Amor Entre Dos Mundos

Trampa Mortal

─ ¿Qué te ha sucedido Kyoko?

Siguieron ahí mismo en ese casi oscuro corredor, Yui ya no tenía dudas sobre la rubia, ella la había vuelto a abandonar y encima de todo le había mentido y engañado vilmente. Y mientras más pasaba el tiempo más estaba cerca el momento en el cual Yui debería pagar por los crímenes cometidos y los propios crímenes de Kyōko

─ antes no te importaba si fallábamos con tal de divertirnos, y lo hicimos ─ Yui trató una última vez de hacer que Kyōko recapacitara aunque no pareciera lograr algo ─ ¡confiábamos en ti!

─ Su confianza me tiene sin cuidado ─ dijo la rubia ─ ¿crees que siempre he querido andar con un par de fracasadas? Por favor

─ Estas mintiendo, ¡mientes!

─ No es necesario que me creas, pronto sabrás que tan importante son para mí

Desde la oscuridad se oían pisadas que parecían hacerse más fuertes, Yui estaba segura que hacia ahí era donde se dirigían. ¿Qué debería hacer? No podía dejarse atrapar pues si bien la vida le podrían perdonar Ayano ya no la vería con los mismos ojos, algo que a Yui le provocaba dolor en su pecho. Sin embargo si lo que Kyōko decía era cierto, si la rubia le plantó otra identidad entonces la reina Himawari no dudaría en mandarla a la horca

Sólo había una salida y esa era enfrentarse a la rubia. Estaba bastante en desventaja pues no poseía armas, aparte de sus propias manos, que pudieran hacerle frente a la espada corta que empuñaba Kyōko. Pero no todo parecía perdido y aquello que la rubia le había mandado a buscar podía servir de algo después de todo

─ Kyōko por favor ─ rogó una vez más

─ está cerca mi venganza que casi puedo saborearla

─ No cometas una locura de la que después te puedas arrepentir ─ Yui no quería luchar con la rubia así que intento persuadirla ─ sé que no debía volver por Akari ese día... ─ aun si mintiera para lograr que Kyōko cambiase de opinión ─ ...pero es que Akari ha sido tan buena con todas nosotras que me era casi imposible siquiera pensar en abandonarla

─ ¡cállate! ─ grito la rubia acercando aún más la espada al cuello de Yui provocando que esta retrocediera hasta chocar contra la pared ─ jamás debimos brindarle un hogar en primer lugar, aquella noche... debimos dejar que la devoraran los lobos pues al menos muerta serviría para algo

Esa era la respuesta que necesitaba, ya no había más salida que enfrentarse a Kyōko pues hablar mal de la pelirroja no hacía más que enfurecer a Yui. Usando la bolsa con el diamante Yui golpeo la espada para sacarla de su cuello y así estrellar su puño contra la rubia que tambaleándose retrocedió

─ ¡te atreves a decir... te atreves a hablar mal de Akari... una vez más que la insultes y pagaras todas las que nos hiciste! ─ dijo Yui desbordando ira, ira contra esa rubia a quien ahora desconocía

Kyoko paso su mano por su mejilla donde había recibido el fuerte golpe de Yui ─ Akari... ¡estoy harta de escuchar ese maldito nombre!

Kyoko con la espada intento propinarle un golpe mortal a Yui pero la chica uso la bolsa y el diamante paró la espada. Giró sobre sus talones y lanzó un nuevo golpe hacia la rubia pero sorprendente o no, Kyōko detuvo el puño con su mano izquierda aprovechando el asombro de Yui la jaló del brazo y el propinó un fuerte cabezazo. Yui retrocedió algo desorientada y al momento en que sus ojos se detuvieron vio como una espada caía sobre ella, otra vez uso el diamante para parar aquel ataque y esta vez golpeó la pierna de la rubia para desequilibrarla. Kyoko cayó sobre su rodilla derecha y recibió un fuerte puñetazo pero respondió esquivando el siguiente y con su mano izquierda golpeo el estómago de Yui.