White Robe

Un alfa

Tonypodía mirar por la ventana como Daniel era feliz con Sasha, ya habíapasado un mes desde que vivía en el departamento que su ex novio lehabía conseguido.

Nosabía nada de Steve, nada. Si esto seguía así no sería bueno paraél ni para el bebé, pero al carajo, no lo necesitaba. Saldríaadelante, tenía el dinero y el trabajo. El apoyo moral y el impuslose lo daría el pequeño Peter, una vez que naciera.

Saliócon la bandeja, llevaba una jarra de té helado.

-Muchasgracias, Tony no deberías molestarte-le agradeció amablementeDaniel, el moreno tomó asiento después de dejar la bandeja ysonreírles. Sus amigos lo visitaban los fines de semana, seturnaban. Tony aun trabajaba desde casa.

-No esnada, es mi forma de agradecer. Aprecio que entiendan que no quierosalir, sé que Steve y Bucky están en la ciudad y yo no quiero...-no podía terminar la palabra. Su ansiedad siempre se hacia presenteen él cuando tocaba el tema.

-Estabien, te entendemos, no te podemos obligar a nada...- Sasha mirabacon atención y siendo un omega sabía lo que estaba pasando a estasalturas: Tony estaba casi en la mitad de su embarazo y con el paso delos meses sería mas pesado para él estando solo.

-Tony¿has tenido alguna complicación en este tiempo?- Daniel frunció elceño y miró a su omega, vio de reojo al científico quien guardo unsilencio peculiar.

-No..sololo normal- Sasha sabía que metía. Mierda esto se estaba complicandocada vez más.

-Porfavor, no mientas, soy un omega como tú. Daniel, te quiero pedir unfavor y te daré mi permiso- Tony y el soldado miraron extrañados alruso- quiero que vengas cada vez que Tony te llame. Los oamegasocupamos estar en nuestro nido, oliendo a nuestra alfa...- el llantodel moreno lo detuvo, esto estaba jodidamente mal. Tener que aceptarla compañía de un alfa enlazado para calmar sus ansias, lasmalditas ansias y malestares que pasaba por culpa de Steve.

-Sashaeso lo podías decir en privado y con delicadeza, no directamente...-el joven lo miró.

-Seríalo mismo. Tony no tienes por que sentirte mal, ambos sabemos que leafectara a Peter, yo no me pondré celoso. Sólo si están deacuerdos ambos lo estaré- Daniel se sintió herido, pero sabía porque Sasha lo hacía.

-Yono...yo no puedo. Aceptaré tu loca propuesta, pero solo cuando seanecesario- Sasha sonrió.

-Ahoraven, sientate a nuestro lado- Tony se mordió el labio, las piernasle temblablan, con mucho esfuerzo se puso de pie y se sentó al lado.Sasha lo abrazó y lo atrajo hasta dejarlo sobre el pecho de su alfa.El olor de Daniel lo tranquilizó hasta quedar dormido.

-Sasha¿por qué haces esto?- el joven omega miraba con dulzura el vientreabultado de Tony.

-¿Hazvisto sus malditas ojeras? Su cara demacrada, por el amor de Dios,Daniel- el azabache asintió y calló, vio a los dos omegas a amboslado de él y durmieron toda la tarde.