Cabeza de coco ✔YoonKook/SuKook✔

Min ❝Jordan❞ Yoongi.

Gruño y continúo sacando las cosas del cajón en busca de sus muñequeras de la suerte. Tenía que ganar como el año pasado y hace dos años y sin ellas no lo lograría, oh bueno, eso creía él.

— ¡Mamá! —detuvo su búsqueda y se colocó de pie— ¡Has visto mis muñequeras, no las encuentro!

—Si las encuentro yo te las voy a meter por el...

Abrió los ojos y negó a pesar de que ella no lo veía—Olvidalo, las buscare yo solo.

Escucho los pasos alejarse y suspiro antes de continuar con su búsqueda.

[...]

Era el segundo día de la semana deportiva (y el único que le gustaba a Yoongi) por eso mismo se había levantado desde las cinco y media para alistarse y no llegar tarde, pero ahí estaba, corriendo hacia la escuela porque se había detraído jugando con Holly y ahora iba tarde.

Se detuvo cuando el semáforo automovilístico cambio a verde y lleno de aire sus pulmones. Con todo eso de llegar a tiempo para el partido contra el aula 3-F se había olvidado (casi) por completo del vergonzoso "accidenten" de ayer, si accidente entre comillas porque el apostaba que Jungkook solo quería tocarlo, pero volviendo al principio, ahora en medio de su camino a la escuela comenzaba a sentirse nervioso, no podía ver al menor de la misma manera luego de aquello.

[...]

Se acomodó el cubre bocas y los lentes oscuros antes de caminar dentro de las canchas de basquetbol. "Eres un genio Jungkook, con esto nadie te reconocerá y pasaras desapercibido." Ese fue su primer pensamiento, bastante tonto cabe decir, porque un chico con gafas de sol, cubre bocas y un largo abrigo de piel de leopardo (obviamente falso) no pasaría desapercibido incluso entre ciegos, pero tenía que ir a la escuela si o si porque Kim Taehyung jugaría y eso no se lo perdía por nada, ah, y porque Mingyu le pidió que tomara las fotos para el periódico escolar.

— ¿Es el día de vestirnos como idiotas? —jadeo sorprendido y giro sobre sus talones para ver a Yoongi— me hubieras dicho antes para vestirme igual que tú.

Frunció el ceño y sonrió ladinamente debajo del cubre bocas antes de responderle al mayor— No necesitas hacer mucho esfuerzo, solo deja descubierta tu cara y te verás cómo uno.

Este el momento donde dentro de Jungkook sonaba Turn down for what a todo volumen.

Yoongi gruño y siguió su camino golpeando ligeramente el hombro del menor.

[...]

Los partidos había comenzado y para sorpresa de muchos Tae no era malo jugando, el único problema era su velocidad porque si una tortuga y un caracol tuvieran un hijo y este heredara su velocidad definitivamente ese sería Kim Taehyung, pero vaya que su puntería era buena, seis canastas de tres puntos, compensaba el que no fuera muy veloz.

— ¡KIM TAEHYUNG! ¡KIM TAEHYUNG!

Tapo sus oídos y miro mal a Jimin, quien se encogió de hombros y sonrió tiernamente antes de volver a animar al castaño.

— ¡MIN YOONGI! ¡MIN YOONGI!

Y de su lado derecho estaba Hoseok, quien animaba fuertemente al pálido.

Rodó los ojos preguntándose por qué estaba junto a esos dos ruidosos pero en cuanto el silbato sonó y los jugadores comenzaron a alinearse lo dejo de hacer. Era el último partido, el aula 3-A (el equipo de Tae) contra el 3-C (su salón.)

Yoongi era probablemente el jugador más bajo, pero todos sabían lo bueno que era jugando, por eso mismo nadie se sorprendió de saber que él sería el que brincaría. El silbato volvió a sonar, los segundos comenzaron a correr y Jungkook no pudo despejar su vista del mayor.

La manera en la que corría revotando el balón, el cómo parecía tener sus sentidos al cien por ciento, el flequillo pegado a su frente por el sudor, pero sobre todo lo lindo que se veía con el uniforme rojo tenía atrapada la atención de Jungkook, a pesar de lo delgadas que eran sus piernas y brazos Jeon admitía que Min se veía jodidamente varonil con ese uniforme y por algún extraño motivo le recordaba a Otani, el personaje de Lovely Complex.

Negó y decidió sacar de una vez las benditas fotografías para el periódico...aunque...quizás si sacaba algunas de Yoongi...

—Kookie, no se supone que las fotos son para el periódico— miro al peli naranja y asintió rápidamente— piensas poner a Yoongi en todo el ejemplar.

—De que...

—Oh, nuestro Jungkookie en modo fangirl.

Frunció el ceño ante las palabras del chico caballo y bajo la vista a la cámara.

¡Cuando demonios había sacado tantas fotos de Yoongi!

Sus mejillas se tiñeron de rojo y desvió la vista hacia la cancha, justo cuando Yoongi brincaba y lanzaba el balón encestando, los gritos aumentaron pero para Jungkook todo eso estaba en segundo plano, porque justo cuando Min giro para chocar los cinco con uno de sus compañero su mirada se encontró con la del menor y por instinto le sonrió, dejando ver sus encías rosadas y sus dientes pequeños, acelerando (sin saberlo) el corazón del castaño.