Empowered

Capitulo 1

-Levanta esos brazos Katy.

Erin se encuentra a un lado de la pirámide diciéndoles a los integrantes que hacer con vista severa. Su pelo castaño claro se mueve al compás del viento y su pequeña falda de animadora se levanta un poco, luce como toda una dictadora desde su posición, con sus brazos en forma de jarra y el ceño fruncido.

-¡Vamos! No es tan difícil.

Dice poniendo una de sus manos sobre su frente con exasperación.

-Bájenla.

Los chicos escuchan el mandato y de inmediato Katy se encuentra en el piso.

-Lo lamentó tanto. Es que estoy algo mareada.

Erin pone una mano frente al rostro de Katy pidiéndole de esa forma que haga silencio
–Hace días que la paciencia se le había terminado con ella – y corre hasta dos de los chicos del escuadrón que están parados expectantes, quienes al verla rápidamente la toman y la alzan por su delgada cintura, realizando así una perfecta pirámide de dos personas en la base; como si hubiese estado planificado, ambos chicos giran y la dejan en el piso nuevamente.

Katy luce avergonzando.  La agilidad con la que Erin ha subido y bajado la deja con los ánimos por el suelo luego de media hora de ella haber intentado hacer lo mismo en una pirámide de cuatro personas.

-Si no puedes subir a la punta de la pirámide para final de la semana entonces deja tu uniforme encima de la banca frente a mi casillero en el vestidor.

Los ojos de Katy se llenan de lágrimas. Ella no quiere ser expulsada del equipo, pero, ¿que más podía hacer? Si le aterran las alturas.

Pero claro... que a la dura y fría capitana del equipo hoy eso le daba igual. Hace más de un año que la había descubierto y simplemente la había ayudado poniéndole piruetas cerca del suelo.

¿Que había cambiado?

-Erin...

-A las duchas.

Grita Erin rompiendo fila. Todos se van excepto Katy, que se queda parada de brazos cruzados frente a ella con expresión dolida.

-¿Por qué haces esto? Sabes que le temo a las alturas.

Erin se mira las uña de las manos con desinterés.

-Debiste de escoger otro deporte entonces.

Dice como si no fuera gran cosa.

-Este es el que me gusta.

Responde Katy con enfado.

-Lastima.

Erin se eleva de hombros y comienza a caminar hacia los vestidores. El gran campo verde se encuentra solitario. A esta hora ya los jugadores de fútbol se han marchado. A Erin le gusta venir cuando ya se han ido porque así las porristas tienen el estadio para ellas solas y no tienen que luchar por robar un poco de espacio.

Es una lastima que solo pueda conseguirlo una vez a la semana.

-¿Haces esto por ellos verdad?

Grita Katy, sorprendiendo por completo a Erin, quien se da la vuelta lentamente y la observa con enfado dejando su máscara de frialdad a un lado.

-Te dije que te alejaras y no hiciste caso.

-Son mis amigos.

Le responde Katy con angustia.

-¿Por que no puedes entenderlo? ¿Que tiene de malo que me junte con ellos?

-Son raros Katy y me causan escalofríos.

"Además de que siempre tienen esa mirada... extraña sobre mi. Como si esperaran algo y eso me aterra"

Piensa Erin, pero no se atreve a decirlo en voz alta y planta en su memoria el recuerdo del grupo de personas por las que están discutiendo. En total son cinco, conocidos como los lunáticos. Todo el tiempo están a parte, como si relacionarse con alguien fuera un pecado, se dice que andan por los cementerios de noche y tienen un aire de misterio que la mata de curiosidad, pero que a la vez la llama. Lo cual le da mucho más miedo.

Erin se acerca a Katy, su rostro redondeado se encuentra contorciendo de dolor. Ella no quiere lastimarla, han sido amigas desde hace muchos años.

-Solo quiero que entiendas que los populares tienen que andas con populares, los nerds con los nerds y los raro... ¿que más decir?... con los raros.

Katy se quita un mechón de pelo rubio que se pega a su cara por culpa del viendo y contrasta la voz dulce de Erin con una más sería.

-Te vas a arrepentir.

Dice echándose a caminar lejos de la capitana del equipo y yendo directo a los vestidores sin siquiera mirar atrás. Erin sigue sus pasos con un lento andar y entra queriendo ir a buscar sus cosas para regresar temprano a casa, en el proceso se da cuenta de que todos se han ido; Cuando está a punto de sacar lo que necesita de su casillero nota algo sobre la banca que se encuentra delante suyo... una mota de ropa con una hoja de papel doblado en frente.

"El miedo es nuestro peor enemigo"

Lee con ojos muy abiertos.

¿Podría ser un poco más espeluznante?

Erin siente como los vellos de sus brazos se erizan, mira a todos lados y termina de cerrar la puerta de metal para salir de allí.

¿Como Katy se ha quitado el uniforme tan pronto?

Es la única pregunta que se asoma en su cabeza, mientras camina por los pasillos de la escuela para llegar al estacionamiento. Algunos pensarían que a esta hora el lugar luce lúgubre, sin embargo a Erin eso no le causa miedo. Le agrada el silencio... lo oscuro.

Un sonido se escucha a su espalda. Erin se voltea con impresion, pero no ve nada y vuelve su vista a la puerta que se encuentra al final del pasillo viéndola cada vez más lejos aunque vaya caminando en su dirección. Otro sonido extraño llena sus oídos, y ella vuelve a dar la vuelta obteniendo el mismo resultando de antes... nada...

Erin siente como su cuerpo se llena de adrenalina. Algo en su interior le dice que corra y eso hace, comienza a correr como si la vida se le fuera a ir en ello y cuando está casi llegando a la puerta algo cae en frente suyo.

Erin temblando de los pies a la cabeza se acerca sabiendo a quién pertenecen esos jeans y blusa de moda, ella sabe todo lo que sus amigas usan, así que antes de terminar de llegar a ella ya está segura de que la persona ensangrentada es Katy. Un enorme grito emerge de su garganta, quiere salir de ese lugar, pero sus pies están clavados por impresión al piso.

No puede creer que sea Katy, su amiga de tantos años, con la que iba de compras dos veces a la semana, la que se encuentra tendida en el suelo con rostro grisáceo y ojos abiertos.

-Katy, por favor. Responde.

Dice dejando caer sus rodillas al piso e intentando hacerla reaccionar, cuando en realidad ya su cuerpo no tiene vida.

-¡Katy!

Vuelve a gritar llena de impotencia y dolor.

Erin siente como algo pasa por su espalda, se espanta y se voltea esperando ver que podría ser, pero en vez de eso siente un fuerte golpe en su nuca y luego ve todo negro.