Capítulo 8

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Seguíamos buscando a papá, ya empezábamos a desesperarnos y perdíamos las esperanzas con cada día que pasaba.

—Se te está enfriando el doble café con vainilla, Francés. — se burló Deán antes de sentarse en la mesa de la cafetería junto a Sam y a mi

—Cállate—dije sin quitar la mirada del ordenador

—¿Encontraste algo?—

—Comprobé los archivos de personas desaparecidas del FBI... No tienen ningún desconocido que concuerde con nuestra descripción e incluso compare la matricula con las infracciones de tráfico.— Froté mi frente

—¿Has dormido?— preguntó Sam

—Algo—

—Es lo que te dije, no creo que papá quiera que lo encuentren. — aseguro Deán,  aparte el ordenador, Sam empezó a mirar y  encontró otra noticia

—Mirad esto... Es una noticia en el diario Plains Courier de Ikane, Iowa, a 160 Km. de aquí... El cuerpo mutilado de la víctima fue encontrado... sobre su coche, estacionado en la carretera 9 Millas... Las autoridades no han conseguido establecer una descripción real del asesino pero un único testigo, cuyo nombre se mantiene en secreto... dice que el asesino era invisible, puede ser algo interesante.—

—Puede no ser nada en absoluto Sam—

—Un testigo aterrorizado que no consiguió ver nada.— añadí

—Eso no quiere decir que sea el hombre invisible.—dijo Dean

—¿Pero y si lo fuera?... Papá iría a investigar. — dijo Sam,  así que aceptamos ir a revisar el caso al pueblo, como se trataba del homicidio de un muchacho fuimos a la universidad para averiguar más de el.

—Somos hermanos de la fraternidad de Ohio... Somos nuevos en la ciudad, nos hemos mudado y estamos buscando un sitio para vivir. — fue la mentira que Dean tuvo que decir para poder ingresar a la habitación de la victima.

—¿Quiénes son ustedes? — nos preguntó un muchacho que se encontraba pintando todo su cuerpo en color morado.

—Tus nuevos compañeros de habitación. —respondió Deán.

— ¿Me harías un favor? ¿Me pintas la espalda? —pidió el chico extendiendo la cubeta de pintura en sus manos, Sam y yo reímos al ver la cara de Dean

—Él es el artista... Hace maravillas con un pincel.—dijo Deán, el muchacho le dio la cubeta a Sam quien de mala manera tomo una brocha y  empezó a pintarle la espalda.

— Así qué ¿es cierto lo que pasó?— pregunté

— ¿Qué cosa?—

— Oímos decir que el tipo que vivía aquí lo mataron la semana pasada.— Dije

— Sí.— murmuró el otro chico.

— ¿Qué paso? — preguntó Deán con interés.

— Algún tipo de psicópata con un cuchillo... Quizá un vagabundo que pasaba por allí, Rich era un buen tipo.— explicó el muchacho.

—¿Rich, estaba con alguien?—preguntó Sam

—Si... y no con una persona cualquiera... era Lori Sorens.—dijo el muchacho con una sonrisa extraña

—¿Quién es Lori Sorens?... Sam te has olvidado de pintar un cacho, en medio de la espalda.—dijo Deán con una sonrisa, Sam lo miro con odio e incómodamente pinto la zona

—Lori es nueva, muy guapa y además... es la hija del reverendo. — aseguró el muchacho, y tú preciosa le harás competencia— dijo el chico mirándome de arriba a abajo, Deán se puso delante de mi

Una Vida Sobrenatural (Dean Winchester Y Anahí) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora