Poniéndole Fin

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Lentamente bajó la cabeza e intentó darle sentido a todo lo que la rubia había dicho, le llevaría algo de tiempo pues tenía que reescribir sus opiniones y pensamientos. Por otro lado Kyōko se mantenía junto a ella aunque empezó a tiritar por causa de la ropa mojada, no era buena idea así que mejor propuso a su amiga continuar con la plática después.
─ bueno Yui-nyan, creo que será mejor que entremos al castillo y nos cambiemos de ropa ─ decía la rubia con algo de razón ─ podríamos coger un resfriado si seguimos con la ropa mojada
Yui no estaba prestando atención ya que seguían preguntas en su cabeza que la rubia aún no ha respondido, como por ejemplo:
¿Por qué simplemente no le avisó sobre el plan?
¿Cómo fue que logro sobrevivir si ella misma la había visto sangrar hasta morir?
¿Por qué Chitose quería ser liberada si ella se había vuelto muy cercana a la princesa?
¿Cómo es que tiene a todo un reino bajo sus órdenes?
¿Por qué Akari mintió?
Y muchas otras preguntas que seguramente con tan solo preguntar, Kyōko podía responderle, ya que ha dado a conocer lo transparente y sincera que ella es. Más hay entre las sombras una gota de duda, posible aquella sea la casa de la ruptura de una amistad de años. Yui se preguntó que tanto podía ahora confiar en la rubia, que tanto arriesgaría en manos de Kyōko.
Como no hacerle caso a dicha petición, tan solo bastó un segundo de distracción para sentir la corriente de frio recorrerle. Yui tomando el consejo de la rubia se adentró en el castillo con la susodicha, en cuestión de tiempo ambas ya estaban secas y con ropa limpia y cálida, aunque en realidad estaba despejado y no es que hiciera demasiado frio como para exagerar, pero con esas ropas mojadas se podría estar pescando un resfrió o alguna de esas enfermedades.
─ oye Yui, ¿en qué piensas? ─ preguntó la rubia al sentir ese silencio algo incómodo entre ellas
─ No sé, tú dímelo ─ le respondió
─ ¿será… que aún no confías en mí?
─ ¿Por qué debería? No hay los motivos suficientes para creer ciegamente en ti
─ buuu tus palabras me lastiman
─ acostúmbrate
Las chicas entraron en el castillo donde ya Akari les esperaba. La pelirroja se sintió muy aliviada emocionalmente al ver que sus amigas ya no se estaban peleando a golpes e incluso parecía que se estaban llevando mejor. Kyoko y Yui subieron junto con la pelirroja hasta la habitación de esta última, donde sin esperarlo demasiado se limpiaron y cambiaron de ropa.
─ Akari está muy feliz de que todo se haya solucionado ─ comentó la pelirroja mostrando una enorme sonrisa
─ perdóname Akari ─ decía Yui ─ lamento lo de antes, lamento haberme comportado tan mal en tu propia casa
─ No te preocupes Yui-chan ─ dijo Akari demostrándole a Yui que no había de que preocuparse por pequeñeces
─ Lo vez Akari, te dije que Yui-nyan podía llegar a ser algo salvaje ─ comento en tono de burla la rubia a lo cual Yui no le prestó atención ─ por cierto ¿Dónde está Chinatsu? ─ preguntó luego por la ausencia de la chica
─ oh, ella se fue a preparar todo para ya sabes que ─ le respondió la pelirroja
─ ¡perfecto! Podremos partir lo antes posible ─ dijo Kyōko alegre con la noticia
─ ¿te iras? ─ pregunto Yui como si no le interesara,
─ eso es correcto ─ dijo la rubia ─ debemos volver a casa antes de que llegue la temporada de frio, ya que los mercados cerraran por la nieve
─ Entonces… ─ Yui bajo la cabeza pues aunque lo negara en el fondo se había alegrado de volver a ver a esa rubia pero la noticia de su partida no le sentó muy bien ─ eso sería todo
─ no te sientas así ─ decía Kyōko ─ prometo que nos volveremos a ver, y para que no me olvides tan fácil… quiero darte un regalo ─ Kyōko se fue a prisa por los pasillos del castillo
─ ¿Qué será? ─ susurro Yui con aquella pregunta
─ mientras, ven conmigo Yui-chan ─ dijo Akari tomando la mano de Yui ─ debes cambiarte de ropa
─ me he estado preguntando… ─ decía Yui mientras se dejaba llevar por la pelirroja ─ ¿tu sabias todo lo que Kyōko había planeado?
─ Si lo sabía ─ Akari se detuvo un momento y giró su cabeza hacia atrás para mirar a Yui con una expresión culpable ─ lo siento
─ no hay porque disculparse ─ Yui sonrió a su amiga para que se animara y viera que no estaba enojada con ella ─ sé muy bien que cuando algo se le mete a Kyōko no hay nadie que la haga entrar en razón
Llegaron luego hasta una amplia habitación que Yui suponía pertenecía a la pelirroja, lo dedujo por cómo estaba arreglada con esos toques infantiles y coloridos, que sabía bien, son gustos propios de Akari. La pelirroja le paso un cambio de ropa y le dijo que podía dotar un baño si deseaba en el baño de la habitación, algo que Yui no negó pues lo necesitaba ya sentía su propio olor y no era muy agradable.
Con todo listo y ordenado Yui salió del baño de la pelirroja más calmada y con la mente fría. Cuando asomo su vista hacia la cama vio que Kyōko estaba junto a la pelirroja conversando amigablemente hasta que ella intervino con su presencia.
─ mira que tenemos aquí ─ decía Kyōko ─ ya te habías tardado en salir de ahí
─ necesitaba mi momento ─ comentó a secas ─ al parecer no eres muy consiente de ti misma
─ no necesito tanto a diferencia de ti Yui-nyan ─ dijo Kyōko ─ pero bueno, es mejor que estar andar con las orejas sucias jajaja
─ vamos chicas, no peleen ─ dijo Akari notando el ceño fruncido de Yui
─ Akari aquí tiene razón ─ dijo Kyōko recuperándose de su ataque de risa ─ bueno, Chinatsu me está esperando y ya saben cómo se pone si la hacen esperar
Kyoko se levantó de la cama y con las manos tras de sí se acercó a su amiga Yui. Al estar frente a ella la rubia sacó sus manos de atrás mostrándole a Yui una espada corta, ante ese acto Yui retrocedió un paso sorprendida por aquel objeto
─ La recuerdas ¿verdad? ─ decía Kyōko ─ es la espada con la que me mataste
─ Esto es una broma de mal gusto Kyōko ─ dijo Yui enfadada ya que parecía no tener un poco de seriedad
─ ¿broma? ─ Kyōko ladeo la cabeza mientras sonreía burlona ─ en verdad la broma es otra
Kyoko tomo la mano de Yui quien enseguida le miró incrédula, rápidamente busco con la mirada a la pelirroja pero a esta no parecía importarle ayudándole a bajar un poco la guardia. Kyoko coloco en la mano de Yui la espada y la obligó a levantarla hasta la altura del pecho.
─ la verdadera broma es esta.
Kyoko llevó su dedo índice hasta la punta de la espada y presionó suavemente. Yui abrió los ojos sorprendida por como la espada iba retrocediendo sin ninguna resistencia hasta que la hoja había desaparecido ante sus ojos. Yui levantó hasta sus ojos observando que solo la punta asomaba pero el resto de la hoja había desaparecido.
─ Que… que ¿Cómo?
─ es un simple truco ─ dijo la rubia ─ todo es gracias a nuestra Akari
─ funciona como una espada normal si los golpes son de costado ─ mencionó la pelirroja ─ pero si intentas dar una puñalada no lograras hacer ningún daño ya que la hoja se retrae y se esconde en la empuñadura.
─ fue así entonces ─ dijo Yui recordando aquel momento
─ Si, y un poco de sangre falsa ayudó bastante, además de que la noche ocultaba bien el efecto haciéndolo más creíble ─ dijo Kyōko con emoción
─ eres despreciable y todas esas molestias solo para robar ─ dijo Yui
─ me conoces bien Yui-nyan ─ dijo Kyōko ─ si puedo sacar un buen botín de una situación no desaprovecharé la oportunidad
─ Bastante osada, sabias que al provocarme terminaría queriéndote matar
─ Claro, pero tú te contenías ─ declaró la rubia ─ así que tuve que hacerlo por mí misma
─ ja ja ─ rio con sarcasmo ─ debería habérmelo esperado de una maldita rata como tú
─ ¡oye! Soy una ratita muy linda ─ dijo Kyōko
─ si pero como hago… ─ Yui quiso saber cómo hacer que apareciera la hoja de la espada y que volviera a la normalidad
─ solo tienes que girar la parte de atrás ─ le indico Akari a Yui
─ Esta ─ Yui giró la parte de atrás haciendo que se soltara un mecanismo que lanzo la hoja hacia fuera volviendo a su posición normal ─ increíble
─ Si, nuestra mejor armera la diseño ─ dijo Akari orgullosa de sus sirvientes ─ pero a todo esto Yui-chan ¿no tienes algo que hacer?
─ ¿Qué cosa? ─ preguntó desorientada
─ El tiempo se acaba Yui-nyan, ella se está preparando para partir a su reino ahora que has despertado
Estaba cometiendo un error y eso se reprochó, olvidadiza se había puesto pero como era posible haberse olvidado de lo más importante. Rápidamente corrió hacia fuera de los jardines donde Akari le había indicado que ella estaría. Llegó tan rápido como pudo y en efecto ahí estaba pero ella ya estaba por partir pues estaba por montar en un carruaje propio de la princesa de Seitokai
─ ¡princesa! ─ gritó haciendo que ella se girara a verle
─ es usted ─ dijo ella entrecerrando los ojos ─ sabe lo impertinente que que ha sido, y aun así se atreve a dirigirse como si nada
─ Yo ─ Yui llegó hasta estar frente a ella y rápidamente se hincó agachando la cabeza ─ perdóneme princesa
─ Usted me pide perdón a mi Funami-san ─ dijo Ayano ─ pero no es correcto
─ ¿Qué quiere decir? ─ preguntó Yui sin entender nada
─ Alguna vez creí en sus palabras, pero no eran ciertas ─ dijo ella ─ tal vez soy yo la que deba pedirle perdón… no fui lo suficientemente buena
Yui entendió lo que ella trataba de decir, era cierto lo que Kyōko había dicho y Ayano no la odiaba por haber matado a la rubia, aquello iba de mucho antes y mientras más lo pensaba más estaba segura de ello. Le había mentido, durante tres años le había mentido a la única que quiso ser amiga de una esclava, la única que la había cautivado hasta hacer que su corazón vaya descontrolado.
─ Yo… ─ Yui no encontraba palabras para arreglar aquello y sin más sus lágrimas empezaron a brotar
─ Usted probó lo equivocada que pude llegar a estar ─ dijo ella tomando una respiración profunda ─ espero que Toshinō Yui sea más honesta y sea capaz de contármelo todo
Yui levantó su mirada para verla a ella con una sonrisa radiante ofrecerle su mano, Yui tomó la delicada mano y se puso de pie con su ayuda. Ayano limpio con sus dedos aquellas lágrimas y con suavidad acaricio la mejilla de esa chica. Yui ladeo su cabeza hacia ese hermoso contacto que provocaba una profunda tranquilidad en su alma.
─ ¿será capaz de decirme la verdad? ─ dijo Ayano con voz suave
─ Lo prometo
Yui se acercó acortando el espacio y depósito y beso suave sobre los labios de Ayano, sus manos la tomaron de su cintura mientras las de Ayano las llevo tras de la cabeza de Yui y acaricio aquel corto cabello sintiéndolo raro pues era más corto de cómo lo recordaba.
Ayano se separó del beso y fijo su mirada sobre la de ella ─ la veré en cuatro meses ─ dijo
─ ¿cuatro meses? Pero yo
─ no puede ir conmigo en este momento, usted deberá ir con la princesa Akari a Seitokai cuando se cumplan cuatro meses a partir de hoy ─ dijo Ayano alejándose de Yui para montar en su carruaje
─ entiendo ─ dijo resignada, pero feliz de que Ayano le diera una nueva oportunidad
Ayano miró hacia el frente haciéndole una señal a su chofer, cuando el carruaje comenzó a andar tirado de los caballo Ayano saco su mano por la ventana y lanzo un pañuelo al aire, Yui al verlo se apresuró a tomarlo antes de que llegara a topar el suelo. Ella lo llevo a su nariz y aspiró el aroma que inconfundible le pertenecía a la princesa Ayano, sabía que aquel pañuelo sería un recordatorio hasta que se volverían a encontrar y que con el recordaría a su amada para ayudarla a superar ese tiempo sin Ayano.
─ Y mi regalo ─ dijo una vocecita protestando tras de Yui
─ si quieres te puedo golpear ─ le contesto Yui a su amiga rubia
─ jaja ─ rio sin gracia ─ como si pudieras
─ ¿quieres apostar?
─ Ya chicas, no peleen ─ dijo Akari llegando hasta ellas impidiendo que se volvieran a tomar a golpes
Yui les mostró una enorme sonrisa y fue hacia esas dos tomándolas y abrazándolas al mismo tiempo para demostrarle lo que las palabras no podían hacer. Estaba feliz de que no todo estaba perdido y llegando a tener una oportunidad de ser verdaderamente feliz.
Fin.
─ ¡corte! ¡Se queda! ─ dijo una rubia hablando a través de un cono de papel ─ guarden todo, ¡esta película será todo un excito!
─ wow Kyōko-chan estuviste increíble ─ le adulo su amiga pelirroja
─ Claro tus palabras están de más, pero viniendo de ti significa algo ─ dijo la rubia montando la broma
─ mooo Kyōko-chan ─ protestó la pelirroja haciendo pucheros
─ ya deja de molestarla tonta ─ la rubia recibió un golpe en su cabeza que sobó con rapidez para alejar esa picazón
─ ¡oye no me trates así Yui-nyan! ─ protestó la rubia a su amiga
─ ¡yay Yui-senpai! ─ brincó una chica pelirrosa abrazando con fuerza a la sensual Yui
─ espera Chinatsu-chan… ─ dijo Yui tratando de respirar apropiadamente ─ me estas asfixiando
─ ¡Yui-senpai! No pienses que Kyōko y yo tenemos algo, ella me obligo a actuar ese papel tan malo ─ dijo la pelirrosa China
─ Si, no niegues que te gusto ser mi novia aunque sea de mentiras chuuu ─ Kyōko se aventó sobre Chinatsu tratando de besarla
─ ¡sálvame Yui-senpai!
─ Kyōko detente ─ Yui golpeó otra vez la cabeza de la rubia
─ booo
─ Kyōko-chan, tengo una duda ─ preguntó curiosa la pelirroja Akari
─ así ¿Cuál? ─ dijo Kyōko
─ ¿Por qué Ikeda-senpai quería que la sacaran de Seitokai?, no explicaste eso
─ Bueno… a este… ¡no lo sé! ─ dijo la rubia encogiéndose de hombros
─ mooo no te burles de Akari ─ la pelirroja haciendo sus adorables pucheros
─ oh vamos, tampoco es para tanto, además tu desapareciste en “cuentos de la nieve” y a nadie parece importarle ─ comentó la rubia
─ ¡¿Qué?! ─ dijo sorprendida por la nota
─ ¿no te habías dado cuenta? No has aparecido como en cinco capítulos ─ dijo la rubia tomando un cuaderno borrador donde estaba escrita la historia
─ Pero se supone que yo soy la protagonista ─ protesto la chica pelirroja
─ Técnicamente, Chitose es la protagonista de esa historia ─ comentó Yui recordando quien era la que más destacaba en la historia
─ Tu también Yui-chan
─ ¿no crees Akari? Mira, incluso aquí dice que morirás mas adelante debido a que tu carruaje se accidenta por un precipicio ─ dijo Kyōko pasándole el borrador a la pelirroja para que saliera de duda por si sola
─ no puede ser ─ dijo resignada
─ no crees que te pasaste un poco ─ dijo Yui a su amiga rubia por como había matado las esperanzas de Akari de ser la protagonista en una historia
─ ¡qué dices! Yo no fui quien escribió eso. ─ dijo en su defensa la rubia
─ Akari está muerta ─ lloraba la pelirroja
─ vamos Akari ─ Kyōko rodeo a la chica con sus brazos y la apretó con amor ─ al menos tienes más presencia en “deseo”
─ De verdad ─ dijo ella limpiando sus lágrimas
─ ¡claro que sí! ─ comento Kyōko ─ eres como una bruja malvada con poderes que me hace sufrir hasta que mis ojos se secan de tanto llorar
─ Pero esa no es la intención de Akari ─ dijo la pelirroja ─ Akari no quiere que sufras
─ ya lo sé, y es por eso que te amo, mi pequeña Akarin ─ Kyōko besó la mejilla de la pelirroja mientras seguía aferrada a ella
─ Akari también te ama ─ dijo Akari
─ oye, me estoy calentando ─ Kyōko besó a la pelirroja en los labios mientras esta se dejó llevar ─ ¿Qué te parece si hacemos “rubia pelirroja” versión +18?
─ ¡¿Qué?!
─ deja de bromear con ella ─ Yui golpeo la cabeza de Kyōko
─ ¡yay! Yui-senpai tú y yo podríamos hacer esto y aquello ─ Chinatsu se volvió a pegar a Yui con fuerza
─ espera, Chinatsu ─ Yui trataba de sacarse a la pelirrosa de encima ─ contrólate
─ jeje ─ rio Kyōko ─ vamos Akari, a un lugar más privado
─ e… está bien Kyōko-chan
Y así termina este cuento, Yui en el set luchando para sacarse a Chinatsu de encima, y Kyōko escapando con Akari a un lugar solitario. Mientras que en un lugar Sakurako peleaba con Himawari y Chitose se desangraba, Ayano veía a su senpai con ojos de enamorada. Eso ya es adivinanza
Hola, soy yo Gabriel deseándole un feliz día a todos. ¿Qué les ha parecido el cuento?
Recuerden que para todas sus dudas me dejan sus comentarios y con gusto los responderé. Ya saben ahí se los dejo.
Yo me despido y conmigo será hasta una próxima ocasión

Amor Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora