8.

95 12 6
                                    

Hoy era el día, donde me armaría de valor para pedirle su número telefónico a Troy, porque aunque el método más fácil de obtenerlo sería preguntarle a Tyler me avergonzaba el hecho de que pensara que estoy interesado en su mejor amigo. Entonces suspiré, y me miré al espejo mientras jugaba con mis pies.

Desde hace ya unas semanas ha venido con frecuencia al lugar, y claro, no me extraña, debe de estar preocupadisímo por el pelirrojo, sin embargo he notado sus miradas curiosas y que en vez de salir a caminar por el campus como siempre  lo han hecho decide quedarse en la habitación mientras platican sobres cosas ajenas a mí. Y, otra cosa que me avergüenza decir es que, aunque no se note escucho la mayoría de sus conversaciones mientras finjo dormir o estudiar, y me alegro al no escucharle hablar de ningún chico o chica, además de Tyler y alguna otra persona.

Entonces entró a la habitación, con su típica sonrisa y unos cuantos dulces para Tyler, pero no me puse celoso, solo me limité a saludarle como una persona normal, y él hizo lo mismo, pero en vez de dulces, me regaló una hermosa sonrisa, completando un gran hueco en mi corazón. Y después de casi media hora que llevaban platicando él y Tyler, me uní a la conversación.

Fuiste amable conmigo, y mientras reías a carcajadas yo sólo me limitaba a sonreír, porque era tímido, porque pensaba que me ibas a juzgar con esos penetrantes ojos café si cometía algún estúpido error. Pero no lo hiciste, sólo ignoraste lo que pensé que había hecho mal.

Entonces yo sonreí.

Y a la hora de su partida, quise pedirle su número para mantener contacto, pero dudé.

Estaba preparado, sólo debía decirle y listo.

Sólo debía actuar normal, sonreírle y pedirle su número.

Y entonces, cuando estaba listo para cualquier rechazo, lo imposible pasó: tú fuiste quién me pidió el número telefónico, no yo.

¿Estoy dormido, no?

¡Hey, Joseph! [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora