Cuando el agua corre por entre las piedras, ella alista su lanza y con un movimiento rápido un tiro certero atraviesa con su lanza el pobre desafortunado pez que pasaba guiado por la corriente. Ella se apura y toma el pez hasta el momento lo era, ya en su mano no era más que un simple pescado, lo libera de la lanza y como si nada lo lanza en una cesta donde le espera otros que agonizan dando inicio a su tormento hasta la hora de su muerte.
Algo triste si se lo ve desde ese punto pero aunque triste para el pez, para ella, aquella mujer, no era más que una buena pesca y una buena comida para sus amores.
Ya con suficiente por ese día, recoge sus cosas y se mete en el bosque. Lleva consigo la pesca del día, un arco y flechas, una lanza y atada a su cadera una pequeña espada. Queriendo apresurarse con pasos largos que estruenan las hojas cruza rápido el bosque hasta la luz que florece en la lejanía, se detiene y admira por un momento aquella extensión de sembrío que le daría las provisiones para pasar el invierno que a meses de su llegada, dejaría la tierra congelada por un tiempo.
Dándole gracias a los dioses cruza con cuidado los arrozales hasta la orilla del cultivo donde vuelve con su cometido y apresura a subir la colina. En la punta se gira y en ella una sonrisa agradecida mira hacia abajo y hacia arriba antes de seguir su camino.
Minutos después se abre paso entre dos árboles que gigantes le hacen una reverencia, sus ojos se iluminan al ver a una pequeña niña de cabello oscuro y vestimenta sencilla, jugar y corretear por ahí cerca de las flores que adornan una vivienda.
─ ¡mamá! ─ La niña grita y corre apresurada hacia donde ella la veía encantada
La mujer suelta sus cosas a un lado extendiendo los brazos y agachándose a la altura de esa pequeña. La niña sin detenerse se estrelló contra la mujer y enseguida sintió sobre su cabeza los labios de esa mujer.
─ he vuelto Minami-chan ─ dice con ternura a la pequeña en el abrazo que levanta la mirada antes de enterrarse más entre sus brazos
La mujer sin problema alguno levanta a la pequeña y con ella da dos vueltas antes de soltarla manteniendo una sonrisa, contagiosa para la niña que ríe con armonía. La mujer va por sus cosas y tomando la mano de niña avanza hasta su casa.
─ ¿Minami-chan, estas afuera? ─ dentro se oye una voz que pregunta con encanto, al tiempo aparece por la puerta aquella mujer que sorprendida un poco da la vuelta y oculta una sonrisa ─ has vuelto ya
─ Si, me ha sido fácil atrapar los peces ─ dice ella extendiendo la canasta a la mujer que estaba en el marco de la puerta
─ atrapaste muchos ─ dijo notando lo pesada de la canasta
─ Claro que si ─ dijo tomándola y jalándola un poco para poder tomar un beso de su amada
─ Yui detente ─ dijo suspirando ─ Minami nos está mirando
─ Perdón ─ se disculpó ─ aún no puedo resistir el impulso de besarte Ayano
Ayano se sonrojó y se alejó de forma brusca pero nada de que preocuparse, pues aunque pareciera una mala señal, Yui sabia perfectamente que no lo era. Yui miró a la niña que resultaba ser su hija y poniendose a su altura le acarició la cabeza
─ ¿necesitas algo ayano? ─ preguntó levantando a la niña en sus brazos
─ no, nada ─ le respondio dandole la espalda para entrar en la casa
─ mami, ahora podras jugar conmigo ─ dijo la niña con alegria
─ pueden ir afura y enseñarle algunas cosas a tu hija Yui, pero no se alejen demasiado ─ dijo ayano como orden clara que Yui no debia desovedecer
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Amor Entre Dos Mundos
ФанфикSin lugar alguno donde refugiarse, Yui no pudo huir de los recuerdos que le atormentan, ahora sus recuerdos cobraron vida haciendo su sufrimiento u tormento aun mayor. ¿Decidirá entonces salvarse así misma, o salvar a la mujer que tanto ama?.