Amor Entre Dos Mundos

¡Extra!

Aquella mañana de primavera, donde lentas las rosas eran mecidas por la suave caricia del viento, donde el agua refleja aquel brillo de aquellos colores y desprenden destellos hermosos... aquella mañana, donde sus ojos aprecian la belleza de su entorno, donde desde hace más de cuatro meses... ella... la princesa, esperaba el encuentro soñado. Mientras tanto, entre los senderos escoltados por grandes árboles, iba a prisa un carruaje, de alta elegancia y porte real.

Mirando por la ventanilla en espera recorre el camino sin mover un musculo, solo los dedos entre ellos que juegan impacientes por aquel anhelado tacto suave de la delicada piel. Su compañera rio, con un suave golpeteo de ella llamó su atención.

─ ¿estas nerviosa? ─ dijo su amiga y acompañante en esa aventura de una sola vuelta

─ no, es solo que... ─ ellas suspiró con pesadez dejando que su temor le controlase ─ ¿y si ella... ya no me necesita?

─ sigues pensando en eso ─ su amiga cariñosa su cabeza frotó ─ todo saldrá muy bien... Chitose nos lo contó todo

─ Si... pero, ¿Qué le diré cuando la vea?

─ dile lo que siente tu corazón ─ le dijo ─ deja que sea él el que te guie

Luego en la cuidad las personas curiosas se asomaban por la repentina aparición del carruaje real que avanzaba sin detenerse hasta las puertas del palacio. Vista en ella la reina esperaba pues ya enterada estaba de aquella visita y agradecida.

─ hemos llegado Yui-chan ─ anuncio

─ Esperemos que todo salga como Kyoko lo planeo ─ dijo Yui

Descendieron del carruaje hasta pisar una alfombra roja que recorría los patios hasta las grandes puertas del palacio. Akari siguió adelante mientras que Yui le siguió de cerca llamando la atención de todas esas chicas que curiosas rápidamente se acercaron.

Yui se sintió aún más nerviosa por como ellas le miraban, y es que con cada paso no había una que no suspirara (Imagínense a Yui tan elegante como un príncipe de la época). Sin duda esa chica era sacada de un cuento, pues tal belleza solo podía ser producto de los sueños.

─ Himawari-chan ─ Akari hiso una reverencia frente a su alteza la reina de Seitokai

─ majestad ─ Yui imitó este acto

─ es grato tenerlas por aquí Akari-chan y Toshinō-san ─ dijo ella también haciendo una reverencia para sus invitadas ─ pero por favor, pasen, están su casa

─ moría de ganas de volver por aquí ─ dijo Akari con tinte de emoción

─ comprendo ─ dijo Hima ─ tu última visita no salió como esperabas y de antemano te pido perdón Akari-chan y a usted Toshinō-san, mis más sinceras disculpas por lo que le sucedió a su hermana Kyoko.

─ Este... ─ Yui ladeo la cabeza pensando a que se refería la reina, pero en este acto Akari la codeó para que saliera de esa postura ─ si sí... es una lástima... este... tenía ganas de conocerla

─ ¿conocerla? ─ dijo Himawari algo perdida ─ ¿creí que Toshinō Kyōko y usted se habían separado hace tres años?

─ Bueno Himawari-chan... ─ se apuró a decir Akari para salir de aquel enredo ─ Yui-chan había perdido parte de sus recuerdos debido a lo brusco que resulto el secuestro y la muerte de Kyōko-chan no ayudó mucho, ella se siente confundida

─ oh entiendo ─ dijo Himawari ─ será mejor no hablar de ello, pero si quisiera disculparme por lo mal que el reino la debió haber tratado el tiempo que estuvo trabajando en el establo