Juego

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Himawari suspiro mientras veía su rostro reflejado dentro de aquella taza con té, bebió un poco e hizo a un lado la taza depositándola sobre la mesita que le acompañaba. Solo le quedaba pensar en aquello ultimo ocurrido en el reino, lamentarse por la tragedia y más sentir pena por aquella que perdió a su más grande amiga.

Pero algo en aquella visita hiso que Himawari se replanteara seguir las tradiciones, pues esa natural sonrisa que acompañaba a la princesa Akari, le hiso darse cuenta que la alegría que ella gozaba se era en parte al amor de la familia y aquellas que le rodeaban.

Esa sonrisa le recordaba a su hija que hasta hace mucho no la veía, no tanto el tiempo como para no recordarlo y sin embargo esa sonrisa desaparecía conforme los dieciocho años se le acercaba. Era eso, ya lo había descifrado, esa estúpida tradición podía herirla sin siquiera saberlo.

─ ¡yahoo! ¡Ya llegué! ─ Una chica energética interrumpió sus pensamientos con una maleducada entrada ─ hola pechugona ¿me extrañaste?

─ Ni en lo más mínimo ─ respondió Himawari desinteresada volviendo a tomar aquella taza de té para beber un poco mas

─ a sí, tampoco me interesa saber ─ dijo la chica cruzándose de brazos

─ Lo siento Sakurako ─ se disculpo

─ ¿Qué pasa contigo? ─ le preguntó algo curiosa pues no parecía ser la misma Himawari ─ no es que me importe

─ creo haber cometido un error ─ le respondió ignorando el lado tsundere de su chica ─ es posible que Ayano ya no me vea de la misma manera

─ Si tratara de adivinar diría que ya le conseguiste una novia y que ella no lo tomó muy bien ─ dijo Sakurako colocando una mano bajo su mentón como analizando la situación aunque si le dió al clavo

─ te has vuelto más inteligente, deberías irte más seguido ─ Himawari hiso burla de las cortas capacidades mentales de la tabla parlante

─ No, porque sufrirías por mi ─ dijo ella como contrataque pero al darse cuenta de que no lo parecía se sonrojo

Himawari también se sonrojo en muestra de sus sentimientos y en que hay algo cierto en ello ─ bueno el punto es que Ayano no ha estado de acuerdo con lo de casarla con alguien noble ─ dijo ella esquivando el tema de sus sentimientos y lo mal que le sienta estar sin esa cabeza hueca

─ ese no es el problema pechugona ─ dijo Sakurako ganando la atención de Himawari quien le miró curiosa ─ recuerdas que nuestro matrimonio también fue arreglado pero existe una diferencia

─ ¿Qué quieres decir?

─ no puedes obligarla a casarse con alguien que no ama además un par de semanas no basta para que en ella surja ese sentimiento ─ dijo Sakurako como voz de la razón

─ Si, ya lo había pensado ─ Himawari bajo la cabeza con pesar ─ pero es que...

─ Tú y to fuimos diferentes porque ya nos conocíamos ─ dijo Sakurako

─ Eso nos ayudó a llevar aquella situación de la mejor manera ─ comentó Himawari iluminada por aquel recuerdo

─ así es ─ afirmó la chica ─ ahora piensa como te sentiste en aquel momento, cuando tu madre te dio la noticia

─ Bueno yo... ─ Himawari comenzó a recordar lo que sintió aquel día ─ yo estaba enojada con ella porque estaba eligiendo por mi...

─ Yo también estaba enojada con mi mamá, pero al menos me consolaba la idea de que mi prometida resultaba ser mi amiga de la infancia ─ Sakurako se giró dándole la espalda a Himawari para que no viera su sonrojo ─ ahora sabes lo que Ayano siente.

Amor Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora