La alarma del móvil sonó a las 5:00 a.m. Niall se levantó perezosamente. Normalmente, no habría hecho caso del despertador, pero ese día era muy importante. Iba a ser el último día, en un tiempo, en el que vería a la chica de la que está enamorado. Se vistió y desayunó. Las 6:07. Salió en dirección al aeropuerto. Cuando llegó eran las 6:45 horas. Se encontró con Annie y su familia en la cafetería.
-¡Buenos días! – les saludó Niall.
Todos le respondieron.
-¿A qué hora sale el avión?- preguntó.
-A las 8:00.- Contestó Annie, apenada.
-Oye, Bob, ¿por qué no vamos a dar una vuelta por el aeropuerto y llevamos a Noah a la tienda de regalos?- propuso Susan.
-Está bien.- refunfuñó Bob.
-¡Bien! ¡Regalos, regalos!- celebró la pequeña.
Los tres se alejaron. Dejando a Niall y a Annie solos. Se abrazaron.
-Te voy a echar mucho de menos.-Annie rompió a llorar.
-Y yo.-el chico se aguantaba las lágrimas.
-Prométeme que vamos a hablar todos los días.
-Te lo prometo, Annie. Todos, todos los días.
Juntaron sus labios.
-Te amo, mi irlandés.
-Y yo, mi princesa.
Volvieron a unir sus labios para fundirse en un nuevo beso. Con más pasión. Más deseo.
-Toma, te he traído un regalo. Para que me recuerdes.-Niall rebuscó en su pantalón trasero y sacó un estuche de terciopelo negro. Se lo entregó a Annie. Lo abrió y sacó un colgante de oro, con un corazón en el que ponía: A&N.
-Me encanta. Muchísimas gracias.-le besó.- ¿Me lo pones?
Niall asintió, cogió el colgante. Annie agarró su melena y se la llevó a un lado, para facilitarle el trabajo a Niall.
-Ya está.
-Gracias. Te quiero.
-Yo más, rubia.
Se besaron.
-¡Annie! ¡Annie! ¡Annie!- gritaba alguien.
Se giraron y vieron a Lilly, agotada, por correr a demasiada velocidad y mucha distancia.
-¡Tía! ¿No te pensabas ir sin despedirte, no?
Las dos chicas se abrazaron.
-Te voy a echar de menos, Lils.
-Y yo, Anis.
-Bueno, creo que ya es la hora.-dijo señalando a sus padres, que le hacían señas para que fuera.
-Adiós, Annie. Te quiero.-se besaron Niall y Annie, seguido de un abrazo.
-¡Anigüicha!- gritó Lilly, emocionada.
-¡Lichorrita!
Las dos amigas se abrazaron.
-Bueno, adiós chicos. Os quiero.
Los dos amigos vieron como Annie se iba alejando, hasta desparecer al doblar una esquina.
-¿Y ahora qué?- preguntó Niall.
-Bufff… Yo he quedado con John. Si necesitas compañía o algo llámame, Niall.- la chica se fue de allí.
Niall se sentó. No podía creer que la hubiera dejado escapar. No la iba a volver a ver en meses. Ya echaba de menos sus besos, sus caricias, sus ojos, su risa. La quería demasiado. Y ya no estaba. Se había ido. Niall se levantó y fue hacia el aparcamiento. Cogió el coche y fue a casa de Liam.
Una vez allí, se sentó con su amigo en el sofá.
-Bueno, dime. ¿Qué pasa?
Niall rompió a llorar.
-¡Se ha ido, Liam! Joder, ¡se ha ido! La he perdido.
-¡Hey! ¡Hey! Tranquilo, ¿quién se ha ido?
-¿Quién va a ser? ¡Annie!
-¿A dónde?
-¡A España! ¡Para siempre!
-Lo siento.
Niall no podía hablar. Quería llorar. Gritar. Soltar todo lo que tenía dentro. Al final, se quedó dormido.
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Dreams.
FanfictionNo quería perderle. ¿Pero a caso tenía otra opción? No. ¿Encontraría alguna vez a alguien como él? No. ¿Se volvería a enamorar? No. ¿Volvería a mirar a alguien como le miraba a él? No. ¿Por qué le dejó ir? Sencillo. A veces, "para siempre" no signif...