*Capitulo 10*

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Nos quedamos abrazados por un momento y sonó la campana para ir a clases, traté de levantarme pero Kellin no me dejó me apretó más a él. 

- Kellin, me toca matemáticas -reí.

- Quédate conmigo -dijo el subiendo una pierna sobre mí.

- Mi madre me matará si sabe que falté una clase -traté de zafarme pero era inútil.

- Estás conmigo, anda, no te vayas, a mí me toca química y faltaré sólo por estar contigo -dijo mientras recargaba su cabeza en mi hombro.

- Está bien pero sólo hoy ¿okey? -dije mientras me acomodaba de nuevo, en realidad no quería ir a esa clase, con ese viejo barrigón y calvo. Bien, de calvos que puedo hablar yo, pero él me supera esta vez.

- Sí -me dejó de apretar un poco y lo abracé. 

- Hola, Kellin -saludó una rubia, al parecer era una chica llamada Emma- Hola -me saludó, aunque no sabía mi nombre- ¿Irás al entrenamiento de hoy? -preguntó directamente a él y yo lo miré fijamente. 

- Ahh, no lo sé, creo que sí ¿a que hora es? -le preguntó a esa rubia de ojos azules.

- Saliendo de la escuela -sonrió.

- Creo que si¡¿ _____ harás algo hoy? -me preguntó.

- No lo creo ¿por qué? 

- ¿Quieres venir a mi entrenamiento? -¿En serio me invitaba? Frente a la rubia y todo, me sonrojé rápidamente y desvié la mirada algo temerosa, tenía que poner una excusa. 

-No lo sé... hay prueba de química mañana y...

- Patrañas -dijo y miró a la rubia-. Claro, allí estaremos. 

- Bien -sonrió- los veremos allí -dijo y se retiró la chica.

- ¿Estaremos? -pregunté dudosa.

- Sí, no te dejaré ir -dijo tomándome de la mano y besando mi frente, de nuevo me sonrojé.

- Te vez aun más linda con tus cachetitos rojos -dijo acariciándolos, no pude evitar sonrojarme más.

- Basta -dije tapándome la cara.

- ¿De qué? -preguntó- Sólo digo lo que es... y es cierto... me gustan tus mejillas así.

- ¿Es que siempre eres tan coqueto? -pregunté- Seguro así eres con todas las mujeres... ya te vi, con un montón de chicas a diestra y siniestra, -dije levantando las manos hacia el cielo.

- O sea que me observas, eh -dijo levantando la ceja.

- No, es que es imposible no ver al montón de chicas corriendo hacia ti en los pasillos.

- No, no, sé que me espías -dijo riendo.

- ¡Hey! tú me debes 20 dólares -exclamé.

- Pensé que me había salvado de esta -empezó a reír.

- No -dije levantando la mano, él se sentó y yo lo hice con él. Sacó su cartera y me entregó los billetes-. Gracias -dije con media sonrisa.

- ¿Tuviste miedo anoche? -preguntó y yo negué. 

- Por lo visto... tú sí -dije con media sonrisa.

- En realidad sólo quería saber si el número que me diste era el tuyo...

- Sí, claro y por eso preferiste perder 20 dólares-dije con sarcasmo.

- Sí, aunque... ¿no habrá otra forma de pago? -dijo mientras se acercaba a mí, me ponía nerviosa cada vez.

- ¿Vender tu cuerpo en la calle? -pregunté y él rió, mientras aproveché para desviar la mirada.

- Ja-Ja -dijo mientras hacia un puchero.

- Quinn, ya habíamos hablado de esto -dije jugando con su cabello.

- Vamos, ____ uno más ¿Sí? y ya no te pediré -yo levanté la ceja- es más, uno para cerrar nuestra promesa de mejores amigos ¿Sí? -reí a su repuesta.

-Kellin ¿Desde cuándo los mejores amigos se besan? -reí.

- Desde... que yo implementé esa regla, sólo uno... -dijo con ojos como de cachorrito-. Prometo que sólo será este y ya no habrá más hasta que tú me lo pidas. 

- Pues te quedarás esperando sentado eh... -dije y él sonrió-. Sólo uno... -susurré y él asintió ilusionado-. Bien.

Lo tomé de las mejillas y me acerqué más, él me tomó del cuello y sintiendo su respiración contra la mía, nuestros labios se unieron lentamente. Suspiré, de nuevo podía sentir cómo ese cosquilleo en mi estómago aparecía, ¿Por qué lo besaba si no era nada mío? A decir verdad, ¿Por qué me gustaba que me besara? Me separé de él lentamente y él se volvió a acercar para depositar uno tímido y rápido sobre mis labios, a lo que yo reí.

- ¿Qué pasa? -susurró aun estando a centímetros de mí.

- ¿Te das cuenta que no somos nada, verdad? -lo noté alejarse un poco.

- Somos mejores amigos desde ahora -dijo sonriente.

- Lograste lo que querías, Quinn -dije aun impresionada por su actitud.

- Lo sé -respondió y acarició mi mejilla. 

Kellin se despidió de mí y yo admito que el resto del día me la pasé de un gran humor, no vi a Eleonor, pero sí a Trisha y aunque me molestara, me importaba muy poco, pues sabía que a la salida me encontraría con Kellin nuevamente para ir a lo de su entrenamiento, me pregunto cómo eran, nunca había ido a uno. Estaba en la última clase, Tecnología. Vi entrar a Trisha y a sus clones de nuevo e hizo un comentario pesado.

- ¿Cuánto le pagaste a Quinn para que se acostara contigo? -yo la miré extrañada.

- ¿De qué hablas? 

- No van a matemáticas, él aparece sin camisa por los pasillos, traes puesta la de él ¿Que podría pensar la gente, gorritos?

- Yo no me he acostado con él y ni pienso hacerlo, bien sabes té me echaste a perder mi blusa de Ramones y él se ofreció a darme la de él.

- Oh, vamos, Gorritos, soy más experta que tú en esto, además... vimos cuando él te dio dinero en las yardas del jardín de atrás -mencionó y supuse que eran los 20 que me debía-. Sólo quiere acostarse contigo, Gorritos, aunque supongo que quiere hacer un experimento...

- ¡No sabes lo que dices! ese dinero fue parte de una apuesta ayer en casa de Jesse -le dije bastante enojada.

- Si claro, te creeré. Ya todo el colegio sabe que ustedes se acostaron -abrí la boca dé la impresión.

- Trisha ¿Por qué eres así? -le grité

Nuestro Pacto (Kellin Quinn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora