La bella durmiente "Capitulo 1"

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La princesa Talía corre el riesgo de pincharse el dedo con el huso de una rueca oculta entre lino, según advierten sabios y astrólogos.

El rey y la reina deciden prohibir la entrada de ruecas, husos y lino a palacio y esto evita que la princesa sufra ningún percance hasta que, siendo adolescente, encuentra un huso y una rueca para hilar lino y se clava el dedo con el huso de la rueca bajo la uña, cayendo muerta.

El rey y la reina, afligidos por la pérdida de su hija e incapazes de enterrarla, deposita el cadáver de su hija sobre una tela de terciopelo, cierran el palacio y lo abandonan. Un noble príncipe Jorge que suele cazar en el bosque sigue a su halcón, que le lleva al palacio abandonado, donde halla a la princesa.

Enseguida queda prendado por su belleza y, no contento con besarla, tras intentar despertarla, mantiene relaciones sexuales con ella. Nueve meses después la princesa Talía, aún durmiente, da a luz a dos gemelos, un niño y una niña cuyos nombres son Sol y Luna.

Los niños son cuidados por las hadas, que acompañan a la princesa mientras duerme. Un día el niño trata infructuosamente de cogerse al pecho de su madre, encontrando finalmente su dedo.

Empieza a chuparlo y logra, casualmente, extraer de su piel la astilla envenenada. En ese preciso momento Talía recupera el conocimiento.

*Nota: esta historia esta escrita por Giambattista Basile*

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