◇Caperucito Lucas◇

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🍩 Capitulo 3 🍩

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05:30 pm

Ya era muy tarde no sabia donde me encontraba empezaba a agonizar del hambre era muy molesto, aún seguía andando pero muy despacio, cuando realizaba eso, fuera del camino escuchaba una voz de una persona, no sabia si era verdad o un mero figmento de mi imaginación por no comer pero me empezaba a deseperar por ver a otra persona, ya ni tomaba bien mis decisiones por lo que en instinto decidi echar un vistazo a escondidas en un árbol muy estrecho que era un muy excelente sitio para escondite y no ser descubierto.

Y era cierto había un chico que calculaba la misma edad mía, parecía estar talando un árbol con un hacha como todo un leñador, ¿nose porque el intento? esos viejos troncos estaban petrificados a simple vista se podia ver que eran completamente imposibles de partir a la mitad, pero el me demostró lo contrario tenia una fuerza tan abrumadora que de tan solo tres simples cortes lo logro, casi sospeche que el no fuera humano, deje de verlo por un momento sentía que mis latidos aumentaban de nivel por esa acción que realizó, era un poco molesto no poderlo ver mas de cerca pero tan solo me conformaría de mirarlo en esta distancia prudencial.

Volví mi vista hacia el pero ya no se encontraba, me puse un poquitito alarmado no sabia si seguirlo u continuar con mi camino, pero debía tomar una decisión rápida o lo perdería de vista.

—¡OYE! El chico de la canasta.—Dijo aquel joven en tono de regaño.—Es de mala educación espiar a otros.

Entre en pánico me había descubierto nose como si este sitio era completamente indetectable, no quería salir pero era aun mas cruel dejar hablar a alguien sabiendo que ya no tenía caso seguir oculto.
Fue así que me desprendi de ese árbol caminando a donde estaba, entonces alse mi cara así lo pude ver mejor llevando una camisa de tirantes a rayas bicolor entre gris/negro y unos jeans algo maltratados pero que supuse así los tenia por su pasatiempo, también tenia unos ojos muy peculiares «violetas» ese mismo color que a mi madre le fascinaba, sin mencionar que era físicamente mas fuerte que yo, lo supe por su gran masa muscular tan solo uno de sus brazos eran los dos de los mios, (que cruel era la vida con mi pubertad).

—Y bien.—Me cuestionó esperando una respuesta mía.
—Perdon no debi e-espiarlo.—Me daba vergüenza de tan solo verlo, ni las palabras me salían adecuadamente.
—Lamentarlo no basta.
—Yo... P-perdon en-encerio, este día fue muy extraño hasta para mi.— Dije a mi defensiva y en eso un angustiante dolor vino proveniente de mi rodilla.
—¿Estas herido?.— El chico fijo mi lesión se agacho para hacer contacto a lo cual no contube dejando salir un pequeño alarido que silencie con las palmas de mis manos, claro me enoje apartandolo de mi con un empujón pero seguía insistiendo con revisar mi piernita.

—¡¡BASTA!! Yo encerio me disculpo, pero es mejor que me retire.— Dije enfurecido tome la canasta y me aleje de ese sujeto.
—Alto, espera—Me tomo firme del brazo atrayendome de nuevo a el.—Acaso no lo sabes.
—¿Eh? ¿Saber que?.— Arque el entrecejo en seña de confusión.
—Vez alrededor.—Ambos miramos todo lo que nos rodeaba, pero seguía sin entender.
—Si... Pero a que va todo esto.
—A esta hora el bosque suele ser peligroso.—Me sonrio de manera un poco cínica, yo difame su comentario pues me comenzaba a asustar.
—Nadie te a contado del lobo feroz que ronda por estos lugares.—Yo asenti me quede estupefacto, y mis latidos aumentaban de ritmo cardiaco, casi sentia que saldria disparado.
—Si e-escuche un po-poco de eso.—Tartamudeé.
—Entonces debes saber que estas en peligro.
—¿Porque me di-dice eso?.—Volteé a ver su rostro me tenia aferrado con un apreton, su cara estaba a la par mia y su respiracion sin control me indicaba solo una cosa.
—¿Qui-quien es?, ¿Que qui-quiere de mi?.—Una de sus manos dio contacto con mi mejilla poco a poco senti como deslizaba llevandola a mi capucha que el muy desquiciado se molesto en quitarmela.

Continue; —P-porfavor suelteme, esto es incomodo.—Trate de safarme de su agarre pero me era imposible es tan fuerte.
El sisseo.—Tranquilo no te hare daño.—Se coloco detras mio.—Alguien tan guapo e inocente como tu no se ve todos los dias en mis dominios.—Murmuro.
—¡Ah...!, es usted el/.—No termine mis palabras de concluir, sus manos actuaron comenzando a sobrepasar el interior de mi camisa, me impuse soltando un grito de ayuda pero me impidio, comenzo a lamer mi oreja siguiendo tocando mi pecho, me sentia completamente inutil el se aprovechaba de mi, consegui mover mi cabeza de manera brusca para mantenrme alejado de su rostro, pero eso no basto poniendo fuerza bruta atrayendome quedando nuestros cuerpos muy juntos debajo de sus caderas en sus pantalones senti su gran bulto que este roso con mi parte trasera, Temi lo peor en ese momento.

—Creo que a ti te comere pero a besos.
—¡Oh eso no!.—Con gran fuerza de mi rodilla golpeé su entrepierna me libere y me eche a correr fijandolo de que no me siguiera, al no verlo tome por segura mi vida pero aun necesitaba estar mas distanciado.

Me habia cansado tan rapido que decidi solo trotar pero sabia que ni asi lograria durar mucho con tal de no toparme a ese imitador todo estaba bien.

La noche se aproximaba solo escuchaba el cantar de los grillos me habia quedado sin opciones, solo tenia en manos el telefono que mamá me entrego, comenze a marcar para contar lo sucedido a mis papás pero no recibia señal del aparato y por si fuera poco la pantalla estaba estrellada de manera que no contemplaba lo que sucedia suspire muy hondo tenia que ver lo positivo ante todo es solo que parecia imposible no podia sacarme de la cabeza a ese chico que intento tocarme.
Nose que hubiese pasado si no lo habria cachado infraganti.

07:00 pm

La noche yacia su presencia tenia un poco de frio y estaba completamente furioso; No tenia ni la canasta, ni mi capa roja que mamá me habia obsequiado y parte de mi ropa habia sido rasgada en mi intento de escape.

Me detuve en una parte desconocida ya no tenia la fuerza de proseguir por hoy, ese maldito dolor en mi rodilla me era insoportable de cargar parecia haberse infectado tanto que del esfuerzo de levantarme cai repentinamente a la tierra para entrecerrar mis ojos y rezar por que nada malo me ocurra, «Eso espero».

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Continuara. ---->

Ahora si, sin mentir.

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Travis B.