El día que lo ví llorar lo supe todo. Lo de que los hombres no lloran es una mentira enorme, los verdaderos hombres tienen corazón y él lo tenía, me lo demostró y aquella noche más que nunca. Ahí supe cuánto le quería, verle triste me hizo triste a mí y tanta empatía solo se siente por un gran amor. No quería ver sus lágrimas pero cuando aparecieran siempre me tendría para secárselas y cambiarlas por una sonrisa. El día que le ví llorar supe que siempre le querría.