LAS COSAS PASAN POR ALGO "JIN Y TU" [Concluida] ⚠Editando⚠

Capítulo 11 POR CASUALIDAD

Las horas pasaban y huir de las clases se hacía tentador, tal vez tomar un receso o evadir las normas podría ser gratificante, pero que estoy diciendo solo llevo algunos días en este país y ya pienso en romper las reglas, pero que podría salir mal pensé.

Levante la mano interrumpiendo la explicación del maestro que hablaba de como el Rey SeJong promulgo el Hangul por primera vez en años que por mi poca capacidad de concentración no logre entender en su totalidad.

- Si señorita Tn_____, tiene algo que aportar al tema de la clase.

- En realidad, solo quisiera su autorización para ir a la enfermería, me duele un poco la cabeza y...

- Está bien, por favor no tarde este tema es de su interés.

Solo asentí, tomé mi mochila y camine hasta la puerta, una vez afuera respire un poco más tranquila es la primera vez que saltaba una clase, bueno la primera en este país.

Los pasillos desolados por falta de movimiento, camine hasta ver unas pequeñas escaleras que si mi intuición no fallaba me llevarían hasta la terraza del instituto, subí con cuidado con mi mano apoyada a la pared, pero cuando llegue hasta el final solo vi un pequeño salón bastante descuidado, la puerta estaba entreabierta, empuje despacio para lograr que mi cuerpo entrara por el pequeño espacio que se abría.

¿Ronquidos? Pensé al escuchar un pequeño ruido que iba y venía, me quedé inmóvil para poder escuchar mejor.

¿Y si es un fantasma? No seas absurda Tn________ los fantasmas no roncan y menos como lo hace este, mientras daba algunos pasos tropecé con algo y caí

Una voz bastante fuerte susurro a mi oído

- Estás muy pesada quítate

Me aparte enseguida de aquella persona tratando de saber de quien se trataba, mi corazón se aceleraba, estaba asustada.

- ¿Qué te pasa? ¿porque tienes la piel pálida, acaso eres un fantasma? Escuche decir al individuo por segunda vez

- Siento haber caído encima de ti, me levanté de inmediato y sacudí mi ropa, no sabía que alguien podría estar aquí.

- Eres muy escandalosa, pero aquí nadie podría escucharte.

Sonrió y su mirada perspicaz me hizo estremecer, lo mire con algo zozobra en mi rostro.

Comenzó acercarse a mí mirándome fijamente, a lo cual retrocedía poco a poco hasta que quedar con la pared.

Su estatura sobrepasaba la mía por varios centímetros y su presencia imponía de sobremanera.

Paso su brazo por mi hombro izquierdo sin quitar la mirada fija en mí y cuando estaba más cerca de mi sentía que le corazón saldría por mi garganta.

Solo encendió el interruptor y se apartó de mí, su sonrisa ladina al parecer una de sus mejores cualidades ahora podía verse con claridad, su piel tan blanca como la una hoja de papel, labios pequeños y de tonalidad rosa, su cabello de un color poco usual, dos aros colgaban de su oreja derecha o al menos esa era una de las mejores descripciones que podía hacer.

- ¿Qué haces aquí? preguntó en tono molesto

Ahora su semblante había cambiado y era de una persona malhumorada.

- No sabía que estabas aquí, solo me dio curiosidad a donde llegaban las escaleras.

- Este es mi lugar y ahora por tu culpa todos sabrán de el.