─Maldici...─ No consiguió terminar la palabra, frente a él ya se encontraba el ario mirándole con una expresión vacía. Era simplemente hermoso, pero carecía de emociones en su rostro inmaculado.
Sintiéndose aterrado por lo desconocido, se arrastró torpemente hacia atrás igual que lo haría un crustáceo en la arena luego de ser alertado por un depredador.
En un mecanismo de defensa, se cubrió con ambos brazos y rodeó su cabeza esperando lo que debiese suceder; ¿un golpe? ¿una mano tocándole? ¿un tronco impactando contra su cabeza? Realmente existían muchas probabilidades de lo que podía ocurrir.
Hiperventilando, paulatinamente fue moviendo sus brazos hasta conseguir un pequeño espacio de visión. Para su sorpresa, toda la película que había creado en su imaginación fue totalmente contraria a la realidad.
Ni golpes, ni manos, ni ramas, simple y llanamente un nada.
Sí, nada ocurrió. Tan sólo el contrario permaneció estático observando todo lo que el de cabello lignito hacía.─¿Tú.. No me harás nada?─ dijo titubeando.
El rubio le miró aún de forma indiferente, ladeando su cabeza hacia el lado derecho, parecía no entender el mensaje que Yuuichirõu esperaba respondiera.
Confundido se levantó lentamente separando sus glúteos del follaje, ahora estaban mojados provocando que la prenda se tornara levemente transparente.Al darse cuenta de esto, como reacción inmediata por la vergüenza, deslizó nerviosamente sus manos cubriendo la zona comprometedora.
Aunque si somos sinceros, no sería gran inconveniente, el único espectador parecía no entender absolutamente nada, y probablemente le diese igual.─Tsk.. Qué problemático, hey, no me mires así, me siento incómodo.─ Chasqueó su lengua como señal de molestia.
Y aquel que yacía frente a él se mantenía igual; indiferente.
─Parece que es inútil, ¿uh? diga lo que diga no lo vas a entender.─ posterior a dichas palabras, vociferó la primera letra del abecedario a un nivel moderado, ligado a un suspiro desde lo más recóndito de su pecho.─ ¿Por qué tengo tan mala suerte? Sólo deben pasarme éstas cosas a mí.
Miró al cielo en busca de alguna señal.
─¿Por qué no me sacan de éste lugar? ¿quién es él? Qué..─ Cayó de rodillas hacia los verdes cabellos cuyo rocío era pintado por las acuarelas de la noche.─ es lo que quieren que haga.
Sorprendido por el toque de una mano fría que reposaba en su hombro, rotó su cabeza hacia atrás como lo haría un ave, y observo que estaba el extraño mirándole de una forma muy graciosa.
Parecía intentar imitar la expresión que Yuuichirõu mantenía plasmada en aquel momento.Esbozando una fuerte carcajada, rodeó su abdomen con ambas manos y se acurrucó.
─H-hey, no hagas eso. Si supieras lo extraño que te ves, jamás en tu vida lo harías de nuevo.─ retomando el aliento, apoyó sus manos en el herbaje, y se puso de pié frente al rubio.
Observándole detenidamente de pies a cabeza, intentaba conseguir respuestas del paradero del extraño chico frente a él. Parecía de su edad, pero era muy poco probable, siquiera parecía ser humano.
─¿Al menos tienes un nombre? No lo sé, como una placa, así como un perro o un gato.─ dijo examinando su cuello.─ bien, parece que no hay nada, esto realmente es inútil.─ mencionó algo enfadado.
─Demonios, mira, yo me llamo Yuuichirõu, ¿entiendes?─ dijo llevando sus manos hacia sí mismo, intentando señalarse. ─Así, YUU - I - CHI - RÕU. ─movió sus manos al igual que lo haría un mimo en una presentación.
Esperando una respuesta, un silencio profundo nubló el ambiente a su alrededor. No, no había ninguna respuesta. Hasta un niño sería más inteligente, ¿qué edad tenía? ¿5 años?
─Parezco un idio─ interrupiendo sus palabras, una hermosa voz llenó sus oídos.
─M-mik..Mika..e─ titubeó con mucha dificultad. Su rostro al fin había adoptado una expresión. Parecía realmente desesperado por decir lo que se asemejaba a un nombre. Era notable que quería hablar.
─¡Ah¡ ¡Tú sí que puedes hablar! Pero espera, espera, tranquilo.─ dijo tomándole de ambos hombros.─ Dilo lento, ¿sí? ¿entiendes? Lento.─ alargando la última palabra para hacerla sonar bastante retardada.
El contrario le observó aún de manera ansiosa, y abriendo su boca en un intento de hablar, nuevamente lo intentó más despacio.
─M-mika..Mikae..Mikae..¡M-mikaela...!─ Luego de varios intentos parecía al fin haber dicho su nombre como deseaba.
─¿Mikaela? Qué nombre tan peculiar, jamás lo había escuchado antes.─ mencionó con una sonrisa alejándose un poco del ahora conocido como Mikaela.
Observando el amplio empíreo que ahora se tornaba de colores fríos, dejó salir un pequeño suspiro dedicando nuevamente su mirada al de cabello claro.
─Ya se está haciendo tarde, en unos minutos tendré que marcharme.─ dijo señalando la única salida existente.
Recordando la imposibilidad de entender lo que decía, colocó su diestra en su pecho mientras que la zurda apuntaba hacia la salida.
Y así, haciendo una seña con su dedo medio e índice, semejó a una persona caminando en dirección a la salida.─Creo que eso es más que suficiente para que entiendas. Debo irme ¿vale? Así que por favor no salgas de aquí. ─observándole de manera estricta, se dio la vuelta y caminó en dirección a su destino. Pero el sonido de algunas ramas rompiéndose detuvieron sus pies.
Dándose la vuelta bruscamente, notó la presencia de Mikaela justo detrás suyo, persiguiéndolo cual pequeño patito en un estanque lo haría con su madre.
─Hey, no puedo traerte a casa, debes quedarte aquí ¿bien? O regresar de dónde viniste, eso sería un poco mejor para mí.─ como un flashback, vino a su mente la escena en su habitación.
Destruirlo
Destruirlo
Destruirlo
Destruirlo...─Agh.. Maldición, mi cabeza duele.─ llevó ambas manos hacia su rostro.─ realmente es mejor si te vas, yo.. Debo hacer algo muy malo.
Continuó su camino, pero aún sentía la presencia de otros pies que le perseguían.
─¿No entiendes lo que quiero decir?─ vociferó.
Un silencio abrasador llenó el jardín.
─ Uh.. Lo siento, sólo estoy cansado por el día de hoy. Por favor no salgas hacia éste lado, de lo contrario.. Voy a tener que tomar medidas serias. Vuelve a tu hogar.
Mikaela le miró confundido, pero al parecer comprendió el desesperado mensaje de "prohibido salir"
Y como lo haría una mascota regañada, se sentó en el suelo mirando hacia la dirección en la que su amo se retiraba rápidamente, viendo como las hojas del jardín se cerraban tras el grueso muro de cemento que daba al grisáceo mundo del único ser que los ojos del rubio habían visto.
Lo último que pudo observar fue grandes gemas verdes tan brillantes como el follaje de un bosque en primavera, desaparecer.
ESTÁS LEYENDO
|ESTRELLA VESPERTINA| [Fanfic Mikayuu] BL
FanfictionYuuichirõu vive en un mundo totalmente gris, carente de alegría o algo diferente, un sistema de doctrina social que sofoca su vida. Pero oculta un profundo secreto. Un jardín trasero del que sólo conocía existencia el joven azabache, un vergel propi...