Tiempo pasó.
El muchacho acababa de cumplir los catorce años, sin embargo, sentía como si hubiesen pasado décadas. Era evidente que desde esa triste pérdida, el joven había perdido la noción del tiempo.
Su padre había salido a pasear. Él, en cambio, se había quedado en casa. Quería llorar.
Sonrió entristecido mientras sus ojos se cristalizaban. Su sonrisa se convirtió en una mueca y se retorció incómodo sobre la cama. Tenía miedo. Miedo del tiempo, el cual pasaba cada vez más rápido.
Se acomodó sobre la cama y se preparó para dormir. Cerró los ojos suspirando.
- Mañana será un nuevo día. - Pensó.
Y fue así que cayó y perdió la batalla contra el sueño y el cansancio.
-(Time Skip)-
Él era el chico más popular de la escuela.
Con su cabello azabache, sus ojos violetas, semejantes a uvas, su tez pálida y suave, un cuerpo robusto y una estatura promedio. Todo en él era gratificante a la vista, o al menos eso decían todos los que lo conocían. Se llamaba Ness.
Era un joven inteligente, que sacaba notas muy altas. Era guapo y muy popular en su escuela. Era muy dulce, amigable y carismático, por eso siempre atraía a gente nueva, y eso le hacía feliz. Pero muy dentro de sí mismo, se sentía solo. Aveces, si le daba demasiadas vueltas, se le retorcía el estómago y se dejaba llevar por sus pensamientos, quedando en un trance donde debatían la tristeza y la felicidad. Había salido con varias chicas, pero nunca se quedaban lo suficiente como para considerarlo una relación "seria" o "estable". Y no era porque él no les prestaba atención, ni era porque ellas solo buscaban algo en particular que sacarle para luego marcharse, era solo porque el amor es complicado y no funciona bien hasta que encuentras a tu alma gemela. Para Ness el amor era difícil de entender, y como sus relaciones apenas duraban unas semanas, tampoco se esforzaba en hacerlo, ni siquiera si esa era la razón por la cual se sentía tan solo.
Fue entonces, que en un día de invierno, la vida le dio una última oportunidad.
Hacía frío, bastante, pero no nevaba. No recuerda ni la fecha ni la hora, pero recuerda perfectamente el día en el que lo vio.
El profesor mencionó algo sobre un alumno nuevo y él dejó de hablarle a su compañero de banco para prestar atención. La puerta se abrió con delicadeza cuando el profesor le dio el permiso al desconocido de entrar. Y ahí, en ese momento, entró un muchacho con muy pocos ánimos: su cabello rubio estaba despeinado de una manera incluso graciosa, sus labios secos a simple vista torcidos en una mueca de completo desagrado, sus atuendos mal puestos y algo sucios de tierra.
Ness y el muchacho encontraron los ojos del otro. Fueron solo unos segundos y el chico apartó la mirada, y Ness no pudo evitar poner una mueca de tristeza. Pudo ver lo devastado que estaba por dentro. Sus ojos celestes eran opacos y solo mostraban frío, soledad y miedo.
- ¿A qué? - Se preguntó Ness, pero ni él mismo sabía la respuesta.
Por estar pensando en la mirada azul del chico, no pudo escuchar lo que éste mismo decía, para luego sentarse en uno de los últimos pupitres. Ness sintió como el muchacho rozaba sin querer su brazo al pasar a su lado, y sin darse cuenta, un tierno sonrojo apareció en sus mejillas.
Por un momento, se sintió tan dulce como una taza caliente de leche con miel.
-(Time Skip)-
Fue desde entonces, que una cierta curiosidad nació dentro de él, llevándolo a querer conocer a ese muchacho y la historia encerrada en esos ojos cielo.
Le tomó semanas, que se convirtieron en meses, el poder siquiera decirle "Hola" por el pasillo. Él quería conocerlo, pero por alguna razón su corazón latía de manera descontrolada al estar al lado del rubio, y como una chica enamorada, se sonrojaba y apenas podía tartamudear. Ness no se había dado cuenta hasta ese día: Él realmente era muy tímido frente al chico.
Jamás había tenido problemas al estar cerca de alguien, al abrazar, al besar o al expresar su amor o amistad con cualquiera, pero con el rubio era diferente. Lo miraba a veces desde lejos, un sonrojo notorio en sus mejillas. A veces intentaba acercarse poco a poco, pero luego se arrepentía al verlo girarse, y acababa corriendo y escondiéndose en el baño. A veces sus miradas se conectaban y Ness solo podía sonreír, para ser rechazado fríamente por una mueca seria y de pocos amigos.
Sus compañeros le hacían muchas preguntas, y no le era extraño, lo suponía ya que estaba actuando raro desde hacía ya tiempo. A él personalmente no le importaba, su prioridad era conocer al muchacho.
Pocos sabían o conocían al menor, no parecía hablar con nadie ni reunirse con ningún tipo de amigo, así que le fue difícil indagar.
Se aprendió su nombre, Lucas. Le encantaba pronunciarlo una y otra vez cuando llegaba a casa. También se aprendió la fecha de su cumpleaños, la cual marcó en su calendario, y poco más... Pero lo más importante y que creó una nueva barrera entre ellos, fue descubrir que Lucas era mudo. Eso en el fondo explicaba muchas cosas, pero seguía creando una barrera, pero Ness no tiraría la toalla por un detalle como ese. ¡No se rendiría!
Fuera de eso, Ness no descubrió nada más a pesar del tiempo que llevaba siguiendo a Lucas. De todas formas, su nuevo objetivo era encontrar la manera de hablarle sin realmente presentarse frente a él. Aún no se sentía listo para afrontar esa mirada tan fría cara a cara.
Continuará...
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Amor mudo
FanfictionNess es un chico popular, reconocido por la mayoría de sus compañeros en la escuela y admirado por sus altas calificaciones y carismática personalidad. Es un chico rodeado de gente que en el fondo se siente bastante solo ya que anhela la co...