Entonces ambos llegamos al ansiado orgasmo a la vez, caigo exhausta sobre su pecho y respiramos agitadamente.- Te...odio.- Digo en un hilo de voz, sus manos van a mis caderas.
- Y yo a ti, italiana.- Responde dando un azote a mi trasero haciendo que de un respingo y me queje.- ¿Ves? Así se disfruta más, sin lloriqueos.
Levanto la mirada y me quito de arriba suyo con rapidez. Estoy muerta del cansancio, mis párpados pesan y sólo me dejo caer en los brazos de morfeo, dios del sueño.
¿Qué hiciste, Aria?
(...)
Frunzo el ceño entre dormida y despierta, abro los ojos lentamente. La oscuridad en el lugar sigue, pero sé que es de día por el reloj de pared que está frente a mis ojos. Me giro en la cama, Anton parece estár en la ducha porque escucho el agua correr.
¡Mierda!
Los recuerdos de la noche anterior inundan mi mente...
Recuerdo sus manos por todo mi cuerpo, sus besos y su...basta.
Paso las manos por mi rostro con frustración y enojo hacia mi misma. ¡Tonta!
Coloco la sábana alrededor de mi cuerpo desnudo cuando me pongo de pie, esquivo nuestra ropa aún tirada en el suelo, pero una idea descabellada pasa por mi mente. ¡La llave! Si consigo la llave podré salir de aquí mientras se ducha, sin que se percate. Busco por todos lados, pero mis ojos se quedan fijos en su pantalón de vestir. Miro la puerta del baño para asegurarme de que aún no ha terminado de ducharse. Corro y tomo con rapidez el pantalón.
Reviso nerviosa sus bolsillos, pero nada. Agh, ¿dónde la habrá dejado?
- ¿Buscabas esto?- Me sobresalto y chillo cuando lo oigo.
Mi pulso se acelera cuando lo veo apoyado en el marco de la puerta del baño, sólo trae una toalla a la cadera y mis ojos observan el juego de llaves que se balancea en su mano.
Maldición.
- Eh...no.- Tiro mi cabello hacia atrás nerviosa y sostengo la sábana con fuerza.- Cl..aro que no.
Entrecierra sus ojos y camina hasta un pequeño closset, lo abre y comienza a buscar ropa.
- No soy estúpido, Aria.- Se gira dejando caer sin pudor alguno la toalla para vestirse. Me sonrojo y miro a otro lado.- Sé qué intentabas anoche y créeme, perdiste el tiempo.
Bueno, anoche el plan era acostarme con él por conseguir confianza y también para conseguir esa llave, pero lo terminé disfrutanto.
Me quedo en silencio, siento vergüenza y enojo por ser tan fácil anoche. ¿En qué pensaba? Me dejé llevar por el momento. ¡Traicioné a mi padre, lo que soy!
Me pongo de pie aún con lentitud y camino al cuarto de baño, me encierro y suspiro exasperada. Nada me sale bien, soy un desastre.
(...)
Termino de ducharme y enjuagar mi boca con algo de pasta dental, puesto que no encontré ningún cepillo de dientes, tomo una toalla negra que yacía doblada en una pequeña mesita, la envuelvo en mi cuerpo y miro mi reflejo en el pequeño espejo. Mis ojos se ven cada día que pasa sin vida, mis ojeras han ido desapareciendo y ahora hay nuevas marcas en mi cuello por lo pasado anoche. Rayos, olvidé traer la ropa al baño. Abro con lentitud la puerta y me asomo sólo un poco, frunzo mi ceño al oír la voz de Anton.
- Skazhite Rinaldi my vstrechayemsya v podvalakh......- Está de espaldas a mi hablando por celular en ruso, lo único que entendí fue mi apellido.- Mne izvestn.......- Se queda en silencio escuchando a la persona al otro lado de la línea. - Da, no my mozhen poslat' lyudey, chtoby sledovat' za nim, chtoby my mogli poluchit' svoye mestopolozheniye, Sergey.- Me quedo bruta cuando termina, mierda quiero saber de qué estaba hablando. ¿Por qué no aprendí a hablar ruso?
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Anton
ActionSoy Aria Rinaldi Smith, hija de Alessio Rinaldi, "Rey de la mafia Italiana" como le dicen todos, temido y respetado. Crecí a su lado, su princesa y única hija, genial ¿no? Vi muchas cosas horribles en Italia donde vivía en una gran mansión con mi pa...