Déjame ayudarte
Decidió enfrentarlo ese día que estaban solos trabajando.
—Lucifer —le llamó
—Supongo que en algún momento ibas a mencionarlo —rodó los ojos molesto.
—He investigado sobre ti, quería saber más, yo... no sé que fue lo que pasó la última vez y sigo sin entender que pasa pero...quiero ayudarte —
—¿Quieres ayudar al diablo, eh? —rió burlón con su peculiar sonrisa de lado —Iluminame en sobre como planeas hacerlo —
Castiel se molestó por la forma en como se burlaba, pero no iba a dejar que Lucifer siguiera pasando por lo mismo.
—Sé lo que padre te hizo, y no intento justificarlo, pero debes seguir adelante sin guardar tanto odio. El odio jamás ha sido una cualidad para ninguna creatura, y sé que no te gusta este lugar pero...—
—Pero, ¿qué? —lo interrumpió acercándose.
—Pero ya no eres el único ángel aquí, tal vez podamos ser amigos o por lo menos que puedas confiar en mí —
Lucifer quería hacer un comentario burlón sobre la situación, humillar a ese tonto ángel que creía poder cambiar al diablo. Pero no lo hizo. En cambio, lo miró de cerca con intensidad. Quería odiarlo con todas sus fuerzas, porque ese también era una creación de su padre, pero no podía. Castiel vió claramente como Lucifer se debatía en su mente por lo que él hizo el primer movimiento.
—Vamos Lucifer, déjame ayudarte — susurró en sus labios antes de besarlo.
Lucifer en serio quería quitarlo, gritarle que para el sólo era una perra más a como las que ha tenido, pero no pudo. En vez de eso, lo tomó delicadamente de la cintura para cerrarlo y seguir el beso. Castiel lo tomaba del cuello mientras lo besaba lento y delicado, daba caricias en este y suspiró en sus labios cuando terminó.
Lucifer dejó caer su frente en el hombro del ángel y suspiró con duda. ¿Qué estaba haciendo ese débil ángel en él? ¿Qué le estaba pasando a él?
—Por favor, Lucifer, déjame ayudarte —volvió a susurrar pero ahora en su cuello.
—¿Por qué no puedo gritarte y alejarte de mi como a los demás? ¿Qué tienes tú de especial? —
—No lo sé. Creo que es porque somos hermanos después de todo, y hemos pasado por lo mismo —sonrió —Tenemos los suficientes años para permitirnos esto —
Lucifer le dio una sonrisa ladeada y habló: —Ven, acompáñame —
Miró a los lados y lo tomó de la mano para llevarlo al cuarto donde lo tomó por primera vez. Una vez ahí cerró la puerta y se acercó a Castiel para dejar un beso en su cuello mientras le quitaba la gabardina. Aún no sabía porque no se quitaba esa vieja cosa. Lucifer pasó las manos por el cuerpo del otro ángel, mientras esté sacaba suspiros.
—Lucifer —dijó en un suspiro. Los sentimientos crecían como las otras veces, cada vez que estaba con él le pasaba.
—¿Quieres ayudarme, no? Ayudame de esta forma, vamos —habló con voz grave
Lo dejó de tocar y se sentó en el sillón viéndolo fijamente. Castiel lo miraba intensamente mientras comenzaba a quitarse la ropa lentamente. Primero el saco y lo zapatos, después la camisa, mientras gemía bajito. Cuándo sólo tenía la ropa interior, se acercó entre a las piernas de Lucifer. Bajó sus manos, desde los hombros hasta las piernas, llegando a su miembro. Desabrochó el pantalón, Lucifer le ayudaba un poco a sacarlo. Cuando lo bajó con todo y ropa interior, lo miró con semblante serio desde arriba.
Comenzó masajeando de arriba a bajo, sacando un jadeo del diablo, después de un rato lo metió en su boca. Subía y bajaba con un ritmo lento mientras lo veía desde abajo. Lucifer pasaba su mano acariciando su cabeza y cabello entre pequeños gemidos. Después de unos minutos, lo hizo quitarse de ahí y subir para besarlo con más empeño. Castiel se sentó en sus piernas moviendo su pelvis para tocar ambas erecciones.
—Lucifer —gimió alto en su boca mientras se movía.
El nombrado movió su mano por su pierna, acariciando hasta llegar a su entrada. Por primera vez la tocaba y preparaba. Metía sus dedos sacando gemidos a el ángel encima de él, mientras besaba su cuello con necesidad.
—Vamos Lucifer, hazme el amor —
Castiel se levantó un poco y Lucifer sacó sus dedos para insertar algo de mayor tamaño. Lo tomaba de las caderas mientras Castiel hacia la mayoría del trabajo. Él fue el que bajaba lento en el pene del Rey del infierno. Una vez dentro, ambos gimieron en la boca del otro cuando se besaron.
Empezaron con ritmo lento, primero en círculos y después, cuando Castiel tuvo más confianza, de arriba a abajo. Se sujeto de los hombros del diablo, mientras este se sujetaba de las caderas del ángel. Conforme el ritmo aumentaba, ambos gemían más, y más. Cuando Castiel estaba más cerca de llegar al orgasmo, empezó a gemir alto el nombre de Lucifer. El rey del infierno recargó la cabeza en el hombro del ángel, cerca de su cuello cuando estaban en lo último. Jamás se había sentido así de querido e importante.
Castiel gimió su nombre en voz ronca cuando llegó y él apretó su cadera cuando sintió como llegaba. Casi al mismo tiempo. Esta vez sí sentía las emociones que el otro ángel sentía. Sintió el amor del otro y no lo soportó más.
—Castiel —gimió en voz baja minutos después de terminar —Si esto es de verdas, adelante. Ayúdame. —
Castiel llevó sus manos a la cabeza del diablo mientras acariciaba, Lucifer aún tenía su cabeza escondida en su cuello.
—Nos ayudaremos, ambos—
Y sellaron su promesa con un beso.
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Ahora los capítulos serán cada semana, todos los sábados ;)
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Viviendo con el diablo ✡ Lustiel
Fanfic❝Que creatura tan peculiar eres❞ ••• Castiel es mandado como castigo al infierno, con Lucifer. El plan era ser un sirviente, pero se convirtió en algo más. Tal vez son más compatibles de lo que imaginaban. ☞Primera historia de Castiel y Lucifer como...