Capítulo Uno: Regreso A Casa

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He vuelto. Jamás pensé que después de estos sucesos tal hecho me pudiera producir algún tipo de alegría.
Gotham sigue igual. Algo mas callada de lo habitual pero sigue siendo la misma. Sus pestilentes callejones, su cielo negro y consumido por la polución que no permite mirar mas allá de sus interminables rascacielos. Esta noche acompañada por la lluvia y el terror me es tan familiar que apenas puedo pensar que por un segundo extrañé este desalmado lugar.
Un par de bribones armados persigue a un niño, este corre con un vigor digno de un desesperado, ese tipo de personas que gotham tanto ha amado. Este por unos segundos de ventaja logró apoyarse en una escalera  de incendios, su rostro de alivio solo fue empañado por el empujón de la cruel realidad en forma de un brazo que lo alejó de la misma y lo envío al suelo. El niño ya derrotado y con un gesto de dolorosa resignación preveía el acto morboso a continuación. Los matones empleando sus ínfulas de justicia decidieron alzar sus brazos en señal de reprensión. En ese instante donde una inminente paliza era casi absoluta me precipité a actuar. Con dos disparos certeros en sus hombros logré enviar a estos desgraciados al suelo el niño cambió su gesto de horror a una cautelosa señal de alivio y alegría. Los muy obstinados y algo confiados en su numero emprendieron un airoso y descuidado ataque el cual fue detenido con gran facilidad, nada mejor que golpear con mis propias manos a un par de escorias para sentirte vivo. Luego de dejar inconscientes a esos desafortunados truhanes, me enfoque en aquel niño. el cual solo había pecado al robar un pedazo de pan. Un recuerdo de mi humilde infancia me sacó una sonrisa, el niño al verla me tomo de la mano y me dirigió a la alcantarilla mas cercana. Apenas del torrencial diluvio que nos escoltaba pude oír al final de aquel callejón un grupo de hombres corriendo en nuestra dirección. Era evidente que aquellos imbéciles tenían refuerzos y que estos no tardarían demasiado en hallarnos. Nos sumergimos en las cloacas para poder evadirlos y tomar un respiro. El chico apenas podía reconocerme, no lo culpo ya que mi casco lo dejé hace tiempo. Mientras el niño se encargaba de vigilar la actividad de los soldados, mi mente me condujo a mi último recuerdo. El momento donde mis ojos volvieron a la vida después de haber perecido en manos de un maníaco homicida con apariencia de payaso. Los días siguientes bruce no fue el mismo, nada lo fue. Aún me pregunto si hubiera sido mejor seguir muerto y no despertar en este mundo desolado y desesperado. El chico hizo que volviera en sí mencionando que gotham mas que nunca necesitaba un héroe, una esperanza. No me anime a decirle que tan solo era un renegado y un fugitivo que por algunos meses pensó ser el héroe que el y gotham merecían. Una estupenda mentira. Esté como un acto de agradecimiento me brindó un poco de aquel pan de la discordia. Decidimos que esperaríamos que tanto la tormenta en el cielo como sobre nuestras cabezas pasase. Lastimosamente no sabía que mi regreso no solo había levantado la alegría y fe de aquel niño sino que había sido la declaración de mi ubicación para alguien de mi pasado.

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