Hoy era la fiesta de sherri, admito que estaba un poco nerviosa, porque sería la primera vez que vería a zach después de nuestra ruptura, y honestamente, aún no estaba lista para asimilar nuestra separación, y mucho menos para verlo....
- pensé que no vendrías - dijo clay una vez que me acerqué a él.
- pensaste mal - sonreí - ¿has hablado con sherri? - dije tomando un vaso de refresco.
- uhm sí - me miró - pero está algo ocupada siendo anfitriona.
- es el pretexto más estúpido que he escuchado clay - dije riendo - ve y búscala - él iba a hablar pero lo interrumpí - no acepto un no por respuesta.
Después de que clay se fuera, comencé a platicar con otras personas de la escuela, hasta que jessica se acercó a mí.
- hey - dijo mirándome.
- hola - sonreí.
- lamento todo lo qué pasó - dijo - eres mi amiga, y realmente me dolió que dejaras el equipo - pausó - pero me dolió más que me hayas ocultado todo lo que ha pasado entre zach y tú - su tono era triste.
- lamento no haberte dicho algo - la miré - es solo que - suspiré - pasó tan rápido.
- ¿pero estás bien? - agarró mi hombro - sabes que siempre estaré aquí - me abrazó - ahora tengo que ir con Justin, ya sabes - sonrió.
- usa protección - sonreí . Ella asintió.
Después de estar ahí , decidí salir al patio de enfrente.
En la alberca había muchas personas, algunas con traje de baño, y otras con ropa.
- ¿estabas fan aburrida que viniste a ver a gente mojarse? - dijo una voz bastante familiar. zach.
- algo así - sonreí - ¿tú? - dije sentándome en una banca mecedora que se encontraba cerca.
- justin nos dejó por jessica - se sentó a lado mío - y de ahí todos se fueron - sonrió - ¿has venido con alguien? - me miró.
- oh, no - negué con la cabeza - ¿tú?
- pensé que habías venido con clay - dijo colocando sus codos en sus piernas - vine con los chicos.
- solo vine a motivarlo a hablarle a sherri - dije alzando los hombros.
Sabía que aunque zach y yo no estuviéramos juntos, debía decirle que entre clay y yo, no pasaba nada.
- ¿sherri? - asentí - ¿le gusta?
- así es - sonreí.
- oh por Dios - dijo sorprendido - pensé que entre ustedes había algo - dijo cubriéndose la cara con sus dos manos - soy un imbecil.
- sí lo eres - lo miré divertida. Él me miró feo - lo siento - dije en modo de defensa.
- yo también lo siento - lo miré confundida.
- ¿por qué lo sien... - no pude terminar porque zach me besó.
No me negué a seguir el beso, porque realmente extrañaba eso, extrañaba todo lo que estuviera relacionado con zach.
- extrañaba eso - dijo separándose, y abriendo sus ojos, pero aún con su mano en mi mejilla.
Sabía que probablemente había personas mirándonos y susurrando cosas acerca de nosotros, pero en ese momento nada importaba, solo zach y yo.
Porque en ese preciso instante, no éramos nosotros, no estábamos ahí, solo éramos dos fantasmas tratando de recordar cómo se sentía tener un latido de corazón.
