El día en que nos conocimos

8.-La primera cita

El día del examen de química ha llegado y debo admitir que estoy nerviosa. No por mí porque creo saber lo suficiente de la materia como para aprobar el examen, pero a Jax le ha estado costando esta materia más de lo normal y hemos estado estudiando bastante, pero aún así, encuentro que no está tan preparado para el examen como me gustaría que lo estuviese. 

Puede que esté exagerando, pero después de todo lo que lo he visto estudiar estos últimos días de verdad quiero que le vaya bien.

-¿Estás nerviosa?- me comenta Skye poniendo una mano en la frente- ¿Acaso estás enferma, Liv?, ¿Tengo que llevarte a la enfermería?

-No fastidies, Skye- le digo frunciendo el ceño- Sabes que mis notas no me importan demasiado

-Cosa que aun no entiendo, comparto ni creo que estés en lo correcto, Fray- contraataca mi mejor amiga- Deberías comenzar a preocuparte más de tus calificaciones, Liv. Lo quieras o no, serán ellas las que te lleven a una buena universidad.

-Tengo buenas calificaciones, Skye, ¿para qué quiero más?

-Podrías ser la mejor de la clase si lo intentaras

-No me importa ser la mejor de la clase. Ese puesto ya es tuyo y no pienso quitártelo.

Skye rueda los ojos y comienza a acercarse a Bryce quien está sentado en su puesto habitual jugando un video-juego por su celular.

Miro a mi alrededor buscando la cara de Jax. Bueno, técnicamente los ojos lindos y muy azules que tiene ese chico, pero no lo encuentro en ninguna parte y el examen empieza en un par de minutos.

¿Qué le habrá pasado? Puede que haya estado nervioso por el examen y se haya enfermado del estómago. A Skye suele pasarle eso cuando se presenta a un examen en donde no domina todos los temas a la total perfección. 

Solo espero que llegue a pronto o que tenga certificado médico para poder presentar el examen otro día.

-¿Buscabas a alguien?- escucho la voz de la persona en la que estoy pensando en estos últimos minutos

-¡Jax!- exclamo con felicidad- Pensé que no ibas a llegar.

-Tuve que cuidar de Kian hasta tarde- comienza a contarme Jax- Tiene un poco de fiebre así que Amelie se quedó con él, pero tuve que ayudar a cuidarlo.

-¿Todo bien con Kian?- pregunto preocupada

He ido bastantes veces a la casa de Jax como para encariñarme con el pequeño Kian. Es un bebé tierno e inteligente que le gusta dibujar todo lo que ve. No es el mejor artista, pero no le importa. 

Mi cariño por Kian no tiene nada que ver con que cada vez que voy a su casa no me llama Liv u Olivia, sino que me llama chica linda. 

Kian será el tipo de chico que le suba el autoestima a las chicas cuando tenga la edad de su tío.

-Si, Kian está bien- responde Jax con una sonrisa- Solo está resfriado

-¿Lo han llevado al médico?

-Liv, los niños se enferman y es normal. Kian va a estar bien, no te preocupes.

Luego de decirme aquello, toma mi mano entre las suyas con total normalidad. Debo admitir que ha hecho eso algunas veces desde que comenzamos a estudiar juntos y yo no tengo la voluntad suficiente como para negarle mi mano. 

Además, no quiero negársela

-Quiero que te concentres en el examen, Jax- le digo por nerviosismo. Siento varias mariposas en mi estómago en este momento y cada vez que Jax me toma la mano de esta manera tan... tierna.