4. Acercamiento

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Se levantó con bastantes ánimos, dispuesto a lo que sea con tal de poder acercarse aunque sea un poco a Kyungsoo, solo esperaba que no fuera tan difícil como creía.

Ingresó a la escuela con un semblante bastante alegre, localizó a Luhan saliendo del baño mientras empujaba la silla de Kyungsoo. Desde afuera se notaba que había movimiento en el salón... Tal vez podría hacer algo.

Justo cuando se decidió por ayudar a Luhan con el problema de todas las mañanas, este ya había ingresado y los papeles volaban de un lado a otro, mientras se escuchaban un montón de insultos. Se apresuró en ingresar al salón, las burlas continuaban mientras él se dirigía a su sitio. Se sentía un completo idiota.

No podía dejar que las cosas pasaran así, por eso antes de sentarse, aprovechó que Luhan estaba hablando por teléfono al fondo del salón para acercarse a él.

-Hola- saludó sonriente mientras Luhan guardaba su celular.

-Hola, Kai... ¿Qué ocurre?

-Bueno.... Estuve pensando en lo que dijiste... Y creo que ya es momento de hacerlo

- ¿A qué te refieres?- preguntó Luhan confundido.

-He decidido acercarme a Kyungsoo

Luhan lo miró inseguro, confiaba en Jongin, y lo hacía más después de la conversación que tuvieron ayer, sabía que era una buena persona, pero temía por Kyungsoo. Conocía a su amigo y sabía que el mínimo contacto con extraños lo asustaba... Sin embargo, confiaba en que Jongin le tendría paciencia y le agradaría bastante.

-Está bien... ¿Necesitas ayuda?

-Me gustaría que solo fuéramos los dos... Si es eso posible...

Tan solo habían pasado tres días desde el inicio de clases, pero Jongin era bastante observador como para saber que Kyungsoo pasaba todos sus recreos al lado de Luhan, y junto a otro castaño a quien llamaban Minseok.

Luhan asintió con pesadez, no debería de dejar solo a su amigo, aunque tampoco es como si estuviera bajo amenaza.

El profesor entró y ambos fueron a sentarse en sus respectivos lugares. Durante toda la mañana, Jongin se dio cuenta que Kyungsoo mostraba mucho interés en las matemáticas, sus ojos se veían diferentes cuando el profesor explicaba. Era el único momento en que podía verlo con la cabeza en alto y fuera de su propio mundo.

La hora del receso llegó. La verdad es que se sentía bastante nervioso, pudo ver la silueta de Kyungsoo estando en la mesa, veía a Luhan hablar con él, para luego buscar a alguien con la mirada. Imaginó que se trataba de él, así que le hizo señas para que se percatara de su presencia. En cuanto lo vio, Luhan se acercó a él mientras Sehun cuidaba a Kyungsoo.

-Lo dejo en tus manos- dijo Luhan- Estaré con Sehun en la mesa del frente por si necesitas algo

Jongin asintió, miró a Kyungsoo mientras comía tranquilamente, trató de serenarse, no entendía el porqué de su nerviosismo. Respiró profundo y con bandeja en mano, se acercó hasta la mesa de Kyungsoo.

-Hola- saludó sonriente- ¿Puedo sentarme?

Kyungsoo no volteó a mirarlo, siguió con su comida como si no hubiera escuchado nada. Jongin no se sorprendió, simplemente se sentó a su lado.

-Mi nombre es Jongin- silencio.

Empezaba a desesperarse un poco, tenía miedo de no agradarle a Kyungsoo. Entonces recordó lo que había visto en la mañana, una idea se le pasó por la cabeza, con cuidado sacó su cuaderno y lo puso sobre la mesa.

-Hay un ejercicio que no entiendo... ¿Podrías ayudarme?

Fue ahí cuando Kyungsoo levantó la mirada y sus ojos dejaron de ser tan sombríos. Miró el ejercicio bastante interesado, tomó el lápiz que Jongin le había dejado al lado y resolvió el ejercicio en menos de un minuto.

- ¿No puedes resolver algo tan fácil?- dijo Kyungsoo en su susurro.

Jongin, en vez de sentirse ofendido, se sintió alegre porque le dirigió la palabra. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Es que estaba algo confundido... ¿Me ayudas con uno más?

Kyungsoo alzó la cabeza para mirarlo, inclinando su cabeza hacia la derecha igual que la anterior vez. Ahora que lo tenía cerca, se daba cuenta que el bajito era bastante atractivo, su piel estaba bien cuidada y apostaría lo que fuera a que era Luhan quien lo mantenía tan impecable.

-Soy Jongin- dijo mirándolo a los ojos.

-Kyungsoo- susurró y una sonrisa se asomó en los labios de Kai.

La campana del receso sonó, vio a Luhan pararse apresurado, pero le hizo señas de que no se preocupara. No sabía el porqué, pero quería hacerlo el mismo. Así que, con sumo cuidado, se colocó detrás de la silla de Kyungsoo y empezó a empujarla.

El bajito se sujetó fuerte, quería a Luhan, pero solo optó por cubrirse la cara con las manos.

-Descuida, Kyungsoo... No te haré daño

A pesar que el bajito ignoró su comentario olímpicamente, Kai se sentía tranquilo. Ingresó al baño para así poder lavarse las manos y se encontró con una sorpresa para nada grata.

- ¡Oh! Kyungsoo, pequeño...

NINGUNO COMO ÉL (KAISOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora