la libreta de los malos ratos.

Cada noche duele...

  Y es así... Cada noche duele que no estés allí. Y es confuso, es extraño sentir dolor por tu ausencia y que otra voz dentro de mi cabeza me recuerde el porque no estás, el porque no debes estar. Te quise a mi lado... Me reclamaste hasta el cansancio que saliera a bailar, que le restregaba mi cuerpo tan sagrado según tu a cualquiera... Que reclamas? Tu le regalaste amaneceres a otra cuando para mi eso significa la felicidad misma. Es una mezcla de veneno y miel, ver cómo ahora la exhibes y te has olvidado de mí, me has hecho a un lado... Veneno porque se trata de mi, yo, una mujer que te ama muy diferente a como se que te ama ella, pero que igual te ama con todas las fuerzas de su alma y en contra de su entendimiento. Miel, porque finalmente logras comprender un poco como se debe cuidar a alguien, porque al fin haces lo que tanto te pedí... Apartar por completo a la otra mujer y mostrarle al mundo quien está a tu lado haciéndola sentir segura y dándole un puesto enorme y hermoso... Al fin lo hiciste... Y no fue conmigo... Si de verdad es ella, si siempre ha sido ella, espero que mis reclamos hayan servido de algo y finalmente intentas hacer cosas bien y tratar de hacer sentir de la mejor manera a quien te acompaña.... Duele... Duele a niveles cósmicos no ser quien reciba todo eso... Duele sentir que solo fui una lección que aprender para mejorar con otra... Duele sentirme como tú karma... Porque lo que siempre quise fue ser la madre de tus hijos, tu compañera eterna, tu verdadero amor... Ese amor bonito que las películas muestran, ese amor inmortal que escuchamos en nuestras canciones... Haz repetido tantas veces que yo no sé quién soy... Pero que no quepa jamás la menor duda que siempre he sabido que te quería a ti...