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Se encontraba acostado aún, se sentía en paz, había protagonizado la mejor de las sensaciones que un día pudo experimentar, le gustaba tener a ese pequeño a su lado, podía darse la libertad de decirle a quien fuera que estaba sintiendo algo nuevo.

Abrió sus ojos y no encontró a su acompañante, de inmediato se sentó y de repente escuchó un ruido en el baño y se levantó de golpe casi corriendo.

Fue a la puerta y la abrió, jamás creyó encontrar una escena como esa, Baekhyun se había cortado el cuello y había caído sobre el frío piso.

—¡JIHYUN! —habia llamado a la dama con toda su garganta cayendo y tomando al menor entre sus brazos, quitando su camisa para retener el sangrado.

—¿Qué sucede? —llegó y sus ojos se abrieron.

—Necesito ayuda no podré estar así con él mucho tiempo —trataba de no ver la sangre temía que sus instintos sanguinarios se hicieran presentes.

—Hay que llevarlo a un médico, es lo único que puede salvarlo —estaba manteniendo la calma pero al borde de perderla.

Tenía 10 años cuando experimenté el primer rechazo de mi padre en carne propia, todos en casa menos él se habían dado cuenta de que había llegado a la preparatoria, todos iban a hacer una fiesta en mi honor, pero fue manchada por sus días de alcohólico cuando llegó a casa y le dijo a todos sobre mi homosexualidad, dijo que era un bastardo, impuro y un desecho humano, la peor creación que todos estaban viendo, que mi final iba a ser el peor de mi vida por no elegir a una mujer, que quizás debía hacerle el favor a todos de morir, que deseaba en el fondo de su alma creer que mi madre le había sido infiel para no llamarme su hijo, que Baek-Beom era lo único que podía salvarse. Nadie volvió a casa”



—¿A dónde vamos? —ahora ella presionaba el cuello de Baekhyun un tanto nerviosa.

—Conozco un hospital cerca, solo no dejes que salga más sangre —el auto iba una velocidad increíble, presionaba con su pie el acelerador, trataba de desviar ese insaciable sentido anormal de su especie.

—Chanyeol, cuida tu vista —era la tarde, aproximadamente. El sol casi daba en su cara, no le importaba tener que perder la vista, solo se puso unas gafas negras y siguió el camino hasta llegar a su destino.

Sombras © ( ChanBaek) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora