Mi primer crossover

148 21 38
                                        

One-Shote Crossover entre Jhonny el maniaco homicida e Invasor Zim.

Lindo día.

Por las oscuras calles de la ciudad a penas y se veían algunas personas, eso era lógico si te dabas cuenta que eran las dos de la mañana. Hoy era lunes por lo que los antros estaban cerrados y las fiestas regularmente eran sábados o domingos.

Un muchacho de ropa negra caminaba despacio, y a su lado, tomado de la mano lo acompañaba lo que parecía ser un niño de unos ocho o nueve años, quien a su vez cargaba un oso de peluche.

La noche estaba fresca y el sujeto conocido como Jhonny decidió salir a pasear para mostrarle a su "hermano" pues es así como el chiquillo catalogaba su relación, aunque esto no le molestaba al mayor, en fin, quería mostrarle que a veces la oscuridad y la serenidad de la noche podía ser agradable y hasta relajante.

Todo iba tranquilo, los supuestos hermanos caminaban con tranquilidad y no hacían falta palabras para a completar el momento.

–Tenías razón Nny, no es tan malo como parece –susurro el de menor edad sonriendo como pocas veces lo hacía.

–Y tú te quejabas de que no querías venir. Si no te hubiera amenazado con destrozar a Shmee todavía estuvieras encerrado en tu casa.

Eso incomodo al chico apretando aún más fuerte a su peluche.

Pero la reciente conversación fue interrumpida por una sombra que paso a un lado de Nny, la cual identifico como un niño que corrió demasiado rápido como para verlo.

– ¡Auch!

Se escuchó el grito de su acompañante para luego sentir como sus manos se separaban con brusquedad. Cuando el delgaducho muchacho se dio cuenta de lo que pasaba, su apreciado hermanito estaba tirado en el suelo con otro sujeto encima de él, lo que parecía ser un adolescente de unos catorce o quince años.

– ¡Como lo siento! –Se disculpó el joven de la gabardina al momento de levantarse y ayudar al niño.

Y solo por esa acción Nny no le clavó el cuchillo que estaba sacando de la manga de su gabardina.

– ¿Estas bien? –Pregunto una vez Squee tomo su mano y se levantó sacudiendo la tierra.

–Sí –respondió el de menor estatura sobando su espalda y percatándose de que su peluche no se encontraba con él, por lo que desesperadamente comenzó a buscarlo por el suelo.

–Squee –llamo Nny estirando su mano para entregarle el peluche intacto, el cual fue estrujado por los brazos del de ojos castaños claros.

– ¿Por qué ibas corriendo con tanta prisa? –Pregunto el de botas a Dib.

–Ah, mi novio trata de destruir al mundo y necesito detenerlo antes de que se lastime.

– ¿Es el que paso corriendo antes de que chocaras contra Squee?

– ¡Sí! Tiene un loco plan que incluye ácido radiactivo y si no lo detengo probablemente se queme una antena otra vez –negó el de gabardina recordando las imprudencias de su amante.

– ¿Antenas? –Pregunto curioso Nny, por alguna razón este individuo se le hacía agradable.

–Oh, es que él es un alíen –soltó con una sonrisa el de lentes. Palabra que llamo la atención del menor recordando ciertas cosas. –Me disculpo de nuevo...Squee, por cierto, soy Dib –mostró una cálida sonrisa y se presentó adecuadamente. Squee sonrió.

–Un gusto Dib, soy Jhonny, pero puedes llamarme Nny.

–Tres letras como el mío, genial. Bien, nos vemos –salió corriendo con una mano en alto despidiéndose de los nuevos conocidos, sin saber que estos se involucrarían en su vida más de lo planeado.

[*****]

– ¿Dónde rayos te metiste, Zim? La muestra va matarme si no te encuentro –murmura Dib mientras buscaba entre los arbustos de la escuela.

Zim había pedido permiso para salir al baño pero nunca regreso y la maestra mando al amante de lo paranormal a buscarlo y de no regresar a clases sin él. Y desesperado estaba buscando en uno de los últimos escondites del alíen, que era en los arbustos del patio trasero donde solía esconderse para no tener que estar en educación física.

–Ya verás cuando te encuentre, voy a matarte –en una de esas abrió una parte de los arbustos donde se topó de frente con la cara de un tipo, el cual reconoció inmediatamente como Nny, quien lo veía adormilado.

– ¿Qué haces aquí? –Pregunto el adolescente al ver como el mayor, por el bostezo que había dado, se había quedado a dormir ahí.

– ¿Dib? ¿Cierto? Anoche estaba persiguiendo una ardilla y termine aquí.

– ¿Persiguiendo una ardilla?

–Es que su cola se veía tan esponjosa y quería... ¡No! ¡Necesitaba acariciarla! –Salto con brusquedad el de mayor altura asustando un poco al joven, pues su ataque fue repentino.

–Ya veo...de todas formas, no puedes quedarte dormido en una sekundaria.

– ¿Estoy en una sekundaria? –Nny levanto la cabeza por sobre los arbustos dando credibilidad a las palabras del niño. – ¿Y tú que haces aquí? –Pregunto el de cabello corto.

–Estoy buscando a Zim, la maestra no me dejara entrar a clases hasta encontrarlo.

– ¿Zim?

–Mi novio.

–Tres letras también ¿Eh? –Sonrió Nny ante la coincidencia.

–Mi hermana se llama Gazlene pero le dicen Gaz y el asistente robot de Zim se llama Gir –comento tratado de evitar una risa.

– ¡Ahí estas! –Se escuchó la voz de un chico al otro lado de la cerca por lo que ambos pelinegros levantaron la cabeza.

– ¿Squee? ¿Qué haces aquí? –Pregunto Nny levantándose y sacudiendo el césped de su ropa.

–Te estuve buscando por todos lados, ¡Prometiste que desayunaríamos juntos!

–Cierto, ¿Quieres venir Dib? Squee cocina delicioso.

–Claro, pero aún falta un poco para salir de clases además tengo que encontrar a...

El timbre sonó interrumpiendo la conversación.

–Pensé que ese timbre nunca sonaría –se escuchó la voz del peculiar alíen bajando de un árbol.

– ¡Tú! –Grito con furia Dib acercándose al alíen y dándole un buen golpe.

– ¡Oye! –Devolvió Zim otro golpe iniciando una pelea.

– ¿No deberías detenerlos? –Pregunto Squee a su hermano mayor el cual asintió con la cabeza.

–Oigan, ya de... ¡La ardilla! –Grito Nny desviándose del tema y comenzado a perseguir a la tan adorable ardilla que correa para no ser acariciada.

– ¡Nny! –Grito el menor corriendo tras de él.

– ¡Humano insolente! ¡Respeta a Zim!

– ¡¿Respetarte?! ¡Eres un idiota!

Y de esa forma cada quien se por su camino separándose de nuevo.


MujunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora