Capítulo 7.

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Estaba Muerto ¿Entienden? Completamente muerto. Nunca antes había dejado esperando a mamá toda lo noche por mí ¡Nunca! Con manos temblorosas marque el número telefónico de mi madre y me llevé el teléfono a la oreja.

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¡Harold Edward Styles! ¡¿Dónde estás?! – habló una madre muy histérica del otro lado de la línea.

Mamá, lo siento. Estoy en casa de Zayn – repliqué con tono de niño asustado – él quería llevarme a casa, pero su auto se averió, llegamos a su apartamento y todo la noche esperamos un taxi que nunca llegó. Al parecer me he quedado dormido.

Se escuchó un suspiro de parte de mi madre – No has estado bebiendo ¿Cierto? Porque te juro que si...

¡Mamá! – Le interrumpí – tu sabes que no acostumbro a hacerlo. Además, si lo hubiese hecho, ya soy lo suficiente grande.

¿Con que estás bastante grande? ¿Eh? Pero aun vives en mi casa...

¡Mamá! ¡Está bien! ¡Disculpa! – La volví a interrumpir – solo me he quedado dormido, tomaré un autobús hacia casa ahora.

Mamá, dame el teléfono – escuché a la voz lejana de Gemma – Hola ¿Harold?

– rodé los ojos – pero te he dicho que no me llames así.

A mí no me engañas, seguro estuviste bebiendo toda la noche ¿Ya perdiste la virginidad?

¡Gemma! – le reclamé con tono ofendido.

Okey, okey – dijo mientras reía un poco – solo era una broma.

Está bien – solté cortante – despídeme de mamá.

Oki doki. Trabaja en eso de Sacarte lo virgen, Harold.

¡Gemma!

Despegué el aparato de mi oreja y colgué la llamada. Me senté en la orilla de la cama, mientras recordaba lo sucedido la noche anterior.

Zayn se había portado de maravilla toda la noche, lo cual mantenía mis sentimientos revueltos. Yo estaba profundamente encantado por él, pero, ¡demonios! Él era Hetero, todo lo que me estaba buscando era salir con el corazón quebrado.

Decidí contarle a Zayn sobre mis preferencias y así quizás cortaría de una vez por todas mis sentimientos hacia él, junto con nuestra reciente amistad. Él me miraría como un bicho raro, evitaría hablarme y así yo dejaría de crearme falsas ilusiones.

Caminé hacia la puerta, tome la perilla y antes de salir, di un gran suspiro ¡Claro! me estaba preparando para perder algo que siquiera había comenzado.

Salí de la habitación y entre al baño que estaba a mi derecha. Me pose frente al espejo y abrí el grifo, dejando que el agua callera en mis palmas, para luego tirarla en mi cara. Estaba muy nervioso, no sabía cómo reaccionaría Zayn, quizá como todos los demás lo hacían. Solo se alejaría, me dedicaría una mirada extraña y luego me haría la vida imposible.

Cerré el grifo y salí del baño. Me conduje al living y busque al moreno con la mirada, no estaba allí. Busqué en la cocina y tampoco se encontraba allí. Escuche a alguien toser, regresé a la sala y camine hasta la puerta del balcón. Allí estaba él, de espaldas fumando un cigarrillo.

Hola, Zayn – talle mis ojos con mi puño mientras intentaba adaptarme a toda la luz solar.

¡Oh, Harry! – Dijo mientras se daba vuelta y apagaba el cigarro – ¿Cómo estás? Buenos días – me sonrió.

¡Muy bien! – Respondí – aunque me ha resultado extraño despertar en una habitación que no fuese la mía.

¡Oh! lo siento – Sonrió – El taxi nunca llegó y no he querido despertarte, te veías muy cómodo durmiendo.

No te preocupes – dije sonriente.

¿Quieres desayunar?

No quiero causarte más molestias – respondí con una expresión apenada.

Para mí es un placer.

Está bien – dije con una media sonrisa.

Bueno, iré a la cocina a...

Zayn – lo interrumpí, asumí que si debía contarle algo tenía que ser en ese preciso momento.

¿Si, Hazz?

Caminé hasta el borde del balcón, apoyándome en la baranda.

Es que te tengo que confesar algo.

¡Suéltalo! – dijo con la misma expresión alegre.

Es que es algo... muy malo.

Se quedó pensativo – Puedes contarme lo que quieras.

Bueno el problema es que... – alargué esta última palabra.

Hazz, Dime – dijo mirándome a los ojos, dedicándome una tierna y preocupada sonrisa. Su mirada color miel me enloquecía.

Cerré los ojos.

Flashback

¿Dani? – Ya había reunido todo el valor para confesarle mi "secreto" a mi mejor amigo.

Hazz, dime – dijo él sonriente.

Te tengo que decir algo.

Bueno, pues dilo – me observaba con una mirada divertida.

Di un gran suspiro – Mejor no. Estoy seguro que cagaria esta tarde.

Oh, vamos hombre, dime.

Dani – di otro suspiro – Me gustan los chicos.

Vi como su expresión cambiaba de una enorme sonrisa a una mueca de disgusto y repulsión.

¡¿Qué?! ¡¿Me estás diciendo que eres un marica?!

Pero, Dani... – un nudo se me hizo en la garganta.

¡¿Estás enfermo?! Casi toda mi vida la he compartido contigo. Te has quedado a dormir en mi casa ¡Me has visto desnudo! ¡¿Y ahora me sales con esto?!

Yo pensé... – dije con voz apagada y los ojos cristalizados.

¿Pensaste qué? – Me interrumpió – ¿Qué te iba a confesar lo mismo y luego...?

¡Dani! – dije ya con una lagrima rodando por mi mejilla.

¡Maldito marica! ¡Me das asco! – Se alejó de mí, sin más.

Fin de Flashback

Solté todo de una vez – megustanloschicos – hable a una velocidad casi inentendible. 

Players - Zarry & Larry |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora