I'm sorry

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Lo siento.




Después de la pelea con el diablo, Castiel quiso ver como se encontraba Dean. Al llegar, vió a Crowley afuera de la celda.

-Crowley

-Castiel, no lo hagas. Te dije que esto nos traería problemas, ¿y ahora quieres más? -

-No es tu asunto, yo me encargaré de Lucifer si planea algo contra ti -

El demonio dudaba que Castiel pudiera hacer eso pero igual lo dejó pasar mientras murmuraba cosas de como se acabó su vida y maldiciendo a los ángeles.

Castiel entró y vió a su humano favorito sentado en el sucio piso viendo al suelo. Cuando escuchó que la puerta se abría, levantó la vista y vió a su ángel.

-Cass

-Dean-

Se levantó a abrazarlo pero después recordó lo que pasó con Lucifer y se detuvo a medio camino. Castiel lo miró con pena porque sabía lo que pensaba.

-Lo siento, Dean. No quería que lo supieras, pero es verdad -

Dean apretó los puños y asintió.

-Entonces tu hijo si es del diablo, supongo que debo felicitarte -

-Dean

-¿Qué haces aquí, Castiel? Debes ir al lado de Lucifer, ahora eres su perra, ¿no? -habló con tristeza en sus ojos.

-Dean, por favor, intento hacer lo correcto para ti. Tienes que entender -

-Tú eres el que debe de entender que no pienso irme de aquí sin ti. Prefiero sufrir mi condena aquí, en el infierno, si se qué estás aquí, a pasarlo en la Tierra sin tu presencia -

-Dean, no...

-¡No, Cass! Entiende que no lo haré, no sé cómo puedes pasar el tiempo al lado de ese monstruo -lo interrumpió alzando la voz.

Castiel bajo la mirada con mucho pesar, no podía hacer entender a Dean que debía irse. Él no sufría estando ahí, al contrario, ya empezaba a formar una vida al lado de Lucifer.

-No logras entenderlo, Dean. Es cierto que fuí condenado a estar aquí, pero no lo siento como una tortura a su lado. Él no es como crees que es-

Dean frunció ceño notando el rumbo de su conversación, después su rostro mostró una gran tristeza.

-¿Lo amas a él ahora? -preguntó bajito. El ángel abrió la boca pero no pudo decir una sola palabra​ -Entiendo. Debes irte, tal vez Lucifer te necesite-

Castiel asintió bajando el rostro y antes de salir le dio una última mirada. Sus miradas se cruzaron por unos segundos como en los tiempos de antes, sólo que no como hubieran querido. Salió de la jaula y Crowley aún estaba ahí.

-Debes buscar la forma de sacarlo por el bien de todos. Créeme Castiel, es lo mejor -

Castiel lo sabía. El tener a Dean ahí era malo para Crowley, porque ponía en peligro su existencia. Malo para Dean, porque Lucifer buscaría la forma más horrible de torturarlo por su contrato. Y malo para Castiel, porque Lucifer se sentía amenazado por el humano y se desquitaba con él. Lo hería con sus palabras y amenazaba la vida de su futuro hijo.

-Lucifer, debemos hablar -

El nombrado estaba solo leyendo unos papeles cuando el ángel se presentó ante él.

-Si es para soltar tu palabrería sobre el sucio mono, entonces no tenemos nada que hablar -habló sin despegar la mirada de los papeles en sus manos.

-Sabes que no ignoraré el que esté aquí, lo cual será peor para ambos. Escucha mi plan y todo volverá a lo de antes -

Lucifer lo miró a los ojos -Tienes cinco minutos exactamente -

-Si encuentro una forma de sacarlo de aquí, me dejarás hacerlo. Él se irá y yo me quedaré contigo. Seremos padres​ como planteábamos -

-¿Cómo me aseguro de que no es una trampa y te irás con ese humano de aquí? -Lucifer entrecerró los ojos desconfiado -Estoy seguro de que aún sientes amor por él y no dudarás en irte cuando se presente la oportunidad -

-Te equivocas. Antes seguramente lo hubiera hecho, pero ya no, no quiero irme de tu lado. Prometí ayudarte y no romperé mi promesa -Castiel se acercó a su rostro -Por favor, confía en mí-

Lucifer observó cómo se acercó a besarlo y le correspondió con ganas. Hace tiempo que no hacían el amor y no desaprovecharía la oportunidad. Tomó al ángel de la cadera y lo acercó a su ya notable erección. Castiel gimió bajito en sus labios al sentir el miembro del diablo presionar el suyo.

-Lucifer -gimió -Hazme el amor -

Lucifer los apareció en la habitación del rey y lo aventó a la cama mientras se subía en él. Lo beso en el cuello mientras se movía simulando embestidas. El ángel sentía tanto placer que gemía por más. Está vez Castiel fue el que se encargó de quitar la ropa a ambos entre besos y gemidos, al terminar quedaron complemente desnudos mientras se perdían en el otro.

-Vamos Castiel, súplica para que te tomé como lo que eres. Mío -gruñó Lucifer en su oído mientras presionaba su miembro en la entrada del ojiazul pero no entraba del todo, lo estaba torturando.

-Tómame, soy tuyo. Sólo tuyo -

El ángel caído pasó sus manos por el abultado vientre del otro ángel para terminar en sus caderas y entrar en un profundo movimiento, Castiel gimió alto al sentirlo dentro.

-Eres mío -gruñó al volver a embestirlo -Ese niño dentro de ti es mío. No de ese humano. No de nadie más-

-No. Sólo tuyo. Seremos una familia -gimió cuando una embestida dio en ese punto donde lo hace gritar.

Lucifer siguió dando en ese mismo punto. Castiel gemía alto con la cabeza atrás, mientras enterraba sus uñas en la espalda del ángel encima de él. Las embestidas siguieron, todas profundas y fuertes, hasta que llegaron al ansiado orgasmo gimiendo el nombre del otro.

-¿Confiarás en mi?-

Ambos quedaron acostados y laxos después de lo que hicieron, Castiel sobre su pecho pidiendo confianza.

-Es tu última oportunidad -respondió duro.

A Castiel le dolía que no confiara en él después de lo bien que se llevaban pero debía soportar, pues él fue quien se enamoró del diablo. Con el diablo que vive.





•••••••••

Aun falta mucho, Cass debe encontrar la forma de regresar a Dean a la Tierra y muchas cosas pasaran ;)

Viviendo con el diablo ✡ LustielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora