Capítulo 6

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-Amor, llegaste! -exclamaba una mujer alegre al ver entrar a su esposa

-Hola, oye, tenemos que hablar. -respondió la mujer secamente

-Pasa algo malo? -dijo la joven sentándose en el sofá

-Sí y no, bueno, depende de como lo tomes! -dijo la mujer encogiéndose de hombros

-Me estás asustando, que pasa? -dijo preocupada la otra.

-Quiero el divorcio, hace tiempo las cosas entre nosotras no va bien, lo haremos con bienes separados, yo no tomaré nada de lo tuyo, ni tampoco tú lo mío, yo iré a mi casa de playa y tú puedes ver otra casa para vivir, te puedes quedar aquí hasta que consigas algo y luego podamos vender la casa. -finalizó la mujer, mientras la otra la veía incrédula

-Es... es una broma verdad? -dijo la mujer sonriendo

-No, no es ninguna broma, ahora, iré a juntar mis cosas. Permiso. -dijo levantándose y yendo a la habitación. Mientras dejaba a su futura ex esposa llorando desconsoladamente  en la sala.

No quería hacerle daño, era una buena chica, era cariñosa y atenta, pero ya no la amaba, pensó que antes de serle infiel a su pareja, aunque ya no la amaba, debía hablar con sinceridad, así lo hizo, a medias, no le dijo qué fue el detonante para tomar dicha acción, sacó una maleta del closet y comenzó a guardar sus ropas, sentía pena por su esposa, pero era lo mejor, ella no se consideraba una mala persona, por eso había tomado la decisión del divorcio, así ella podría estar con alguien más, alguien que la ame verdaderamente, su esposa se merecía alguien que la ame de la misma manera que ella la amaba, pero ella no podía darle ese amor y por eso se sentía mal.

Oyó la puerta de la habitación abrirse y no se giró a ver, sabía que era ella, oyó pequeños sollozos y eso le dolía, no quería verla así, no quería escucharla así, en el fondo le tenía cariño, habían estado juntas por cuatro años y no quería verla triste, sintió unos brazos rodearle la cintura y cerró los ojos dando un suspiro.

-No me dejes por favor! -rogaba la mujer llorando

-La decisión ya está tomada, es lo mejor para las dos. -dijo firme la mujer, sintiendo que se le hacía un nudo en la garganta, estaba a punto de llorar por hacer sufrir a una mujer tan buena

-Es por otra? Acaso hay algo que hice mal? Puedo cambiar, puedo ser mejor para ti, no sé, haré dieta, compraré ropas más sexy, pero no me dejes! -ella continuaba llorando y la pregunta de su esposa hacía eco en su mente "es por otra" . Sí, definitivamente sí, sentía una gran atracción por la nueva modelo de su mejor amiga, la de los ojos verdes penetrantes, además de la apuesta, ella intentaría algo serio con ella, se sentía atrapada por la belleza de Lauren Jauregui, pero así también, no quería hacer sentir mal a su ahora ex, diciéndole que sí había otra, giró y la apartó un poco

-No es por otra, sólo que ya no te amo! No puedes forzar al amor. Lo nuestro ya no puede continuar, quiero de corazón que encuentres alguien que te ame de la misma manera en la que amas tú, te lo mereces, no mereces estar atada a alguien que ya no siente amor por ti. -dijo apartándose y cerrando su maleta, iría a un hotel y luego a la casa de playa, cuando tomó su maleta observó por última vez a su ex compañera, con la que había compartido tantas alegrías y penas, pero era lo mejor para ambas, eso lo sabrían con el tiempo.

-Si sales por esa puerta, no esperes volver a verme en tu vida! -amenazó la mujer que estaba de rodillas en el piso, llorando como nunca antes, la otra mujer tomó el pomo de la puerta y después de un fuerte suspiro dijo

-Será lo mejor. -para luego abrir la puerta y salir de la habitación, rápidamente tomó sus llaves y salió de la casa, abrió su maletero y tiró dentro su no tan grande maleta, miró por última vez la casa donde vivió todo ese tiempo y vio a su ex parada observando desde la ventana, suspiro nuevamente y subió a su vehículo, fue conduciendo por las calles casi desiertas de NY siendo las 00:48 de la noche.

Paró en una pequeña cafetería del centro, bajó y luego de colocar seguro a su puerta ingresó al local, el aroma de los granos de café recién torrados, aspiró el aroma y sonrió, nada mejor que un bien café para olvidar los malos momentos, la morena se sentó en una de las bancas y otra joven sonriente se le acercó

-Puedo tomar su pedido? -dijo la hermosa joven rubia

-Un café bien cargado con uno de azúcar y una dona. -dijo la morena devolviendo la sonrisa

-En minutos le traigo su pedido señorita, mientras le dejo la carta para que vea si algún postre es de su agrado. -la joven le guiñó un ojo después de colocar dicha carta frente a la morena, ésta sonrió por el gesto y respondió coqueta

-Si usted está incluida en la carta, será un placer. -dijo con media sonrisa, la joven camarera se ruborizó y fue a la parte trasera del local, minutos después volvió con una bandeja y la colocó frente a la morena

-Su pedido señorita. -dijo sonriendo, dejando a la morena sola mientras iba a atender a otro cliente.

La morena bebió su café y no despegó su vista de la joven camarera, le agradó la chica y no le importó fantasear con ella unos minutos. Una vez que terminó de beber su café y comer su dona, se puso de pie sacando su billetera, sacó un billete de 100,00$ y lo dejó debajo de su taza, junto con su tarjeta, abandonando el lugar con la esperanza de que la rubia la llamase en algún momento.

GUESS [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora