Nuestro Pacto (Kellin Quinn y tú)

*Capitulo 50*

Capitulo 50: PENÚLTIMO.

(...)

Tomamos el primer taxi a casa y llegamos a los 30 minutos. Kellin me ayudó a bajar mi maleta y entramos a casa.
- Mamá, ya llegué -dije buscandola por todos lados.
- ¡Hija! -dijo mi madre bajando las escaleras y miránodme de arriba abajo-. Te ves diferente.
- Me siento diferente -hablé y ella me abrazó.
- Me alegra, hola cariño -saludó a Kellin.
- ¿Cómo estas Linn? -preguntó.
- Feliz porque ya están aquí, sanos y salvos, y cero nietos -sonreí-. ¿Cierto?
Reí nerviosa y asentí-. Cero.
- Perfecto, soy muy joven todavía para eso -mencionó y me abrazó otra vez-. ¿Te gustó Paris?
- Gustar es poco mamá, lo amé -dijo abrazando a kellin.
- Y también encontró novio allá -dijo Kellin y lo miré.
- ¿Novio? -preguntó mi madre- ¿Quién? -fulminé a Kellin con la mirada y él arqueó una ceja.
- Se llama Josh -respondió él mismo- era guapo y tenía labios sexys... ¿verdad?
- Ah, sí ese que me besó y le gustaron mis labios -lo desafié.
- ¿Besaste a otro chico? -preguntó mamá.
- Si -sonreí-. Me agradó -sonreí a Kellin.
- No tienes idea -respondió Kellin y mi madre nos observaba.
- ¿Tuvieron sexo? -preguntó mamá haciéndonos sonrojar a ambos.
- Ah... ¿y la tía? 
- ¡_______ Maslow ! -gritó.
- ¡Mamá! eso no se pregunta -fruncí el ceño.
- Saben, creo que Anne me espera en casa, sí me lo permiten...-dijo dando paso a paso hacia la puerta.
- ¡Tú no te vas, explícale a mi madre! -dije jalándolo de la camisa y él solo observó a mamá con sonrisa inocente.
- Yo bueno, cuando... una abejita... ama a una abejita mujer... bueno...
- ¡Cállate Quinn ! -mencionó mi madre.
- ¡Ay! sólo fue poquito -dijo colorado.
- ¿Poquito? ¿y cómo es eso? -preguntó mi mamá.
- Esteh... tengo hambre -dije con media sonrisa- no te agradará saber que comí mucho pastel, ¿por cierto me compraste algo por mi cumpleaños?
Ella entrecerró los ojos y negó con la cabeza-. Si, está en tu cuarto -dijo y tomé a Kellin de la mano y corrí. Amaba los regalos, quizá porque no los tenía muy seguido. 
- ¿Emocionada? -preguntó Kellin.
- Para nada -sonreí y abrí la puerta. Kellin entró y comenzó a correr hacia las bolsas que habían sobre la cama. Tomó la caja enorme y me dijo que la abriera primero. Yo estaba tan ilusionada, no sabía qué sería lo que me regalarían. La agité y luego de que él me retara a quitármela me dejó abrirla, creo que me pude haber vuelto loca, al instante en que lo vi, era un ukulele.
- ¡Ah!, ¡ah! ¡un ukelele! -dije emocionada-. ¡Dios! -toqué un poco-. ¡Y esta afinado!
- ¿Sabes tocarlo? -preguntó Kellin.
Lo acomodé-. Do, do, do, do, do, do -dije tocando un poco y él alzó la ceja-. If this is love, love is easy... it's the easiest thing to do, if this is love, love completes me... -comenté a canturrear y él me miraba fijamente.
- No sabía que podías cantar -susurró y yo seguí.
- A simple equation with no complication to leave you confused, if this is love, love, love -seguí cantando.
- Is the easiest thing to do -completó él y sonreí.
- Do, do, do, do, do, do, do -terminé.
- ¿Qué fue eso? -dijo impresionado.
- McFLY -sonreí a medias y dejé el ukelele de lado.
- Es bonita -respondió él y yo asentí. Comencé a abrir las otras cajas y no sé si mi madre quería darme el mejor cumpleaños de mi vida pero me había regalado todo en torno a ellos, el libro, sus primeros discos, sí... mi madre me amaba.
- Hey, yo pensaba regalarte esta camiseta -dijo Harry sacando una camiseta de una bolsa.
- Te ganaron -reí.
(...)
Caminabamos por los pasillos de la escuela, de regreso a mi triste realidad. Entré al salón de clases y ella estaba ahí.
- Oh, no te comió la tierra gorritos, que lastima -dijo Trisha.
- Hubiera decidido quedarme donde estaba pero tuve que regresar a ver la cara de los jodidos -mencioné con media sonrisa, estaba de buen humor y no quería que ella lo arruinara.
- Jodida la que te dieron a ti -comentó ella, en ese momento la fulminé la mirada y caminé hacía ella.
- Esa misma jodida es la que tú quisieras que te hubiese hecho Kellin querida -en ese momento todos inundaron el salón con un 'uhh', ella ardió.
- ¿Disculpa? -preguntó ella claramente furiosa-. Mejor cállate Maslow tú sabes perfectamente que me he follado a chicos mejores que él -dijo empujándome.
- Exacto... a todos excepto a él -gruñí- ¿duele?
- ¡No sabes con quien te estas metiendo gorritos! -se acercó a mi, lo suficiente.
- Oh, sí que lo sé. Con una chica que le tiene envidia y celos a la rechazada del colegio, que tiene de novio al coreback del equipo de football que nunca le hizo caso a la otra -me sentía tan libre, desde hace mucho tiempo quería sacar esto, honestamente no me sentía muy bien.
Ella me jaló de la blusa y me empujó contra la puerta golpeándome la cabeza-. Repite eso y morirás, _____ -gruñó y volteó a estrujarme contra ésta-. Estás muerta -dijo y me golpeó el rostro. 
Argh, eso sí que dolio. No le haría lo mismo-. ¿Qué ganas haciendo esto Trisha? ¿Qué ____ te quiera? ¿qué te ame así como me ama a mi? -su respiración se agitaba, y mi cabeza comenzaba a dar vueltas-. Ni en tus mejores sueños Baker. -me safé-. ¿Crees que no sé que siempre has estado enamorada de él? -comencé a caminar.
- ¡Eso es mentira! -gritó.
- ¡Entonces para qué sigues con estas cosas! -grité y ella se acercó a mí empujándome de nuevo, no pude agarrarme de nada por lo que tropecé y casi me voy de bruces-. ¿Eso es lo que quieres? -pregunté girándome-. Me has dañado suficiente, pégame siquieres... pero eso no hará que Kellin esté contigo.

- ¡Eres una perra! -me gritó-. ¡Kellin es mío, ¡mío!, ¡siempre fue mío! ¡mi vida no sería así, sí no te hubieras metido! ¡lo único que causas es lastima! -yo reí a carcajadas.
- Tus palabras ya no me hieren sí eso intentas hacer -mi respiración se disminuía-. Niños con cáncer sonriendo, y tú diciendo que tú vida es una mierda porque un hombre no te quiere -oh, no. En eso comencé a respirar repetidamente, me faltaba aire. Y no era por su agarre, venía algo malo.
- ¿______? -preguntó Trisha mientras me tomaba por las solapas de mi chaqueta y me agitaba- ¡Reacciona! -se quejó y comenzé a ver todo oscuro a mi alrededor.
- Llama a... -dije y de repente... todo se apagó.
(...)

- ¡____! ¡bebé, reacciona! -sentía unas calidas manos en mis mejillas, las sirenas sonaban. Abrí lentamente mis ojos y no veía absolutamente nada, todo estaba borroso. Sabía que Kellin estaba aquí, mas no podía verlo. Sentí que me tomaron de los costados y me pasaban a una camilla, no entendía nada de lo que pasaba.
- ¡Sigue consciente pero està por sufrir un shock! -decían a lo lejos, a penas podía sentir lo que pasaba. ¿Mamá? ¿Kellin? ¿Tía? ¿Qué está pasando? Trataba de moverme, pero todo debajo de mí comenzaba a desaparecer.
- ¡No me dejes! -escuché la rasposa voz de Kellin a lo lejos, de pronto las puertas de cerraron y no pude escuchar más que los medicos hablando.
(...)
Un escalofrio corrió por mi tersa piel, di un fuerte respiro y delicadamente abrí mis ojos. Todo era borroso, tenía cables y vendajes por todos lados, ¿me demonios me había pasado? 
- Despertó -escuché a lo lejos a mamá.
- ¿Qué es todo esto? -pregunté asustada.
- Escucha mi niña, sufriste un fuerte shock... te hicieron un transparente de médula osea de emergencia... casi morías -dijo con ojos rojos- pero, te recuperarás -aseguró moviendo mi cabello.
- ¿Qué? osea que...¿ya no me esconderé más?, ¿estaré bien mamá? -pregunté ilusionada.
- Tendrás que estar en tratamiento.
- ¿Me curaré? -volví a preguntar.
- Si todo sale como el doctor asegura... sí -respondió y yo sonreí como jamás en la vida lo había hecho, incluso las lágrimas se desbordaban por mis ojos.
- ¡Mamá! -dije y ella me abrazó.
- Si, mi amor, te curaras -dijo con lágrimas en los ojos, mi corazón se aceleró.
- ¡Oh Dios! -sonreí-. ¿Donde está el donador? quiero conocerlo mamá ¡llevame! -pedí.
- Espera, necesito saber sí puedes, estas debil y tu donador esta en recuperación también, no es fácil donar una médula osea -habló.
- ¡Pues ve! -dije emocionada, quería agradecerle todo.

*Narra Kellin*
Caminaba por los pasillos del colegio, había un gentenal en el salón de ____. Me extrañó un poco, y decidí entrar.
Cuando me di cuenta, noté que Trisha estaba pálida sosteniendo el cuerpo de ____, la aparté de golpe y ella me miró horrorizada.
- ¿Qué le hiciste? -grité.
- ¡Nada, ella se desmayó! -dijo en su defenza.
- ¡Argh! -gruñí y la cargué en mis brazos-. ¡Que esperan! ¡Hablenle a una ambulancia! -grité exasperdado mientras salía con ella en mis brazos. Al parecer ya había llamado a una, las sirenas se escuchaban a unas cuadras atrás. La ambulancia llegó y tomaron a ____ y la subiron.
- ¿Subiras? -preguntaron. No respondí cuando ya estaba arriba.
- ¡____- ¡bebé, reacciona! -pedía, mientras ponía mis manos en sus mejillas.
Las personas allí comenzaban a darle resusitación por lo que me hicieron alejarme, tuve que cerrar los ojos pues o podía verle de lo mal que me sentía-. ¡No me dejes! -gruñí con lágrimas en los ojos. 
Llamé en el camino a Linette, cuando llegamos ella ya estaba allí.
- ¡____! -gritó.
- Apartence porfavor -pidió un enfermero, mientras la llevaban a urgencias.
- ¡No me dejes! -grité cuando los vi que cerraron esas puertas. No me podía sentir peor, Jess la tía de ____ me trataba de calmar.
- ¡Kellin tranquilo! -decía abrazándome, tratando de hacer que yo no atravesara las puertas y entrara al quirófano solo para tomar su mano-. ¡Kellin!
- ¡No quiero que muera, no puede morirse no! -gritaba.
- ¡No se morirá cariño! -dijo Linn. Mientras terminaba de llenar una tabla con los datos de____Allie. En eso un medico venía nuestra dirección.
- Lamento que esto sea así de prisa, pero necesitamos hacerle un trasplante de médula osea urgente.
- ¿Y eso es grave? -pregunté.
- Es necesario, para que viva, ha entrado en un shock -habló-. Necesito alguien compatible con ella, en este momento.
- ¿Linn? -la miré.
- Nosotros no somos compatibles -anunció y miró a su alrededor.
- Nosotros hemos buscado entre los pacientes del hospital pero tampoco hay compatibles -respondió-. ¿Qué edad tienes muchacho?
- Si soy compatible, tomen lo que sea de mí, lo que sea se lo daré -dije asustado.
- Kellin, es muy arriesgado -dijo Jess.
- No me importa, quiero que ___ viva -dije tapando mi rostro.
- El único compatible es su papá, pero está en Minnesota -dijo Linn.
- Pues, acompañenos a hacerte los estudios -seguí al médico hasta un laboratorio.
Me hicieron los estudios necesarios, ni siquiera pude llamarle a mi madre, Jess estaba avisándole mientras que a mí me preparaban para la cirugía, estaba nervioso, pero no por mí, sino porque lo hicieran ya. No quería que_____ muriera en la espera. 
Me recostaron en la camilla y entré al quirofano. Miré a mi derecha y ella estaba allí, tan pálida, fría, dañada.
- Date la vuelta -pidieron y lo hice-. Sentirás unos pequeños piquetes, te vamos a dormir ¿estas listo? -preguntaron.
- Siempre -hablé. Di un fuerte respiro.