Capítulo 9: Unidos hasta el final.

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La perspectiva se centra en cierta pareja, la tiradora seguía marcando el paso hacia la ultima zona del jefe jalando a su ya novio con ella, aunque estaba feliz suspiraba un poco pensando en como debían ya de tener la cara sus amigos si están enfocándolos, aun así no evitaba sonreír viendo lo decidida que estaba Sinon de completar el juego, era un silencioso paseo, tranquilo y sin problemas tras la ayuda que le dieron los cuervos, aun así parecían algo preocupados por que seguía, no estaban muy lejos del punto final pero algo estaba poniendo tenso el asunto. El destino no tardó demasiado en darles la razón, sobre ambos aquel enorme murciélago pasó volando en dirección al bosque rodeado por un enjambre mas, parte de este empezó a descender en dirección a ellos. Sinon se posó cerca del pelinegro quien por mero impulso sacó la espada de luz en conjunto a la bayoneta, pero para sorpresa de ambos la luz emitida por el sable bastaba para alejar a los quirópteros carnívoros.

Al no poder tener presa de ellos continuó su avance reincorporándose al resto del enjambre; en sus corazones estaban más que tranquilos ahora pero en sus mentes los despertó el hecho que debían correr rápido hasta el lugar de batalla, ese murciélago había ido a arrasar con los jugadores que estaban demasiado lejos. El dúo empezó a correr con la esperanza de tener tiempo para reincorporarse a Ryu y los demás, infortunio presente en la partida, el monstruo no tardó nada en acabar con los jugadores y volver a sus compañeros, la distancia seguía siendo amplia, y lo que tenían enfrente no iba a ayudar, varios monstruos de aquel pantano empezaban a cortarles el paso, saliendo de los árboles o las aguas, algunos zombies con traje militar llegaban tambien por los senderos, estos aparentemente por la cercanía a la base abandonada.

— ¡Olvida las balas! ¡Abre camino con la katana! —Gritó Kazuto cortando con ambas armas, la peliazul no dudó en obedecer.

—Espero que Ryu y sus muchachos puedan soportar hasta que lleguemos—

El trayecto seguía adelante, por mas numerosas que fueran las hordas parecía que ambos ya habían hecho explotar hasta lo máximo de su capacidad, ahora los tajos acababan por sacar del camino en exterminio a cada uno de sus contrarios, pero aun así la distancia parecía interminable, así los senderos que siguieran tuvieran menos o ningún enemigo el tiempo se les hacía poco, el camino se alargaba, no sabían que era el final, no hasta que pudieron dar con la entrada entre enrejado dañado, disminuyeron la marcha un poco al ver que los monstruos habían dejado de aparecer, todos menos una sombra que venía desde adentro de la base. Ambos descartaron que fuera un zombie una vez que se desplomó recargando la espalda contra la verja, ambos se acercaron con horror viendo que se trataba de Ryu con un daño continuo que disminuía su vida.

—Quizás... el separarse evitó que tuvieran este destino...—Susurró Ryu, miró como ambos al reaccionar intentaban sacar algo para curarlo—Es daño de esa cosa elimina toda curación o regeneración de vida, un golpe hace que tu vida empiece a disminuir, cuantos mas recibas más rápido baja.

— ¿Lograron algo? —

—No... estoy seguro que mis compañeros están dolidos de volver a ciudad Glock ante esto... los murciélagos lo rodean como un escudo, y aunque se separen si no nos matan ellos los tiros que le hicimos no lograron nada... varios zombies que aparecieron le sirvieron de comida... regeneró media barra mínimo comiéndose a uno—

—Dios...—

—Kirito... Hecate-san... hay... un edificio que no se puede abrir... seguro ahí va la llave... tal vez tenga algo que ver con las luces de alrededor... en cuanto entren ese monstruo saldrá del almacén... ganen esto—Soltó como últimas palabras una vez que su vida llegó a cero y se desvaneció.

Gun Gale Online: Army of the deadWhere stories live. Discover now