la libreta de los malos ratos.

pasaron los dias

olvide escribir, me sumi en una de las peores y mas rapidas depresiones que hasta hoy me he vivido. 

pase el 30 de septiembre feliz y tranquila, celebrando el cumpleaños de una amiga, sabe dios cuán importantes son para mi mis amigos y los cumpleaños. 

a mitad de la noche algo hacía que se agitara mi respiración, una preocupación absurda, una sensación de que algo no anda bien y perdí el hilo de mi rol de chica alegre. me aparte a fumarme un cigarrillo y de pronto todo quedó en silencio para mi pese al bullicio, sentí náuseas, sentía tal cual una baja de tensión o una hipoglucemia, por mas que sabía que no era algo físico corrí a comprarme una chupeta evadiendo siempre la realidad haciéndome la loca a mis propias revelaciones. eso no lo calmo, me vi sumida de pronto en una angustia sin porque, una tristeza sin razón. 

trate de continuar manteniendo mi papel. una serie de eventos en el lugar hizo que, por suerte para mi, terminará la noche, regrese a casa tan sobria como salí de ella. antes de dormir como siempre, lo pensé. 

desperté la mañana siguiente con náuseas, culpe a los pocos tragos de licor ingeridos la noche anterior. continue mi dia, fui a la oficina, trabaje unas horas hasta que andrea, mi jefa, me mandó a la farmacia a comprar la merienda de las niñas, de pronto se me cruzó en la mirada una prueba de farmacia, inmediatamente una de las mujeres dentro de mi cabeza dijo por favor, no, sin embargo un impulso me llevo a comprarla. esa guerra en mi cabeza de una mujer diciéndole a otra comprala y convencete de que aja no es posible, mientras otra si lo creía posible, pero 7 contra 1 me daba tranquilidad. la compre y la olvide en realidad, mi día siguió normal. llegue a casa, me deleite con música cigarrillo y libros. 

la mañana siguiente volví a despertar con nauseas, esta vez culpe al chocolate blanco que hamberly me había ofrecido al volver a casa, obvio no me gusta mi cuerpo lo rechaza me hace daño etc, cualquier excusa para evadir una realidad. 

mientras cambiaba de bolso para ir a casa de hamberly, cayó de mi bolso la prueba, me quedé estática por unos momentos, cambie mi línea de pensamiento y la ignore, la guarde en el bolso y me fui a casa de hamberly, al pasar de las horas ella recordó mi retraso y comenzamos a hablar de ello, entre risas y sarcasmos ella me decía tranquila amiga nadie tiene tan mala suerte como yo, esas cosas solo me pasan a mi que después de un primer polvo queda embaraza, tu tienes algo mas de experiencia, eso no te sucederá, estaba tranquila pero entre risas y bromas me convenció de salir de eso, efectivamente, me fui a su baño, seguí las instrucciones, decia que debia esperar 5 min. dije un cigarro y el humo dirá la verdad. deje la prueba sobre el lavamanos y salí a fumarme un cigarro tan segura y confiada como quien tiene el mundo en sus manos. pasó casi una hora entre risas y juegos hasta que hamberly volvió a recordarlo, fui a buscarla, salió una raya muy azul y otra a la mitad. pregunté: se supone que son dos rayitas no? "si" dijo ella, pues no entiendo, no sentí temor, angustia, estaba convencidiiiisima de que era imposible. ella tomó la caja con las instrucciones y decía que si se marcaba otra rayita era positivo, estaba la disyuntiva de que era media rayita. investigamos en internet y todo decía positivo, deje fluir el tema, la convencí a ella de que nada pasaba de que era error que era negativo porque solo una raya tenía un color fuerte y dominante.

llegue a casa sumida en el miedo, miles de cosas se pasaron por mi mente. no, yo en este momento de mi vida, en estas circunstancias no podía atravesar algo así, fantaseaba entre la mamá genial que podría llegar a ser y el tormento maldito que se puede vivir un niño no deseado bajo mis circunstancias, después de todo yo misma lo vivo en carne propia. 

mi mente comenzó a torturarme, perdí la cuenta de los cigarros que me fume esa noche. me estaba volviendo loca y se comenzaba a notar en casa mi angustia así que tomé una de mis pastillas y dije nada, mañana salgo de dudas. me dormí no sé ni cuando.