*Capitulo 14*

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- ¿Interrumpí algo? -entró Kellin.

- Nada hijo ¿Ya comiste? -dijo acomodando el cuello de su camisa.

- Comeré con ____ ,mamá -dijo mirándome dulce.

- Muy bien, pues provecho y que les vaya muy bien, fue un gusto conocerte, ____.

- Gracias, el gusto es mío, Ana.-nos despedimos y salimos de la casa, la mia no quedaba tan lejos, quedaba a 5 calles de ahí.

- Vaya, mi mamá te quiere -dijo él y yo sonreí. 

- Es agradable,dulce... ¿Eres adoptado, verdad? -pregunté y él rió-. Mentira, te pareces a ella en eso.

- Sí, todos salimos a ella, es muy buena persona.

- ¿Y tu padre? -pregunté.

- Nos abandonó.-se me hizo un nudo en la garganta, no sabía que estaban divorciados.

- Oh, lo siento no debí...-interrumpió.

- No te preocupes, no me afecta -suspiré aliviada y decidí cambiar de tema.

- No te asustes con mi mamá y mi tía, ellas suelen ser un poco...-buscaba la palabra indicada.

- ¿Burlonas? 

- Sí -reí.

- Está bien, no me molesta que crean algo que no es, como... que sea tu novio -dijo y yo me puse roja. 

- Saben que no eres mi novio, así que... no hay que preocuparse -sonreí. Llegamos a casa y, apenas entré, mamá y mi tía pasaban hacia la cocina. 

- ¡Oh por Dios, ____ trajo a su novio! -gritó mi tía. 

- ¿No que sabían que no era tu novio? -preguntó él en un susurro cuando me vio pálida de la vergüenza.

- ¡Tía! -exclamé.- Lo siento...-susurré, él sólo se empezó a reír.

*Narra Kellin*

- Hola adorables señoritas, soy Kellin Quinn ... "novio" de _____ -sonreí y estreché sus manos y luego besé sus mejillas.

- No eres mi novio -respondió ella y yo sonreí.

- No, pero sé que te gustaría -dije y ella se puso roja y miró el suelo. "A mí también me gustaría" pensé. 

- En fin, ¿Ya hay de comer? -preguntó cambiando el tema y entrando a la cocina.

- Supuse que traerías a tu novio, entonces decidimos hacer lasaña -le contestó su mama, yo reí al escuchar la palabra ''Novio''.

- Oh, pasa siéntate, cariño -dijo su tía.

- Sí, claro.-bufó.

- Sé que lo disfrutas.-le dije al oído.

- No, no lo disfruto -dijo ella, note que estaba un poco avergonzada.

- Yo sí -respondí y ella me dio un golpe bajo la mesa-. En serio -susurré y ella desvió la mirada.

- Entonces... ¿Desde cuándo salen? -preguntó su mamá y yo miré a _____.

- Mamá no...-la interrumpí.

- Hace 3 meses -respondí sonriendo.

- ¡____! ¿Por qué no nos habias contado? -exclamó su tía, mientras nos servían nuestro pedazo de lasaña, en realidad olía bien.

- ¿Será porque no salimos? -dijo ella.

- Claro que sí, amor. Me haces sentir mal al negarlo -dije haciendo una cara de perrito abandonado, ella se puso roja, por una parte no sabía si era de pena o de enojo.

- Aw, _____, tu novio es tan lindo -dijo su mamá sentándose.

- Gracias señora, pero las lindas aquí son todas ustedes -mencioné y ______ encajó el tenedor en su lasaña. Creo que había pasado el límite. 

- ¿Hija? -dijo su tía y yo la miré.

- Bien, lo siento -susurré y miré a su familia-. Sólo somos amigos... -aclaré y seguí comiendo la lasaña, la cual estaba deliciosa.

- Pero mira qué gracioso eres, Kellin -dijo fulminandome con la mirada.

- ¿Les digo algo? -dijo su madre, a lo que asentimos.

- Harían una hermosa pareja -ella regresó a su plato y _____ y yo nos miramos, pude notar sus mejillas un poco rojas y se tapó con su flequillo.

- _______ ¿Y esa camisa? -dijo su tía, ____ la miró.

- Oh, es que tuve un problema hoy con la mía, esta es de Kellin, me la prestó

Ellas sonaron al unisono con un Aww.

- Insisto, deberían...-___ interrumpió a su madre.

- Sí, mamá, se enfriará la comida -ella partió un pedazo y siguió comiendo. Sólo sonreí y seguimos comiendo en silencio, a veces interrumpido por buenas anécdotas de la madre de ____, eran muy bonitas las tres, ahora entendía por qué _____ lo era. Tomé su mano bajo la mesa, sólo para sentirla cerca de mí y saber que no estaba enojada.

Ella giró para verme y me sonrió. Aún no entendía lo que tenía esa chica, era tan misteriosa, tan tímida, pero era una tan buena persona y bonita. Me quedé pensando por unos momentos lo que me dijo Emma en el campo ¿Por qué tratarán tan mal a ____? simplemente no entendía nada de lo que sucedía, pero lo averiguaré. 

Al terminar con su comida, ella me guió a su habitación. Prácticamente descubriría su mundo, quería saber qué tenía en sus paredes, quería saber si leía, si tenía discos, quería saber hasta cuántas almohadas tenía en cama, no lo sé, simplemente todo me daba curiosidad.

- Bien, esta es mi habitación.-dijo cerrando la puerta, me tiré en su cama y no pude evitar percibir ese olor, su delicioso aroma, que hacía derretirme, era como vainilla con jazmín, ella se subió arriba de mí aplastándome.

- Es linda y esta ordenada -hice mención por mi habitación.

- Hem, sí, algo -se levantó, abrió su cajón y sacó una blusa.- Me cambiaré en mi closet ya que no tengo un baño.-reí.-Pero no veas, ya sé cómo eres -me amenazó.

- Ajá, tú te morías de ganas de arrebatarme la toalla cuando me salí de bañar -sus mejillas se tornaron un color rojo.

- Calla, Quinn , no sabes lo que dices -se metió al closet, pero no se había cerrado bien, se veía un poco dentro de él. Podía ver cómo ella quitaba su gorrito algo temerosa y fue cuando me di cuenta de algo en su cabeza. Desvié la mirada y la fijé en el techo. No debía haber visto. Mordí mis labios, ¿Por qué tendrá eso? Bueno, de todas formas por algo aún no me lo ha dicho. Suspiré y sentí que jalaba mi pie. 

- ¿En qué piensas? -preguntó con media sonrisa y un gorrito nuevo.

- Hem... en nada, sólo pensaba -mencioné y ella sonrió. ¿Acaso miré bien? No, Kellin por dios, alucinas. Me aventó mi camisa en la cara, ya tenía su olor.- Hueles bien -dije mientras olía mi camisa.

- Gracias, tú también -rió.- ¿Y qué pensabas? -fué cuando no supe si preguntarle o quedarme callado.

- Oye ____...¿Te puedo hacer una pregunta? -ella me miro extrañada.

- Claro, la que quieras -se acostó a lado de mí.

- Hem, no, mejor no -me arrepentí de preguntárselo ¿Que tal si la lastimaba? ¿Será eso lo que tanto oculta y no me contó hoy en las jardineras? No..no sé, Quinn, olvídate de eso.

- Anda, dime -insitió.

- Es que me da pena -tengo que pensar en algo.

- Hmm, dilo.

- ¿Por qué estas tan bonita? -no pudó evitar ponerse roja.

Nuestro Pacto (Kellin Quinn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora