◇Caperucito Lucas◇

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🐺 Capitulo 8 🐺

☣ Antes de iniciar.☣

Los saludo, "Hola".

Ahora debo aclarar que aqui es el punto delicado de esta historia.

¿En que?, bueno es por demas decir que es por la accion de que viene "el 🍋 extreme" por asi decir. Entonces es mi deber responder que si no toleras este alto tono de lectura, estas a tiempo de salir.

"Como todo hay una primera vez", y esta parte es una de esas ocasiones tube mucha ayuda en esto asi que espero me den una oportunidad.

Es todo, que sea de su agrado.
Pd.- Sera extenso, ¿creo?.

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Todo el trayecto del viaje era agitado, no propiciaba a levantar la vista era veloz eso me era un impedimento al saber a donde me dirigia al tratar de abrir un poco los ojos.

Para cuando se detuvo me pidio a como yo entendi en una "orden" que me bajara, a lo cual obedeci de forma inmediata.

—¿Una cueva?.—Dije desconcertado viendo un lecho de roca.

—Y que esperabas, un casa de lujo, despierta Lucas esta es la vida real.—Vocifero.

No sabia si estaba enfadado a juzgar su temido tono en como lo expreso diria que fue fastidio, a mi no me era lindo verlo en ese aspecto de animal superdesarrollado era intimidante que me hacia pensar dos veces en que no volvere a golpearle.

A pasos ligeros ambos nos acercamos a esa tenebrosa cueva que era evidente que esa era su huarida.

—Primero las visitas.—Sonrio de una manera maliciosa.

—Gra-gracias.

Una forma cortes de darme la bienvenida, pero insistia en que su voz me daba la intuicion de que era sino para devorarme.

Cuando entre lo primero que fui a notar era que todo el sitio estaba humedo y oscuro al menos muy en el fondo parecia ser asi, tenia ciertas prendas en muchos sitios arrumbadas en el suelo y un lugar donde era seguro almacenaba toda la comida como en un tipo de cajon sellado, algo que jamas abrire por ver como descendian gotas de lo que era sangre fresca el olor a carne a punto de ser nada comestible impregnaba el edor alredodor de nosotros.

—Como puedes vivir en estas condiciones.—Me distancie un poco de el y del olor a putrefación.

—Para mi no hay nada de malo.

—Y se supone que tu olfato es mejor que el mio, sacas eso o me voy.

—No te puedes ir y lo sabes.—Dijo.—Pero si asi dejas de quejarte me lo llevo y fin del asunto.

Ya era demasiado tarde y no tenia respuesta de Ness, ahora mismo podria estar cuidando de Claus o podria estar en casa comiendo un suculento arroz de leche quitado de la pena, pero no, en vez de eso estoy de cuclillas en costado de la huarida de un propable asesino tramposo y rezando porque ninguna otra cosa peor me devore.