Apocalypse

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Apocalipsis


En todos los años que Crowley había existido como demonio, jamás había sentido que algo malo pudiera ser malo...para él. Sabía que esta idea de Lucifer traería mala suerte, aun para él. Solo veía con obediencia como Lucifer estaba en lo alto de la colina, como el montón de muertes esperaban ansiosas a su líder. Esto iba a ser malo para todos por igual.

•••

En la clínica de Nick, los hermanos llegaron rápidamente y comenzaron el proceso lo más antes posible. Debían detener a Lucifer a toda costa. Dean miró a su ángel agonizante, él sentía en lo profundo de su ser que ese bebé no era nada bueno. Castiel solo sufría pero aguantaba lo más que podía. En un momento Nick sacó a Sam y Dean para poder proceder, Dean no quería salir, pero al final lo hizo. Sam miró curioso como Dean parecía impaciente, la última vez que lo miró así había chocado por accidente el auto de su padre. ¿Qué estaba tramando?

Todo pasaba justo al momento.

Mientras Crowley estaba con Lucifer, Castiel estaba teniendo a su hijo. Lucifer comenzaba el hechizo y los hermanos Winchester ayudaban a Castiel a empezar el parto.
Justo al momento que el llanto de un bebé se escuchaba en la sala, un antiguo ser regresaba a la tierra, y ahora en manos de Satanás.

—Ah, ya ha nacido. —Lucifer abrió los ojos notando como una fuerza grande nacía, y no era de la Muerte. Vio como todas las muertes observaban el lugar sintiendo también la gran energía. La Muerte de las muertes salió y Lucifer hizo el hechizo para amarrarla.

—¿Cómo te atreves a encadenar a la muerte, ángel tonto?

—También me da gustó verte, viejo. Ahora, hablemos. —

•••

En los años de vida de Castiel como ángel, jamás había sentido tan poder salir de una criatura. Como un guerrero del señor había tenido contacto con miles de seres sobrenaturales, muchos no para un buen final, pero con ninguno había sentido tan grande poder. Ni siquiera cuando conoció a Lucifer lo sintió como con ese niño que era su hijo.

—¿Dónde esta? Quiero verlo —Castiel susurró sin energía.

Nick miró con miedo al bebé en sus brazos. Él notó como los ojos del ángel cambiaron de color cuando su hijo nació, eso es suficiente para temer.
El ser lucía tierno e indefenso, pero cuando nació juró sintir su piel erizar. Los hermanos entraron en ese momento y miraron a Nick con la misma emoción. Dean miró a Nick y asintió. Nick dejo el bebé en manos de Sam y este hizo una detallada revisión del infante. A pesar de sentir lo mismo que todos, no podía evitar pensar que él no tenía la culpa. Era un bebé muy bonito.

Castiel sintió impotencia al no oír de nadie como estaba su hijo. Miró de lado como Sam sostenía a su bebé y lo miraba con ternura.

—Sam. Dime que está bien, quiero saber—

—Es...hermoso —Sam sonrió y lo acercó a Castiel.

Castiel solo pudo verlo unos segundos antes de sentir algo en sus tobillos. Se alertó cuando Sam quitó a su bebé y miraba con sorpresa lo que pasaba.
Buscó una respuesta de alguien, pero nadie dijo nada. Movió su cuerpo pero estaba demasiado débil para usar sus poderes. Vio a Dean, este estaba tranquilo, pero en sus ojos pudo ver la súplica del perdón.

—Dean, ¿qué has hecho? —preguntó Sam al ver como ponían cadenas en los tobillos del ángel. Dean lo ignoró mientras Nick solo estaba ahí parado.

—Dean, ¿qué estas haciendo? —preguntó Castiel por igual. Estaba cansado, no podía más. Su visión se hizo borrosa hasta caer en la inconsciencia.
Una vez que Castiel estaba dormido, Dean iba a tomar al bebé pero Sam se alejó.

—No, Dean, no puedes —por primera vez sintió miedo de su hermano.

—Sam, sabes como yo que no puede ser algo bueno —

—¡Es un bebé, Dean! No sabe que esta mal aun, puedes enseñarle —

—No voy a ser su niñera, ni tu tampoco—

Sam se alejó de Dean y salió corriendo antes de que le quitaran al bebé. Dean maldijo por lo bajo pero no trató de seguirlo.

—¿Ahora qué hacemos? —preguntó Nick.

—Lo que teníamos planeado. Primero aseguramos a Castiel donde no pueda encontrarlo, después buscamos una forma de parar a Lucifer. Dejaremos al bebé con Sam por ahora. —Dean respondió de forma dura y Nick asintió.

Juntos movieron a Castiel al bunker,  lo pusieron en una habitación especial llena de símbolos para evitar que Lucifer, o alguien más, lo encuentre. Sujetaron las cadenas para ángel en sus tobillos y lo dejaron estar ahí. Se pusieron a investigar en sus computadoras indicios de donde podría estar Lucifer y como detenerlos ahora que tenía a la muerte.

—Creo que sé donde esta. Te pude ayudar con Castiel pero no estoy seguro de poder ser útil contra el diablo —Nick habló con miedo.

—Esta bien, Nick, hiciste mucho ya. Dame lo que tengas y puedes irte, no quiero meterte en asuntos que no son tuyos —Dean le dijo y él asintió.

Tenían la pista de que Lucifer estaba provocando anomalías sobrenaturales en un lugar en especial. Dean jamás había tenido contacto con esta vida, hasta que conoció a Castiel. Fue imposible enamorarse de él, así que ahora debía luchar por ese amor. Nunca pensó en llegar a pelear contra el diablo, pero no se echaría atrás. No ahora. Le tomó una noche buscar lo que necesitaría, prepararse e idear un plan.

Sam, mientras caminaba con un bebé en sus brazos, buscando un lugar para estar a salvo. Sabía que corría demasiados peligros. No estaba seguro de que valía su vida todo esto, pero lo estaba haciendo. Protegiendo al hijo de la ex-pareja de su hermano (que es un ángel) y el diablo (quien es el ángel más poderoso). No hay ningún escenario en su cabeza donde esto pueda salir bien, pero lo intentará.

Se sentó en una banca de un parque. Era noche y estaba cansado, no tenía donde ir pero no podía dejar al ser en sus brazos. Hablando del bebé, lo miró buscando algo. Tal vez saber qué era, o si estarían bien.

—Ojalá pudieras entenderme. Hay tanto que quiero saber, ¿estaremos bien?...¿Se supone que eres un ángel, un arcángel?  —el bebé hizo un sonidito y Sam sonrió.

El pequeño era rubio, algo extraño ya que Castiel era pelinegro. Pero Sam supuso que debía ser por Lucifer. Sus ojos eran de un hermoso azul como Castiel. El niño era tan lindo que valdría la pena.

—Hola, chico y bebé.

—Crowley —Sam temió por un momento pero el demonio le aseguró que no iba a dañar al hijo de su ángel amigo y su amo —Necesitamos ayuda. No sé que tiene Dean pero quiso matar al hijo de Castiel, no sé que planes tiene. No sé que le hizo a Castiel y no sé que haremos con su hijo —

—Tranquila Samantha, encontraremos una manera. Ahora, debemos buscar un lugar para ti y el pequeño...¿aun no tiene un nombre? —

—Lo siento, estaba muy ocupado corriendo para preguntarle a Castiel si había pensado en un nombre —contestó sarcástico.

—Ya le buscaremos uno. Vamos.



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Según yo ya iba a terminar esta historia pero me vienen nuevas ideas y tal vez tengamos para unos dos y tres capítulos más. ;)





































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⏰ Última actualización: Apr 06, 2019 ⏰

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Viviendo con el diablo ✡ LustielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora