18.- El día ha llegado

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Dos semanas después del accidente de papá, aun lo tengo atrapado en la casa y a veces creo que debería comprarme unas esposas, usarlas en papá y perder las llaves casualmente. Ese hombre es un obsesivo del trabajo y no sé cuantas veces lo he atrapado tratando de tomar un taxi para ir a su trabajo cuando Amelie tiene las cosas muy bien y bajo control.

No es que papá no confíe en Amelie, es que le da ansiedad que los otros hagan lo que él debería hacer. Se siente un flojo cuando en verdad solo está disfrutando un merecido descanso después del accidente de trabajo que sufrió. 

Tiene dos semanas más de recuperación con su mano rota así que va a tener que esperar a que el tiempo pase y trabajar desde casa relajado, si es que quiere porque ahí no lo puedo controlar.

A veces cuando salgo de clases lo llevo a dar un paseo por el parque. Dos días a la semana viene Amelie a hablar con papá sobre el trabajo y viene junto con Kian y Jax. Después vamos a dejar a Amelie con los chicos a su casa caminando y así aprovecho de que papá se distraiga y que viva un poco. Se ha estado perdiendo de cosas hermosas en la vida por estar tan concentrado en el trabajo.

Las cosas con Skye y Bryce volvieron a la normalidad, o al menos eso parece desde afuera. Skye sigue en su relación con Nick y le dio una excusa barata que nunca me contó. Parece que cumplieron mi sueño de que se dieran un beso, pero nada más. Espero que pase algo en un futuro, pero por ahora Skye vive su romance como puede con Nick y Bryce sigue siendo solo su amigo. No sé que pasará en la cabeza de Bryce y eso me preocupa. Jax insiste en que me quede tranquila y que ellos deben aprender a resolver las cosas, pero de todas formas son mis amigos y no quiero que ninguno sufra por culpa del otro.

Al menos las cosas con Jax siguen estando bien. No, están perfectas. Nos vemos todos los días y cuando puede él me viene a dejar a casa. No estamos todas las tardes juntos, también tengo que cuidar de papá y él lo entiende. Lo pasamos bien cuando podemos y eso me encanta.

Yo entiendo que él tenga que cuidar de Kian a veces y que yo tenga que cuidar de papá.

Hoy es viernes y con Jax vamos de camino a casa. No nos veremos en la tarde porque tiene que cuidar de Kian, pero alcanza el tiempo para venirme a dejar a mi casa. Vamos tomados de la mano mientras otros de los chicos de nuestro instituto pasan a nuestro lado. Ellos van tonteando entre ellos y parecen solo un par de chicos inmaduros que se van tirando sus lápices, cuadernos y libros.

Después reprueban y es culpa del profesor, claro. Algunos no entienden que son los niños los que no quieren aprender muchas veces.

-Miren, es Olivia la difícil- dice uno de los chicos, parece que era compañero de Garrett- Y su pequeño novio.

-Piérdete, imbécil- le dice Jax con el ceño fruncido.

-Mejor déjalo en paz, Hugo- dice otro de los chicos- Jaxon hará que te expulsen si sigues así.

-No sería mala mala idea- les dice Jax en forma de burla- Así vaciamos al instituto de los imbéciles que tiene.

Los chicos nos miran molestos y se van. Jax y yo nos reímos. Se ha convertido en una costumbre nuestra defendernos mutuamente de los insultos que nos dicen. 

Muchos chicos no nos quieren mucho, pero eso no me importa porque tengo a las personas que quiero a mi lado. Si estuviera sola probablemente no lo resistiría. Tengo una mala reputación, pero Jax también y eso solo nos ha unido más.

Seguimos caminando detrás de los chicos que a veces miran hacia atrás para darnos una mala mirada, pero le respondemos con una sonrisa o incluso nos besamos para que vean que sus insultos, molestias o lo que sea no nos influyen y no nos afecta la felicidad.

El día en que nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora