Cabeza de coco ✔YoonKook/SuKook✔

Trió de idiotas.

—Se quedaran hoy después de clases a limpiar las aulas.

—Que no Jungkook y Yoongi ya tienen ese castigo.

—Oh — miro la libreta sobre su escritorio y asintió— tienen razón, en ese caso les toca limpiar los baños.

—Pero.

—Nada de peros los tres tend... ¿dónde está Kim Taehyung?

Se encogieron de hombros, Taehyung se había ido casi desde que pusieron un pie en la dirección y el director ni cuenta se había dado.

[...]

Estaba molesto, aunque aún mantenía su rostro inexpresivo, demasiado molesto, había sido arrastrado a la dirección por culpa de Jimin y Hoseok pero no era eso exactamente lo que lo tenía de mal humor si no el que los dos chicos se hubieran peleado por un cheeto y no por él, aunque pensándolo mejor la comida era mejor que cualquier cosa.

—No deberías estar en la dirección.

—Shhh Minjae.

Miro al castaño a su lado y suspiro.

— ¿Está todo bien hyung?

—No, me gusta alguien o bueno...

—Entonces invítala o invítalo a salir— el menor se encogió de hombros, restándole importancia, pero frunció el ceño cuando Taehyung golpeo su nuca— hay, solo quería ayudar.

Abulto los labios y se sobo la zona donde el castaño mayor lo había golpeado.

—En realidad me gustan dos chicos.

—Oh, woow— miro al mayor y rasco su mejilla sin saber que decir— bueno, podría... ¿invitarlos a salir?

[...]

Acomodo la mochila sobre sus hombros y se levantó dispuesto a irse a su casa para pensar con claridad sus nuevos sentimientos por el chico caballo y el pastel de arroz andante, pero antes de dar siquiera un paso un agarre en la parte trasera de su camisa de uniforme lo detuvo.

Hizo una mueca y miro al responsable de su casi muerte.

— ¿A dónde crees que vas? — miro a Jimin y abulto los labios al ver el ceño fruncido del más bajo.

—Debes quedarte con nosotros a limpiar los baños.

Abrió la boca para quejarse pero ver a los dos chicos frente a él, con los brazos cruzados, apoyados sobre los mesa-bancos y el cabello ligeramente revuelto a-saber-Dios-porqué se olvidó de su molestia y dejo que ambos chicos lo jalaran hacia la conserjería (donde recogerían los utensilios de limpieza) sin rechistar.

Limpio el sudor de su frente y se apoyó en el palo del trapeador, mirando fijamente a Hoseok antes de pasar su vista a Jimin, quien batallaba con una mancha en el suelo. Suspiro sonoramente y aclaro su garganta antes de hablar.

—Salgamos en una cita los tres.