Perdida debo estar...

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y es que no encuentro otra explicación para extrañar a una persona a la que no le importe en ningún momento más que para un polvo ocasional, un ser que me tildó de loca, peliculera, y hasta mentirosa cuando el mentiroso había sido el, cuando jamas le hice un reclamo, que de hecho al primer intento me ha dejado muda. y es que perdida debo estar para pensarle todo el dia, para recordar sus canciones, sus tatuajes, su voz y su sonrisa. vacía tengo que estar para que me llenara su presencia, para que su existencia en mi órbita alineará mi universo. pero no es tan ilógico, cuando nos sentimos agusto en un lugar o con una persona es fácil acostumbrarse a eso y obviar todo lo malo, nos aferramos cual koala al árbol a esas cosas buenas que nos logran elevar, vivimos tan bombardeados de cosas malas, estrés y malas energías que apenas encontramos un haz de luz queremos conservarlo a como de lugar y perderlo, duele... y es que cualquier destello entre tanta oscuridad se agradece. 

Es por ello que a lo largo de nuestras vidas vemos seres excepcionales aferrados y sufriendo la ausencia de seres que a nuestro juicio no valen la pena porque tenemos visión panorámica de esas relaciones, por el contrario quien la vive solo tiene zoom selectivo con filtro incluido. 

y que hacemos? no lo se aun. yo es que escucho día a día sus canciones e intento distraerme pero estoy segura que la ilusión se mantendrá hasta que otra chispa aparezca. 

la libreta de los malos ratos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora