Extra

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Mientras estaba sentado en el aéreo plano con mi madre al lado izquierdo, mi mente divagaba volviendo a esos años en los que éramos inseparables. Goten y yo seguíamos viéndonos con demasiada frecuencia, era como si con él esos 5 años no hubiesen pasado. Seguíamos teniendo nuestros momentos infantiles con peleas absurdas y algunas patas y puñetazos aquí y allá. Pero con ella...

La historia había tomado un rumbo totalmente diferente al que me hubiese gustado. Sabía que había sido mi culpa, pero joder era un puto mocoso que no pensaba en las consecuencias de sus actos y tener a su hermano encima de mi preguntándome una y otra vez si me gustaba no facilitaba las cosas por eso cuando reapareció Mai la use como pretexto para quitármelo de encima lo que no sabia era que ese fue el detonante para que ella se alejara por los siguientes 5 años.

Y uno pensaría; como carajos es posible no ver a la hermana de tu mejor amigo cuando a él lo vez a diario, cuando está días y noches en tu casa y tú en la suya. Fácil, ellos son mellizos por lo que tienen esta conexión que jamás he entendido. Se cuentan todo y se apoyan mutuamente y por supuesto con 12 años en aquel entonces Goten decía que ahora estaba más interesada en salir con sus amigas que andar con nosotros por lo que él nunca le dio importancia a que ya no la viera y viceversa. Y con el paso de los años se interesó en cosas de las cuales nosotros no formábamos parte. Y por supuesto después de que Goten había confesado que le había contado lo de Mai deje de insistir en buscarla. Había sido un completo idiota con ella. Había planeado ir al cine y después a comer porque quería confesarle mis sentimientos, había tomado la determinación de que me enfrentaría a la ira de Goten y de quién fuese necesario por ella.

Pero mis planes se vieron frustrados por su llegada inesperada y entonces todo valió madre. La deje plantada y después.... no supe nada de ella por 5 años. No tuve el valor para encararla y pedirle perdón, tome el camino fácil y pague las consecuencias con interés. Un maldito interés demasiado alto pues me dio la fama de maldito mujeriego y que por supuesto eso hiciera que me evitará a toda costa. Sin embargo lo que ella no sabia era que buscaba en todas esas mujeres lo que siempre vi en ella, todo sin obtener resultado; solo me lleno de una existencia vacía y una vida demasiado patética. Estaba harto, de todo. Tenía dos años al frente de la Corporación como presidente lo que había reducido mi vida a la oficina, al entrenamiento y algunas veces cuando podía desahogarme a las mujeres. Lo repito; patético.

—Trunks... Trunks.

Muy lejano escuche a mi madre llamarme. Salí de mi ensimismamiento y voltee a verla a los ojos.

—Disculpa madre, me hablabas??

Ella solo sonrió y adivine ese brillo en sus ojos.

—Ya casi llegamos. Por favor dile a los abuelos y a Bura que abrochen sus cinturones.

Asentí y me levante del asiento de copiloto. Fui a la parte más lujosa del aeroplano y les informe lo que decía mi madre. En seguida volví con ella. Me senté sin ponerme ningún tipo de protección y mire por la ventana frontal. A lo lejos un punto en específico llamo mi atención. Había estado ahí innumerables veces, pero ahora se sentía como la primera vez. Me di cuenta del sudor en las palmas de mis manos y las seque en mis piernas. Joder no había estado así de nervioso desde la primera y única vez que había estado con ella a solas. Una sonrisa se formó en mis labios al recordarlo. Pero no me dio tiempo de pensar mucho en ello por qué la casa se hizo más vivible con esas mesas y adornos por todo el patio delantero.

Mi madre aterrizó un poco lejos de todo en el pequeño claro a unos 30 metros de la casa. Y en cuanto bajamos eleve la vista y note a mi padre aún parado sobre el techo de la máquina. Negué sonriendo y fije mi vista en la alegre casa. Bura salió corriendo a encontrarse con Pan y mis abuelos mi madre y yo caminamos tranquilos hasta encontrarnos con los chicos. Saludamos a todos y permanecí con Goten al pie del árbol que creció frente a su casa.

Gohan me ofreció una cerveza y le di un trago riendo por el regaño que mi madre le daba a Goku. Mis ojos vagaron por todo el lugar en busca de una sola persona y al no encontrarla eleve mi mirada hasta la ventana que sabía era su habitación. Se encontraba cerrada y con las cortinas tapando la mayor parte sin embargo podía sentirla ahí. Su Ki siempre fue muy bajo pero había aprendido solo un segundo en identificarlo. Era diferente para cada uno y el de ella se sentía como un campo de flores en plena primavera bañado con los primeros rayos del sol. Demasiado cálido, al punto en que me llamaba para abrazarla. Le di un gran trago a la cerveza porque debía recordar que sus hermanos y su sobre todo su padre se encontraban ahí.

—Iras esta noche??
Pregunto Goten.

—No lo sé y tú??

—Mmmm depende que como se ponga esto.
Contesto tomando de su cerveza.

Asentí.

—Esa chica estará esperando a que vayas.

—Si, lo sé, pero es muy melosa. Demasiado para mi gusto.

Reí. Y le di otro trago a mi cerveza mientras Goten me preguntaba si le había hecho los arreglos al GT necesarios para próxima carrera. Estaba apunto de contestarle cuando un olor a vainilla invadió de forma abrupta mis fosas nasales , voltee a un lado y la vi colocando el sushi sobre la mesa, la brisa fresca agitaba suavemente las hebras de cabello mientras echada la cabeza atrás para beber del vaso. Sin permiso alguno de mi cerebro mis ojos recorrieron la silueta esbelta que siempre la caracterizó y me sorprendí al ver lo mucho que había crecido, no solo en edad si no en físico también. Los pechos que la última vez que vi eran decentes para su edad ahora parecían los de una mujer en la flor de la vida, llenos y turgentes. La delicada curvatura de ambos sobre su abdomen alto me seco la garganta y tuve que beber de nuevo de la botella.

La esbelta y pequeña cintura la cual siempre quise rodear con mis brazos y las caderas que me llamaban para posar mis manos en ellas, todo forrado con un delicado vestido verde menta con flores cafés dejando ver sus torneadas y blancas piernas. Tuve que cruzar los brazos para evitar hacer algo estúpido como ir hasta ella y hacer todo con lo que he soñado.

Sin previo aviso fijo sus ojos en los míos mientras seguí bebiendo y sonreí de lado al verla tragar con dificultad. Maldición no fue buena idea ver su cuello. Descruce un brazo y le mostré mis dedos índice y medió separándolos y moví mis labios en un "Hola" sin sonido, solo para ella. Mi corazón dio un vuelco cuando me contesto de igual forma con esa pequeña sonrisa que sentí como una caricia.

—Que mierda admiras??

Fue como si agua helada me cayera de repente. Puta madre. Debí ser más cuidadoso. Voltee a verlo para darme cuenta de él también la veía y cuando ella dio media vuelta él fijo sus ojos negros en mi.

—Si te gusta no??
Pregunto enojado.

Le di un trago a mi cerveza.

—No se de que putas hablas. Solo la salude.

Mierda Goten tenía 5 putos años que no la veía. Que querías que dijera: A si, hola. Me dije a mí mismo adoptando una voz fastidiada para eso último. Joder, no soy de plástico y me emocionaba mucho verla de nuevo.

Me guarde todo esto para mí mismo. Y más aún cuando la vi llegar. Que mier....?????? Mire en la dirección en la que se fue y la vi con Videl cerca de la puerta. Mire de nuevo a Goten quien tenía los labios en una fina linea. Así que me voltee así Mai y estire mi brazo sonriendo para que se acercara a mi. Así Goten dejaría de estar jodiendo y yo podría ocultar la semi erección que experimente con solo verla.

Mierdaaaaaaa. Con Mai aquí está fiesta no sería lo que había planeado. Joder.

Un Destino Inevitable •Trunks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora