Capítulo 26

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Mi relación con Dean había cambiado, después de lo que pasó yo trataba de tener el menor contacto con él,  aunque fingia que todo iba bien, estábamos en un motel, llame a Bobby en busca de alguna respuesta sobre mis visiones.

—Tú padre me contó poco sobre ellas, pero estaba preocupado... — dijo Bobby al otro lado del teléfono 

—No he vuelto a tenerlas desde que...— dije

—Bueno, Jonh me comentó que por un tiempo desaparecieron —

—¿Por que me pasa esto? — pregunté frustrada

—No lo sé,  Jonh estaba investigando...te he dicho todo lo que se—

—Gracias Bobby— colgué y suspiré

—¿Por que te preocupa tanto no tener visiones? Eso es bueno —dijo Dean

—Ya, es bueno no ser un bicho raro ¿verdad?— dije molesta

—-No quería decir eso....te pones muy mal cuando tienes una visión— había actuado a la defensiva...

—Es solo que es extraño—dije más calmada

—Tranquila, quizás se fueron para siempre, además papá dijo que las tenías cuando ese demonio  estaba cerca, eso es buena señal— dijo Sam

—Con las visiones podríamos salvar a más gente, también tenía visiones de otra gente— dije

—Olvídate de eso, es mejor que no vuelvan —dijo Dean —¿vamos a cenar? —

—Yo me quedo, estoy cansada— me acosté y les di la espalda,  ellos salieron

Camine por un largo pasillo oscuro hasta llegar a una especie de sótano, ahí estaba un chico atado a una silla, llorando y suplicando por su vida a las otras personas que había en la habitación. Saque mi arma y le apunte a la cabeza.

—Dios... Todos vamos a morir. —murmuró una joven de cabello rubio que por su vestimenta no cavia duda de que era una enfermera.

—Tal vez está diciendo la verdad— dijo otro sujeto, un hombre algo mayor y de color.

— No es él, ya no—  Dije sin quitar la vista de su objetivo que seguía llorando y suplicando.

—¡Detente! ¡La doctora! ¡Que diga la doctora! ¡No está en mí! — grito el chico atado

—Yo... sólo... no se que decir. —dijo la mujer llena de culpa, así que volví a girarme y cargue el arma

—No, por favor, no. —volvió a rogar el joven

—No tengo opción— dije y solté un par de disparos directo a la cabeza del joven

Desperté, había sido una visión

—¿Any?—  preguntó Deán al entrar a la habitación de motel y verme pálida y recostada en el suelo.

—¿Qué pasa? —Preguntó Sam

Les conté sobre mi terrible pesadilla y salimos a la carretera en busca de respuestas, yo no era una asesina y teníamos que encontrar a mi posible victima antes de que algo malo pasara.

—Sólo hay dos pueblos llamados Rivergrove — dije mientras subía al impala

—¿Cómo sabes que es este de Oregón? —pregunto Deán.

—Había un poster—  respondí recordando que en la visión había un cartel del centro de salud con que decía; Rivergrove. Oregón.

—Está bien, ¿Qué más viste? — preguntó Sam

Una Vida Sobrenatural (Dean Winchester Y Anahí) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora