Capítulo 1.

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─Tu padre... ─Las temblorosa cuerdas vocales del destrozado albo se negaron a articular la autenticidad de la situación. Sencillamente, se trataba de algo demasiado atroz para el frágil corazón de una madre que debía continuar con la crianza de un hijo pese a la inigualable pérdida.

─Espera, ¿qué estás tratando de decir mamá..?─Arrasando con la tabla de cuatro patas que se mantenía en el centro con un móvil encendido, retrocedió apresuradamente ante la magnitud de la situación en la que ahora su futuro se veía envuelto.

Estaba consciente de las palabras que serían esbozadas por quien sollozaba entre el dolor y las gotas de sal.
¿Estaba realmente preparado para lo que eso conllevaba?
No quería atender la fulminante llamada del destino que ahora debería manejar.

─No es posible..Papá─ Un trago acerbo nadó estrepitosamente por su garganta.

─Cariño.. Perdóname, perdóname, es.. Mi culpa─ Rompió a lágrimas al fin.─Peleamos..Yo..Ah─ Finalmente el dolor consumió el insignificante rastro de cordura que su corazón guardaba.

Levantándose súbitamente del sofá, se desplazó al área principal de la morada y salió dejando atrás la puerta sin protección alguna sin molestarse en mirar atrás.

Poco a poco la delgada y encorvada figura fue desapareciendo en la lejanía de las calles del sector.

La tarde ahora había adoptado un melancólico y frío azul.
Vacío como el corazón de aquel que caminaba vociferando por las calles en las ruinas de la desesperación.

Los vecinos oían los desgarradores gritos del viudo que vagaba en busca del consuelo, pero nada podía hacerse por una vida que era besada por la muerte.

─Papá.. Él─ Hizo una prolongada pausa observando a la nada de su vacío mundo.─ Debe ser un error.. Él lo prometió, él estaría con.. Nosotros por siempre─ Desplomándose en el helado suelo de cerámica gris y armiño su cuerpo reposó exhausto, como si aquella joven vida fuese arrebata de un tirón.

Su futuro sería fuertemente marcado por el suceso de aquel viernes por la tarde.

°°°

[Algunos meses después]

─¿Puedes pasarme aquel plato cariño? Ya casi es la hora.─ Mencionó el albino haciendo una simple seña con su zurda.

─Ah, sí, sólo dame un segundo.─ Retirándose de la ventana tomó rumbo en dirección a la cocina.

─Sabes, pareces las señoras de los barrios cuando buscan sobre qué cotorrear cual chismosas. Si sigues así te voy a desheredar Yuuichirõu.─ Replicó.

─Hey, no quiero dormir en la calle, sólo estaba observando a los Sena, al parecer ocultaban algo, unos hombres del S.C.S. llegaron de imprevisto a su casa debido a unas quejas por parte de otros vecinos del sector, dijeron que contrabandeaban algunos elementos que no estaba permitidos, escuché que la pena será alta.

─Realmente pareces una anciana chismosa.─ Dijo mientras ponía sus ojos en blanco.─ Sea lo que sea, eso no nos incumbe, ya se han presentado varios casos de ese tipo, nunca tuvimos problemas con las autoridades, no quiero que sea el caso. Esas cosas pueden darte ideas, no quiero que hagas algo estúpido.─ Mencionó con un leve tono de firmeza, como si de un regaño se tratase.

─Sí sí, mejor enfócate en practicar basketball o algún deporte, te estás encogiendo.─ Como si tratase de impresionar, estiró su brazo hasta los gabinetes donde permanecía la blanca losa de cerámica.

─Te voy a dar por la boca si sigues con tus comentarios─ esbozó una aterradora sonrisa mirándole a los ojos

─Uhm, lo siento.─ Pasando un trago entregó dócilmente los platos proclamados por la autoridad del hogar.

Habían transcurrido algunos meses posteriores al caótico suceso en la vida de la incompleta familia, que intentaba recuperarse de las heridas como un felino que regresa a su hogar.

El S.C.S por sus siglas "Sistema de Corrección Social" era un ente encargado; como su nombre hace honor, de corregir comportamientos que atentaran en contra de la soberanía del estado, bárbaros como los antepasados de los libros de texto de polvorientas bibliotecas, no tenían piedad ni titubeaban al reprender a aquel que pretendiera cometer cualquier hecho punible.

Graciosamente, en lo más interno del "perfecto" sistema, como en todos los gobiernos, había un oculto porcentaje dedicado a la corrupción.
Cosas inimaginables eran manipuladas y llevadas a cabo en lo más recóndito de las instalaciones pertenecientes al estado.

Pero todos debían callar, si nadabas de forma contraria a la marea, rápidamente eras captado y por consiguiente, "depurado".

Dicha palabra tiene muchos significados.
"Limpiar", "corregir" la sociedad comúnmente prefiere darle un significado menos grotesco y cruel del que realmente posee. Pero ésta realmente no era la verdadera cara tras la moneda.

"Muerte", "tortura", "agonía", "violación". Cualquiera de los mencionados términos podían usarse para hacer alusión perfectamente a lo que depurar significaba.

Sólo ellos tenían la potestad de ser diferentes, ¿correcto? Todo aquel que viviese en el interior de aquella lineal ciudad debía seguir las pautas al pié de la letra.

─¿Tienes buen apetito hoy? Últimamente te noto algo decaído. Podrías ingresar en alguno de los grupos de actividades que ofrece el ayuntamiento Yuu.─ dijo mientras servía un cargado platillo de humeante lasagna.

─Ah, lo siento, quizá sólo he estado algo distraído, no deberías preocuparte tanto mamá.─ obsequiándole una cálida sonrisa, tomó el pesado plato con el caldeado contenido.─ Además.. Siento que se me va a derretir el estómago con ésta cosa. ¿me quieres ver el hospital? Mejor ponle mata ratas.─ recordó un cómic que había estado leyendo.

─A veces quiera ser huérfano de hijo.─ replicó.

─Qué cruel eres, te vas a arrugar por ser así.─ tomando el metálico cubierto, tomó una porción y la llevó a su cavidad bucal.

Y así de forma amena, ambos degustaron una cena en un ambiente lo más familiar posible.
Posteriormente cálido momento, luego de recoger la mesa y limpiar los utensilios cada uno tomó rumbo hacia su alcoba personal.

─Huh, hoy hace frío, parece que lloverá pronto.─ retirando las ligeras prendas, permutó con las que permanecían dobladas pulcramente sobre la simple cama.─ bien, ya casi será hora de dormir.

Cumpliendo con la rutina de preparación antes de encaminarse al mundo de los sueños, partió del elegante baño y se lanzó de lleno cual estrella en la arena sobre las blandas cobijas que arropaban su piel.

─El jardín..─ Recordando momentos pasados, como un flasback, la evocación del magnífico paraíso nubló su mente ocupándola en su totalidad.─ Hace ya tanto que no voy a ese lugar. De igual forma.. Ya no vale la pena. Nada es igual ahora, puedo poner en riesgo a mamá, quizá─ Recordó el acontecimiento anterior a la cena.─Quizá deba destruirlo.

|ESTRELLA VESPERTINA| [Fanfic Mikayuu] BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora