◇Caperucito Lucas◇

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🐺CAPITULO 11🐺

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El abuelo me tenia en la mira con un rostro completamente distinto; Uno serio, con sus brazos cruzados e intimidante a como acustumbra Mamá, y como no hacerlo despues de todo es su hija.

Permanecí angustiado comprimiendo mis labios en busca de alguna excusa, pero, si por algún motivo recalco la evidencia plegada en mi cuello era porque ya tiene todo a prejucito.

—Jovencito, estoy esperando.

Era todo, bienvenido final mio.

Respondo ocultando el tedio por lo que llamara la atención, aunque diera igual, decir la verdad o decir una mentira me llevaria al mismo resultado.

Era Ness o mi familia,
eh ahí el dilema.

—Bi-bien, es debido al bosque—Inculqué, al darme cuenta interponiendome a lo que me diria.-, antes de que digas algo, es porque el sitio es muy tétrico yo me asusto muy fácil y eso me causa comezón por la desesperación.

Y... asi priseguí; mentira tras mentira arrojando disparates hasta llegar a la conclusión que no fuera la bastante obvia y poco creible, sin embargo...

—Eso no es verdad, y lo sabes jovencito—Respondío cortante.

Comienza a forzejearme a decirle que fue lo que en realidad sucedio y al darme cuenta que ya no tenia con que defenderme, opto por decaer mi nula dignidad como los grandes.

—Me picarón los mosquitos, debo ser alérgico.

—Lo vez, ¿Verdad que no fue tan complicado?.

—...¿eh?—No me lo podia creer, me habia ¿salvado?, y mas importante esta vez no me regaño a como me tiene acostumbrado, Solo se retiro cargando con los platos y cubiertos hacia el fregadero.
Seguia sin entender que sucedio, mas daba que ahí sentadote y perplejo no conseguiria nada.

Estuve al filo de suspirar del alivio, (sano y salvo por ahora)-Pensé, esto merecia un millón de formas para reflexiónar sobre mis actos.

—Pero sé que aun mientes Lucas.

Maldición.

Volteé a verle—Abuelo e-esa es la verdad, ¿Porque insistes en dudar de mi?—Esbozó al borde de una falsa nostalgia, necesitaba que me creyera.

Que abuelito tan perpicaz tengo, todo lo puso en mi contra, aveces muy en el fondo sentia que me odiaba por no tener un parentezco tanto emocional y fisico como el de Claus, ya me parecia que todo fuera como un cuento saliendome con la mia, y no fue lo que me plantie.

—Ya no hay nada más de que hablar jovencito—Justifico—, sabes que le contare todo a tu madre.

Coloque en su debido sitio la silla en que pose, mi fragil ego si antes no estaba destrozado ahora es seguro que lo esta, aunque es lo que frecuento hacer segun mi familia dice—Si, lose...

—Ahora andando te vendria bien una ducha antes de partir.—Propuso el mayor.

Y para rematar insinuaba que apestaba. Aunque puede que en eso ultimo tenga razón, la imagen es primero ante mis papás, quien sabe con que tantas alucinaciones podria salir mamá si me viese con ropa que no me pertenece, esa mujer si conoce a detalle lo que me pongo.