Me puse muy nerviosa ante su pregunta, no pude encararla, así que solo observe mis pies.
— Penny, ¿te gusta mi hermano? — volvió a repetir su pregunta, como si no la escuche la primera vez.
— Bueno...tal vez me guste un poco— al levantar la vista y ver su cara de horror, trate de retractarme sin perjudicar mucho mi dignidad— digo, ¿a quién no le gustaría tu hermano?, con lo bueno que esta. Esta guapo, pero tampoco que sueñe con él, ¿por?
Y ahí va la primera mentira dicha a mi cuñada, no es que no le tuviese confianza pero temía que fuese un obstáculo para mi amor platónico. No le veo nada malo a mi amor, no es enfermo, ¿o sí?, además he visto en la televisión caso de parejas que son felices y eso que se llevan un buen de años, ¿Por qué no me puede ocurrir lo mismo a mí?
— Sí muy guapo y todo, me preocupaba que una niña buena como tú, lo mirara como ligue amoroso. Mi hermano no es la persona adecuada para una chica como tú.
Qué demonios, ¿Cómo debo tomarme esto?, ¿Qué se supone es una "chica como tú"?, ¿acaso me está llamando fea, o gorda?
— No soy tan buena— logre atinar, ya había salido de la tienda y estábamos dando vueltas por el centro comercial.
— Vamos por un helado— dijo ella sonriente, ajena a mi mala leche. Sin saber arruino mi día, ¿Por qué cree que no soy tan buena candidata para su hermano?, ¿acaso quiere una cuñada modelo?, o peor, alguien plástica como mi hermana.
— Lo que digas — estaba arrastrando mis pies, lo único que deleitaba mi vista era las tiendas que pasábamos y ver toda esa ropa, lo que aumentaba mi mal humor es saber que seguro no hay de mi talla. Es horrible estar pasada un poco de peso.
— Pediré dos helados de chocolate con fresa, Penny arriba esos ánimos, ¿no te ha gustado el vestido?, o ¿es aburrido estar conmigo? — hace un puchero
— Está bien, agrégale chispa de menta al mío. El vestido esta padrísimo y tu compañía es agradable, solo es que a veces soy amargada y me deprimo por cualquier comentario— admití en parte es cierto. Emily no es mala hasta ropa me compro, la del problema debo ser yo
— claro, ya hablaremos luego, busca una mesa
Mientras ella se fue a pedir la orden, busque una mesa. A lo lejos estaban un grupo de adolescentes como de mi edad, ellos se divertían, era un grupo de seis personas. Al parecer estaban en pareja, porque eran tres chicos con tres chicas, una de las chicas tenía una risa un tanto escandalosa. Otra le estaba pegando a su aparente novio, porque estaba eructando fuerte y haciendo bromas, el chico se colocó una pajilla en la nariz. Todos los demás estallaron en risa, la tercera chica se estaba maquillando, mientras que el chico que tenía en frente estaba muy entretenido con su celular. El último chico me sonrió, oh Dios, ¿se habrá dado cuenta que los estaba mirando fijamente? Aparte mi mirada muy avergonzada. Al rato llego Emily con los helados.
— Penny estas roja, ¿Qué te paso?
— Nada, gracias por el helado— tome el helado, y discretamente volví a buscar al chico de la mesa
— Así que nada— dice Emily con malicia, observando la misma mesa que yo— y... ¿Quién te gusta?
— ¿Qué?, yo solo estaba viéndolos porque son muy ruidosos, eso es todo.
El chico ya no me observaba estaba disfrutando de un trozo de pizza. Así que, ese es el panorama cuando sales con amigos. Yo solo tengo dos amigos, y los dos no se conocen entre sí, Sara mi amiga del instituto y Spencer el vecino del edificio del frente. Tal vez los debería juntar a ver qué pasa.
— Tierra llamando a Penny— me llama la atención Emily, cierto estoy en medio de una charla con ella. A veces me paso de despistada.
— Perdón solo pensaba que no salgo mucho y menos con mis amigos, sino fuese por ti y que me trajiste hoy no me hubiese dado cuenta.
— Qué triste, yo siempre salgo a divertirme— genial, ahora le doy lastima.
— Tengo 15 años, no creo compararme contigo, tal vez cuando crezca tenga más vida social-eso son las palabras que me repito siempre para no desalentarme
— Cariño yo desde los 13 salía a fiesta, ya se te voy presentar a algunas de mis sobrinas, primas y ahijadas
— ¿sobrinas?
— Si tengo dos, son gemelas tienen 16 años. Una se llama Hana y la otra Briana. Son hijas de mi hermana Kaitlyn
— Ah...— suspire aliviada no me gustaría tener una hijastra de mi edad, además no es posible mi vecino no me duplica la edad, me lleva solo 13, ¿Quién es padre a los 13?, no es posible, ¿o sí?
— Pareces aliviada por algo, tal vez del hecho de que conocerás gente nueva, ya verás te sentara bien la experiencia.
— Eso espero
Voltee de nuevo a la otra mesa y el grupo de chicos se había ido.
— Si los buscas, creo que se fueron al cine
— No los buscaba, solo me preguntaba porque se fue el ruido, eso es todo.
— Claro y mi cabello es negro
— No miento
— ¿Nos vamos?, tengo algo que hacer y "tus horas de clase", acabaran pronto
— Cierto, espero que mamá no se entere o me ira horrible.
— No te preocupes, es un secreto.
En el camino me dormí, y adivinen con quien soñé con mi vecino, él se me declaro en el ascensor pero después cuando lo iba a besar apareció el rostro del chico del centro comercial.
— ¿Qué sucede Penny?, ¿Por qué gritaste?
— Solo fue una pesadilla, lo siento
¿Qué fue eso?, yo soy fiel devota a mi vecino. Para aclarar estas dudas creo que debo de dar un paso muy importante, sin duda la próxima vez que vea a mi vecino le diré, ¡Hola!
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Tan solo dí, ¡hola!
HumorElla acudía todos los lunes y los miércoles a la misma hora, ha bajar el ascensor.¿Por qué razón vestía su mejor ropa esos días?, sencillo su despampanante vecino un empresario aparentemente soltero vivía al apartamento de al lado. Lucia su elegante...