablar de lo lindo que se veía comiendo, le recordaba a esos vídeos de conejos comiendo que Hoseok le mostraba.

Por su parte Jungkook confirmo que podía pasar toda su vida admirando la sonrisa del mayor, porque Min Yoongi pasaba de verse odioso a verse como un niño pequeño cada que sonreía y sus encías hacían acto de presencia y ni hablar de cómo las esquinas de sus ojos se arrugaban y hacían lucia aún más pequeños estos.

Pero todo estaba yendo demasiado bien para ser cierto y por eso Kook maldijo por lo bajo cuando cierto castaño los vio y se acercó. Y Yoongi por primera vez deseo que Kim Seokjin (su crush) no le hablara, porque en serio lo estaba pasando bien al lado del cabeza de coco.